Algunas reflexiones a propósito de un proyecto multidisciplinar en Jerusalén.
En enero de 2011 fui invitado por la fundación Al Ma’mal para participar como comisario en la nueva edición del Jerusalem Show, que habría de celebrarse a final de octubre de ese mismo año. La invitación me la envió la artista Jumana Emil Abboud, en nombre del director de la fundación, el comisario Jack Persekian. Me proponían trabajar junto a Lara Khaldi, comisaria palestina por entonces residente en Omán, en el diseño de un programa de diez días consistente en exposiciones, instalaciones y actuaciones en diferentes localizaciones de la ciudad. Al Ma’mal es una fundación independiente creada en 1998 cuyo objetivo es la promoción del arte contemporáneo en Jerusalén y la creación de un tejido artístico en los fragmentados territorios palestinos. Al Ma’mal continúa la tarea iniciada por Jack Persekian en la galería Annadiel, que desde 1992 presentó en Jerusalén a los artistas de la diáspora palestina y abrió un espacio para el arte en una ciudad por definición (“santa”, “eterna”) hostil a lo contemporáneo.
Publicado en la revista A[l]berto, nº 2 (Sao Paulo, Brasil, 2012), pp. 97-106. ISSN 2237-2938