Título: «Analysis of Silences in Music: Theoretical Perspectives, Analytical Examples from Twentieth-Century Music, and In-Depth Case Study of Webern’s Op. 27/iii»
Director: Prof. Dr. Mark Delaere (KU Leuven, Bélgica)
Tribunal:
1. Prof. Dr. Jan Christiaens (Katholieke Universiteit Leuven)
2. Prof. Dr. Camilla Bork (Katholieke Universiteit Leuven)
3. Prof. Dr. Pieter Bergé (Katholieke Universiteit Leuven)
4. Prof. Dr. José Oliveira Martins (Universidade de Coimbra)
5. Prof. Dr. Maarten Beirens (Universiteit van Amsterdam)
6. Prof. Dr. Mark Delaere (Katholieke Universiteit Leuven)
Universidad: KU Leuven (Bélgica). Facultad de Humanidades. Departamento de Musicología.
Fecha: 3 de julio de 2020 a las 16h
Los silencios de manera recurrida han sido una preocupación para quien escribiera sobre música. A pesar de la gran cantidad de literatura musicológica sobre el tema, gran parte del tratamiento que los silencios han recibido en el pasado ha sido bastante filosófico o especulativo: ¿Existe el silencio? ¿Es el silencio música? Muchas discusiones musicológicas aparecieron como reacción a la provocativa y controvertida composición 4’33’’ de John Cage. Reconocer la inexistencia de la ausencia absoluta de los sonidos no erradica el concepto del silencio musical. La presencia de los silencios anotados se remonta a la música de la Antigua Grecia extendiéndose hacia el día de hoy. Estos silencios son una parte integral de la composición musical, pero sólo a veces han recibido algún tipo de discusión analítica. ¿Son los silencios susceptibles de un análisis musical más profundo? ¿Qué funciones constructivas manifiestan los silencios en una composición musical? ¿Cómo interactúan los silencios con los elementos musicales que les rodean?
Responder a estas preguntas de una prioridad para defender la musicalidad del silencio. La contribución original al conocimiento que esta tesis doctoral ofrece es la unificación de perspectivas teóricas en un marco como con el objetivo de sugerir un método para el análisis musical de los silencios anotados acústicos. Este método pretender servir de fundamentación para los musicólogos interesados en realizar más investigación sobre el uso del silencio en diversos compositores. Igualmente, la teoría en sí es susceptible de una mayor expansión mediante la creación de nuevas categorías o la reestructuración de categorías existentes. El método propuesto tiene el potencial de estimular una implementación creativa por compositores interesados en la experimentación con silencios. Para los intérpretes, el análisis de los silencios musicales puede llevar a un incremento en la concienciación de la escucha, una mayor apreciación del valor musical de los silencios, así como una interpretación mejor informada.
Diez perspectivas teóricas para el análisis de los silencios musicales han sido recuperadas, resumidas, y debatidas. Esta revisión bibliográfica es ilustrativa de la diversidad de posibles interpretaciones sobre las funciones del silencio, pero no debe considerarse como representativa de los escritos sobre el tema. La extensibilidad de estos enfoques teóricos a la música del siglo XX es defendida mediante varios ejemplos analíticos originales. La mayoría de estos enfoques teóricos otorgan relativamente poca importancia a los silencios acústicos dado que estos enfoques se fundamentan de manera significativa en la examinación de partituras (silencios anotados). Además, una gran cantidad de términos han sido encontrados para referirse a categorías relativamente similares, sin llegar a un consenso entre los diferentes autores que han sido examinados.
El problema de la terminología es tratado mediante la posición de un método original para el análisis de los silencios. Este método pretende unificar las perspectivas anteriormente descritas en tres fases: identificación, descripción y análisis. La identificación es llevada a cabo sobre partituras y grabaciones de audio, con la representación de formas de onda y espectrogramas. En la segunda fase, los silencios anotados y acústicos son comparados en términos de duración. Además, algunas categorías específicas son propuestas para describir el timbre y las dinámicas en los silencios acústicos. La fase final, análisis, ofrece diez vías para evaluar las funciones constructivas del silencio. Estas funciones comprenden la interacción del silencio con el ritmo, dinámicas, altura, timbre, textura, forma, expectaciones, continuidad, evocaciones, y el fenómeno de tensión y reposo.
El análisis de las Variaciones para Piano, Op. 27/iii de Webern revela como los silencios están altamente organizados en esta pieza. Hay un progresivo incremento en la frecuencia de los silencios hacia la Variación IV, el clímax del movimiento. La ambigüedad rítmica, así como la emergencia de patrones se desarrolla a través de la presencia de los silencios anotados. Las notas están ensambladas a través de una variedad de estructura simétricas. Sin embargo, en muchos casos, los silencios anotados son completados por la resonancia del pedal del piano y por la prolongación de los sonidos precedentes. En algunos casos, esto se realiza para incrementar la cantidad acumulada de tensión antes de resolverla a través de un silencio más largo. Niveles significantes de discrepancia en términos de las duraciones de los silencios han sido registradas en las formas anotadas y acústicas. Una expansión particularmente destacable de la duraciones acústicas puede ser encontrada en el silencio anticlimático que separa las dos últimas variaciones.
Los silencios definen dos tipos de texturas contrastantes (fragmentada vs. continua) que progresivamente evolucionan a lo largo del movimiento alcanzando una síntesis en la Variación V. Un análisis comparativo de cinco grabaciones demuestra que estos caminos están dificultados por la adición y sustracción de silencios para fines expresivos. Algunos de los silencios anotados pueden ser interpretados como una fragmentación textural u omisión. Además, los silencios contribuyen a la segmentación formal, actualmente como puntos de enlace entre el Tema y las variaciones que siguen. De manera repetida, los silencios son utilizados para contradecir las expectativas de oír un patrón regular predecibles, inclinándose hacia un desarrollo continuo de la textura. Estos números cambios invocan una situación muy inestable. Los silencios demuestran ser una herramienta poderosa para definir el flujo de la tensión-reposo. Del mismo modo, los silencios desarrollan una yuxtaposición ferviente de estados emocionales en el Op. 27 de Webern.