Todas las entradas de: JOSE A. SANCHEZ

Situaciones (1999-2002)

Festival multidisciplinar de creación celebrado en Cuenca en 1999, 2001 y 2002.

Situaciones comenzó en 1999 como un proyecto universitario. Hacía años alimentábamos la idea de convertir la ciudad de Cuenca durante unos días al año en escenario de la práctica artística contemporánea. Se trataba de ofrecer a los creadores un contexto adecuado para la presentación de sus obras y un tiempo de encuentro y reflexión sobre su proceso. Se trataba al mismo tiempo de dar protagonismo a los más jóvenes y de propiciar un diálogo entre artistas de diversas disciplinas y distintas generaciones.

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La primera edición (octubre de 1999) reunió en Cuenca a más de trescientos participantes. En esa ocasión, el edificio de la Facultad de Bellas Artes, donde se gestó el proyecto, se convirtió en un improvisado centro de arte contemporáneo: aulas vacías y pasillos sirvieron de salas de exposiciones o proyección, escenarios provisionales, archivos de documentación, lugares de encuentro o talleres efímeros. En paralelo, los escaparates del centro comercial fueron intervenidos por jóvenes artistas, se pudo visitar un poblado chabolista instalado por un grupo de artistas de la Facultad a escasos kilómetros de Cuenca, se vieron acciones en lugares insólitos, actuaciones en el teatro Auditorio y un excepcional concierto de Carles Santos en la iglesia de san Miguel (esa misma iglesia en la que en el año 1993, Ángel González y Horacio Fernández habían convocado a un centenar de artistas plásticos para debatir sobre La situación del arte español).

Un año y medio después, en abril de 2001, se celebró la segunda edición. Un número similar de participantes acudieron a la cita. Pero sus obras ya no se vieron en la Facultad, sino en toda la ciudad, especialmente en el casco histórico, intentando una ocupación artística del mismo, tal como desde el principio habíamos imaginado. Junto a espacios habilitados para fines específicos, como el Teatro Auditorio o las salas de exposiciones del MIDE (hoy Fundación Antonio Pérez) y la UIMP, se utilizaron edificios muy diversos para albergar exposiciones, instalaciones, actuaciones y conciertos. La ocupación más espectacular fue la del convento de las Angélicas (vendido por las monjas a la Diputación y en ese momento aún sin rehabilitar como sede de la futura Escuela de Artes), donde estudiantes y artistas jóvenes hicieron suyas las celdas (incluida la de castigo), el refectorio, el claustro, la capilla y otras dependencias conventuales que, albergaron intervenciones plásticas, instalaciones, exposiciones, vídeo-instalaciones, acciones, presentaciones coreográficas e, incluso, un pase de modelos. Pero también se ocupó la antigua Torre de los Hurtado de Mendoza (popularmente conocida como “Casa del Gitano”), aneja al Museo de la Ciencia, donde un grupo de artistas internacionales intervino sobre las trece pequeñas estancias, divididas en seis plantas. En el ático de la casa se presentaron obras de arte electrónico y conciertos de pequeño formato. También hubo conciertos en el Planetario del Museo de la Ciencia y en la recién restaurada Iglesia de santa Cruz (actualmente centro de artesanía), donde se presentaron posteriormente tres piezas coreográficas. Teatro y danza hubo en el Auditorio y las conferencias y coloquios se distribuyeron entre las salas de la UIMP, el Auditorio y el Museo de las Ciencias.

La tercera edición, (Situaciones) 2000 siguió el mismo modelo que la segunda, pero con un formato más reducido. Las exposiciones, actuaciones y proyecciones se realizaron en torno a un foro de debate titulado Nuevos modos de producir y comunicar el arte.

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Declaración de Cuenca

Los encuentros, mesas redondas y conferencias que registrados en las tres ediciones fueron recogidos en el libro Situaciones: un proyecto artístico en Cuenca (1999-2002), co-editado con Ana Huedo y Montserrat de Pablo en 2003, que incluyó también abundante material gráfico.   >>Ver más

Las artes escénicas en La Enciclopedia (2001)

Teatro y danza en la época de la Ilustración

Los diferentes autores que asumen las entradas relacionadas con las artes escénicas en la Enciclopedia se sitúan entre el estudio y la crítica de los géneros espectaculares barrocos, la reflexión sobre la comedia y la tragedia en la época contemporánea en relación al clasicismo del siglo anterior y al modelo grecolatino, y la definición de un nuevo drama burgués. Teniendo en cuenta que el horizonte de los ilustrados es la definición de un teatro concebido como institución moral, no es de extrañar que, a pesar del espacio dedicado al estudio de las decoraciones y las maquinarias, no se valore tanto al constructor de lo sensible, el escenógrafo, cuanto al responsable de hacer llegar la emoción y la palabra. Si el actor puede o no ser considerado artista es uno de los debates que ocupan a los intelectuales del XVIII, y en el que Diderot, editor de la Enciclopedia, participó activamente. De lo que no cabe duda es de que en este período se inicia una reflexión sobre el arte del actor que incidirá decisivamente en la evolución del arte dramático y que culminará en la práctica y en la teoría de Konstantin Stanislavski. La definición del arte del actor es indisociable de la construcción del drama burgués, que renuncia al ornato, a los acompañamientos musicales no justificados, por tanto igualmente a los intermedios danzados, y que apuesta por ofrecer al espectador acciones y discursos verosímiles encarnados por actores que deben estar a la altura del “fantasma” o modelo ideal creado por el autor. Se inicia en este momento, por obra de Diderot o Lessing, un camino que atravesará todo el siglo XIX y que concluirá cuando a principios del XX Gordon Craig se desmarque de Stanislavski y de Chejov y proponga como alternativas al arte dramático y al arte del actor un nuevo arte del teatro. […]

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Publicado en La Enciclopedia de Diderot y d’Alambert en la Fundación Antonio Pérez, Diputación de Cuenca, 2001, pp. 79-113

La enseñanza de las (bellas) artes en España (2000)

Publicado en El País, 21 de febrero de 2000

Las actuales facultades de Bellas Artes españolas son centros de formación e investigación inadaptados. Renovadas o creadas en los años de bonanza del mercado artístico, permanecen ajenas al cambio de paradigma según el cual desde hace ya unos años comenzamos a entender la inscripción social del arte. En tanto la consolidación y el refinamiento del capitalismo especulativo desplaza la producción artística hacia los ámbitos del protocolo, la educación o la industria del ocio, las nuevas academias, alejadas de la realidad, se resisten a las transformaciones esgrimiendo armas inútiles contra las implacables imposiciones del mercado. No se trata de que la Universidad asuma como tarea exclusiva la formación de profesionales adaptados a las demandas de la sociedad productiva (entre otras cosas, porque el concepto de productividad, como el de progreso, admiten definiciones alternativas), sino de que sea capaz de plantear conceptos de productividad alternativos, para lo cual no puede ignorar las funciones que le asigna el sistema.Las licenciaturas en Bellas Artes constituyen un eslabón intermedio en la cadena que arranca con los estudios medios de bachillerato artístico y debería concluir con los estudios avanzados de doctorado. Lo cierto es que tal continuidad no existe. La experiencia demuestra que, por el momento, el bachillerato artístico está haciendo llegar a la Universidad estudiantes con mejor preparación en determinadas técnicas, pero con una formación teórica y crítica muy deficiente; por otra parte, está creando una demanda creciente de plazas universitarias como continuidad de unos estudios cuyos objetivos no aparecen claramente definidos.

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La escena moderna (1999)

Manifiestos y textos sobre teatro de la época de vanguardias.

Akal, Madrid, 1999.

Los textos recogidos dan testimonio del proceso de construcción de la escena moderna, en un tiempo marcado por el entusiasmo y la confianza en la capacidad del teatro por transcender el ámbito de la ilustración literaria y el entretenimiento e instalarse en el territorio de la creación artística y la agitación.

Este libro incluye una introducción a la escena de vanguardias en la que se tratan los siguientes temas: Reteatralizar el teatro / La obra de arte total / La construcción de la imagen / La deshumanización del teatro / La conquista del público / La transformación del espacio / La dimensión extra-estética

Los textos de coreógrafo-as, dramaturgos, escenógrafo-as y directores de escena se ordenan en seis capítulos y están acompañados de abundante material crítico y un resumen de las trayectorias de cada autor.
Luz, espacio, movimiento.
Textos de Loïe Fuller, A. Appia, E. Jacques-Dalcroze, I. Duncan y G. Craig
Teatro y abstracción.
Textos de V. Kandinsky, A. Schönberg, F.T. Marinetti, E. Prampolini, J. Cocteau, G. Apollinaire, L. Bakst, F. Léger, H. Ball, K. Schwitters, F. Kiesler, L. Schreyer, O. Schlemmer, L. Moholy-Nagy, A. Artaud
El modelo alemán
Textos de G. Fuchs, M. Reinhardt, I. Goll, F. Emmel, L. Jessner, E. Piscator, B. Brecht,
Teatro y revolución
Textos de V. Maiakovski, V. Meyerhold, L. Popova, A. Tairov, E. Vajtangov, E. Eisenstein, N. Foregger, N. Evreinov, N. Ojlopkov.
Reformadores del arte dramatico
L. Schiller, J. Copeau, G. Pitoëff, Ch. Dullin, G. Baty, R.E. Jones,
Teatro español
Textos de Adrià Gual, R. Pérez de Ayala, R.M. del Valle-Inclán, C. Rivas Cherif, F. García Lorca, M. Aub
Publicado en Akal, Madrid, 1999. ISBN:  84-460-1021-6.

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Desviaciones (1999)

Las desviaciones de la danza contemporánea conducen a espacios abiertos donde se multiplican los encuentros: los límites entre los medios se adelgazan tanto como las barreras que separan al artista del público. Por ello, en la segunda edición de Desviaciones se pudo ver en los escenarios propuestas ante las cuales no cabe sino prescindir de catalogaciones estrictas y desplazar los conceptos de danza, acción o teatro a un segundo nivel. Por la misma razón, en los debates que se programaron en paralelo no sólo había personas relacionadas con el mundo de la danza, sino también de las artes plásticas, el performance o el ‘live art’. En este libro se recogen materiales de muy diversa índole surgidos a partir de la programación propuesta en Desviaciones 2ª edición: reflexiones teóricas, ponencias presentadas en las mesas de discusión, transcripción de los coloquios mantenidos con los artistas, impresiones del público., todo ello con la intención de contribuir al establecimiento de nuevos foros de debate en torno a la creación contemporánea, de los que tan necesitados estamos en este país, pero también con la voluntad de ofrecer una vía paralela de aproximación a la nueva danza, tanto para el público en general como para las personas que dentro y fuera de España se interesan por los modos en que artistas contemporáneos dan respuesta a su tiempo con lenguajes y actitudes de su tiempo.
En la primera parte del libro, tras un primer texto en el que se propone un marco teórico general para la comprensión de la nueva danza, encontrará el lector la transcripción de las ponencias de las dos mesas redondas realizadas. El primer bloque incluye el texto de Laurent Goumarre sobre la nueva danza en Francia, en un intento de descifrar algunas claves teóricas, tanto desde el punto de vista de la creación como de la recepción, así como la transcripción de un coloquio con dos programadores (Thierry Spicher, de Lausanne y Mark de Putter, de Lisboa), centrado sobre todo en las condiciones de exhibición y difusión de las nuevas formas escénicas. El segundo bloque incluye intervenciones muy diversas que proponen aproximaciones desde fuera al tipo de creación defendido por la nueva danza española: el ‘live art’ británico (Lois Keidan), las estéticas no objetuales mexicanas (Maris Bustamante), presencias o ausencias del cuerpo en las artes plásticas y la danza (Estrella de Diego) y el interés del arte por el cuerpo desde la perspectiva del director de un centro dedicado sobre todo a las artes plásticas (Santi Eraso).
La segunda parte del libro recoge los coloquios que se programaron en los días posteriores al estreno de cada uno de los espectáculos, además de dos entrevistas que suplen la ausencia de coloquio en el caso de Claudia Triozzi y Mónica Valenciano. Puesto que a Mónica Valenciano se dedicó el monógráfico de la edición de este año, que supuso la presentación de cuatro piezas producidas entre 1992 y 1998, pareció conveniente dedicarle también en este libro un espacio extraordinario, ocupado por el texto «Mónica, en la encrucijada de la música» , en el que se propone una recuperación de algunas de las claves de la artista desde sus primeras coreografías en solitario hasta las piezas complejas producidas con El Bailadero.
Quiero expresar mi reconocimiento a Blanca Calvo y La Ribot por su enorme esfuerzo y por su acierto en la organización y programación de Desviaciones, esfuerzo que han prolongado para hacer posible este libro.
Las traducciones de los textos de Laurent Goumarre, Lois Keidan e Yvane Chapuis-Claudia Triozzi han sido realizadas por el editor, así como las transcripciones de los coloquios con Ion Munduate y Nao Bustamante y la conversación con Mónica Valenciano. La transcripción y traducción del coloquio sobre la nueva danza ha sido realizada por Rosella Mezzina. Y la transcripción del coloquio con Gilles Jobin, por Olga Mesa.
En el registro de los debates y coloquios contamos con la colaboración de Inmaculada Díaz Miguel. Las impresiones del público fueron recogidas por Catalina Obrador.
Esta edición es reflejo escrito de lo que se habló y vio en Desviaciones segunda edición, por lo que no cabe menos que reiterar el agradecimiento a quienes la hicieron posible: las integrantes de UVI-La Inesperada, el equipo de la Sala Cuarta Pared, dirigida por Javier Yagüe, los responsables del Instituto Francés, el British Institut y el Círculo de Bellas Artes, los participantes en espectáculos y debates y: Jean Marc Adolphe, Nacho Herrera de la Muela, Yolande Padilla, Sylvie Peronneau, Claude Lesbats, Marc Nogal, David Golding, Cristina Barchi, Santiago Díez, Steve Wallace, Carmen Alcalde, Rosa Moyeda y Gonzalo Ribot.

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El teatro imposible (1998)

la escena española en la época de vanguardias

Este artículo ofrece una visión de las tentativas de renovación teatral en España durante los años veinte y treinta. La primera parte reconstruye las realizaciones de dramaturgos y directores tales como Rivas Cherif, Valle-Inclán y García Lorca, tanto en el ámbito profesional como en el ámbito del teatro aficionado o universitario. La segunda parte intenta mostrar los modelos que se derivan de los textos de una serie de escritores y críticos que trataron de imaginar cómo podría y debería ser la escena española, cómo podría aprender del teatro de vanguardia europeo, y cuál debería ser su contribución.

 

Publicado en inglés: “The impossible theatre. The spanish stage in the time of avant-garde” [Traducido por Jill Pythian], Contemporary Theatre Review, vol. 7, part 2 (número monográfico titulado Spanish Theatre 1920-1995. Strategies in protest and imagination (1), editado por M. Delgado), Manchester, 1998, pp. 7-30. ISSN: 1048-6801 / ISBN: 90-5702-099-8

 

 

‘Así, en general, [el teatro español] es un teatro de y para puercos. Así, un teatro hecho por puercos y para puercos.’ De forma tan contundente respondía García Lorca en 1933 a un periodista que, después de haberle entrevistado sobre La Barraca, quiso conocer la opinión del poeta sobre el teatro profesional contemporáneo en España.[i] La sentencia de Lorca recuerda a aquella célebre de Artaud sobre los literatos, aunque en el caso del español, la virulencia y la amargura parecen más justificadas. Con un similar desprecio, Valle-Inclán había declarado unos años antes que él nunca había escrito ni escribiría para los cómicos españoles[ii], y su creación teatral se mantuvo de hecho mucho más distante que la de Lorca de los escenarios profesionales madrileños.

El teatro español de las primeras décadas de nuestro siglo se caracteriza, en efecto, por un trágico desfase entre los proyectos de renovación de la escena, formulados por algunos dramaturgos, críticos e intelectuales, y la caduca concepción de la actividad profesional vigente en la mayoría de las empresas teatrales españolas de esta época. Este desfase (paralelo al existente entre los intelectuales de la República y la masa social, que permitió la irrupción violenta del fascismo) provocó que la mayoría de dichas ideas no se concretaran más que en puestas en escenas de aficionados o en trabajos profesionales con muchas concesiones. En definitiva, las idea del teatro contemporáneo español que se desprende de los textos dramáticos de los autores antes citados y de los textos teóricos de estos mismos, más los de algunos críticos, intelectuales y profesionales del teatro, tiene poco que ver con la realidad de un teatro, que mantiene las estructuras decimonónicas de organización (compañías configuradas en torno a una actriz o un actor, a cuyas características se adaptan los dramaturgos, y que representan en teatros dirigidos por empresarios más atentos a lo económico que a lo artístico), y que halaga los gustos más bajos del público burgués, con dramones post-románticos al modo de Echegaray, con juguetes cómicos o piezas costumbristas, al modo de Arniches o los Quintero, o, como mucho, con las elegantes pero vacías piezas ‘bien hechas’ de Benavente.

Sin embargo, el panorama de la creación escénica española, siendo desolador, presentaba algunas excepciones. La principal fue Cipriano de Rivas Cherif: amigo de Valle-Inclán, con quien colaboró en diversas empresas teatrales el fue el protagonista de la mayoría de los intentos de renovación del teatro español durante los años veinte. De su mano, Margarita Xirgu abandonó definitivamente el repertorio comercial y juntos estrenaron a Valle, a Unamuno, a Alberti y a Lorca. Éste, por su parte, y a pesar de su descalificación generalizada del teatro español, se había dejado estrenar, además de por la Xirgu, por Martínez Sierra y por Josefina Artigas, y colaboró activamente con algunos grupos semi-profesionales. También otros intentaron con mayor o menor éxito la renovación y, aunque en ningún caso se llegara al nivel marcado por los dramaturgos, es preciso reconstruir lo que se hizo, antes de recomponer lo que se quiso hacer. […]

Descargar texto en inglés: The Imposible Theatre

Descargar texto en español: El teatro imposible

 

 

 

[i]Francisco Pérez Herrero. ‘Nuevo Carro de Tespis’, La mañana, Leon, Agosto 1933.
[ii]‘… no he escrito nunca ni escribiré para los cómicos españoles (….) Los cómicos de España no saben todavía hablar. Balbucean. Y mientras que no haya alguno que sepa hablar, me parece una tontería escribir para ellos. Es ponerse al nivel de los analfabetos.’ (ABC, 23-VI-1927)

El lenguaje oral y las artes escénicas (1998)

Que al lenguaje oral a lo que recurrieron bailarines, músicos y artistas en los años setenta y ochenta para intentar una mayor eficacia en la transmisión de aquello que les interesaba comunicar. La introducción del lenguaje oral en la danza y en la música tiene un efecto contaminante, que propicia el desarrollo de procedimientos transdisciplinares y que estimula una creación escénica que pierde el interés por las diferencias entre los medios tradicionales. La teatralización del arte de acción, el desarrollo del teatro-danza, etc. no podían dejar impasibles al teatro, que también decidió enajenarse y engrosar ese nuevo ámbito de las artes escénicas marcadas por la transdisciplinariedad y la contaminación formal. En ese nuevo contexto, los actores de los ochenta, habituados al uso de lenguajes tradicionalmente no propios, como los de la plástica y los de la danza, recuperaron también como no-propio lenguaje de la palabra: la palabra improvisada, la palabra ocurrente, la palabra de la experiencia y de la vida.

La recuperación de la oralidad en el arte escénico de fin de siglo es sintomática de una voluntad de comunicación inmediata, que contrasta con la abstracción de los lenguajes escénicos de las décadas anteriores. Se trata, por una parte, de un deseo de repensar la historia desde la experiencia subjetiva, lo que resulta muy evidente en la proliferación de espectáculos basados en la propia vida o experiencia del intérprete creador. Pero tomar como punto de partida la propia subjetividad no implica renunciar a la intervención, sino más bien todo lo contrario: es desde la afirmación de lo particular desde donde se proyecta una llamada contra la indiferencia y contra la pasividad, desarmando al público que se protege en el escudo de la forma o del discurso literario cerrado, un público que se ve sorprendido ante el relato sincero de otra experiencia vivida en el mismo contexto histórico y a la que se enfrenta debido a una apelación puramente oral. Obviamente, ello va acompañado de una reducción asumida del ámbito de intervención: el uso de la lengua oral limita el ámbito de alcance de la propuesta, que ya no es pensada según los patrones del festival internacional, sino de acuerdo a los intereses y necesidades de una comunidad concreta.

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Ponencia presentada en las Jornadas organizadas por el Departamento de Filosofía de la Universidad de Murcia en el Aula de Cultura de Cajamurcia, 26 de enero 1998. Publicado en Postdata (enero,1999), pp. 26-28

 

The Impossible Theatre (1998)

This article offers a general overview of the new Spanish theatre during the twenties and thirties. The first section covers the trends in stage renovation promoted by Rivas Cherif, Valle-Inclán and García Lorca, among others, and reviews the main premieres, both in the professional and in the experimental and university fields. The second section attempts to synthesize the ideas derived from the texts of playwrights and critics which could form part of models, not applied in their time, attempting to show the parallels between these authors and avant-garde European theatre of the period.

«Right now, generally speaking, [Spanish theatre] is theatre for pigs, by gis. It’s theatre made by pigs, aimed at pigs’. That was García Lorca’s crushing response in 1933 when a journalist, after having interviewed him about La Barraca, wanted to know the poet’s opinion on contemporary professional theatre in Spain.[1] Lorca’s pronouncement is reminiscent of Artaud’s famous remark about writers, though in the Spaniard’s case the virulence and bitternes seem more justified. With similar scorn, Valle-Inclán had declared a few years previously that he had never written, nor would he ever write for Spanish actors, [2] and his theatrical creations were in fact kept much further away from the professional stages of Madrid than those of Lorca. […]

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Ellen Stewart: teatro, amor, universo (1997)

(Presentación de Ellen Stewart en las jornadas organizadas en la CAM de Alicante)

Diseñadora, dramaturga y directora, Ellen Stewart es conocida internacionalmente como fundadora de La Mama, desde hace treinta y cinco años referencia inexcusable para el llamado Off-Off-Broadway. En él, Ellen Stewart ha desempeñado todas las funciones posibles, pero sobre todo, se ha convertido, facilitando así su identificación con el nombre del teatro, en madre de cantidad de jóvenes dramaturgos, directores, actores, diseñadores y técnicos de dentro y fuera de Estados Unidos.

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El ladrón de miradas (1997)

Un cuento para Antonio Pérez

Durante muchos años, Antonio Pérez ha mantenido en círculos privados el secreto de sus robos. Es un vicio que contrajo muy joven y que, a pesar de las advertencias de sus amigos, fue incapaz de abandonar. Un día, paseando por el campo, encontró un grupo de vilanos desprevenidos y le asaltó la tentación; sin pensárselo dos veces, los capturó y los encerró en un bote de cristal transparente. Tanto le gustó el resultado que, aun siendo consciente de que algo ilícito había en su acción, decidió probar nuevamente fortuna y salir a la caza de objetos.

A decir verdad, sus primeros hurtos casi no pueden ser considerados como tales: un biciclo inservible, una silla torcida, algunas latas, material de construcción… Pero a Antonio no le importaba el valor que otros les concedieran, sentía un placer inclasificable cuando, sentado en su sillón de mimbre, dejándose llevar por una música de jazz que le recordaba sus correrías por París, miraba y remiraba los objetos que poco a poco empezaban a acumularse en una habitación de su casa.

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