HONORES MEXICANOS Y LOS ORIGENES DE LA CRIMINOLOGIA HISPANA

En aquellos días de frio, nieve y vientos de febrero de 1939 su elevada edad le libra de los campos de concentración en los que el Gobierno francés encerró el ejército de la República vencido y desarmado. Se cruzaron con los trenes cargados de armamento que ese mismo gobierno había embargado al gobierno republicano. Se arrastró hasta Paris donde el alto y viejo funcionario del Estado -entonces se era viejo con 66- solamente encontró amparo en el comedor de indigentes. Sin ropas ni recursos no tendría mejor aspecto que el que ofrecía Antonio Machado abrazado a su madre en Colliure días antes de su muerte. Tras la ocupación nazi de Francia huyó despavorido a la Republica Dominicana, donde el dictado Trujillo ofrecía visados para “blanquear” las sangres y trabajar en la agricultura. Don Constancio Bernal de Quirós no estaba ya ni para una cosa ni para otra. Le consiguieron un encargo para explicar criminología en la Universidad de Santo Domingo. Durante meses, sin un solo papel ni libro, pues de todo le habían despojado los vencedores, impartió de memoria un curso completo de criminología que pocos años después editó en Puebla. Logró la residencia en México y allí con el apoyo de cualificado círculo de mexicanos ilustres a cuya cabeza estaba el penalista Luis Garrido, rector de la UNAM, dotó para él la primera catedra de Criminología… (LEER COMPLETO)

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