Umberto Eco visto desde los altos del Castillo de Calatrava.

En Mayo de 1997 Umberto Eco fue investido Doctor Honoris Causa en una emocionante ceremonia realizada en los altos del castillo de Calatrava en medio de La Mancha y en el cruce de los caminos de Toledo a Andalucía y de Valencia a Lisboa. Luis Arroyo Zapatero rector magnifico entonces de la Universidad entregó los atributos doctorales y pronunció el siguiente discurso:

Señoras y Señores:

Los merecimientos del Dr. Eco son, sobre todas las cosas, académicos. Pero el científico dio un buen día en componer una novela, una tentación frecuente entre los académicos y que da lugar a lo que poco amigablemente los teóricos y académicos de la literatura califican, precisamente, de novela de profesores.

Y se produjo el milagro, el autor de sesudos ensayos sobre semiótica, sobre medios de comunicación, sobre lingüística y filosofía, dio la vuelta al mundo su “En nombre de la rosa”. Millones de lectores de todo el mundo y de todas lenguas quedaron prendados de la novela. Con ello se produjo una dulce injusticia, a la que todo profesor aspira en su esfera más íntima: el objeto de la afición hizo universal al titular del oficio. Leer más.

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