Análisis de la experiencia PL

En esta entrada se van a analizar los resultados de la experiencia en PL, en la que este año, para motivar a los estudiantes, se decidió que como trabajo individual aprendieran un nuevo lenguaje de programación desde la perspectiva del diseñador de su procesador. Es decir, los estudiantes debían ser capaces de distinguir y conocer el vocabulario (léxico) del lenguaje, las construcciones (estructuras sintácticas) del lenguaje y su significado (su semántica). Además, en el trabajo práctico en grupo, los estudiantes deberían construir el procesador de alguna/s parte/s de ese mismo lenguaje. El lenguaje con el que se ha trabajado es Ruby.

Los resultados los voy a analizar desde dos perspectivas diferentes, aquellas que establecen los dos agentes implicados: la del profesor y la del estudiante.

Desde el punto de vista del profesor, puedo decir que la experiencia ha sido positiva. Se ha logrado que más estudiantes sigan regularmente la asignatura, y haya menos estudiantes que no se presentan a la prueba final. En el curso 2015/16 no se presentaron a ella el 10,52% de los estudiantes, frente al 5,56% de este curso. Sin embargo, los resultados académicos han empeorado levemente con respecto al curso anterior, en el curso 2015/16 superaron la materia en convocatoria ordinaria el 63.14% de los estudiantes matriculados, frente al 61,1% de este curso. No obstante, los estudiantes han asimilado mejor los conceptos, en este sentido hay que indicar que las calificaciones han sido superiores en aquellos estudiantes que superaron la asignatura: En el curso 2015/16 la distribución de calificaciones fue: 31,75% aprobados y 31,57% notables; En este curso 2016/17, la distribución ha sido la siguiente: 22,22% aprobados, 27,77% notables y 11,11% sobresalientes.

Con respecto a la opinión de los estudiantes, se realizó una encuesta de respuesta anónima para conocerla. A ella contestaron 13 estudiantes de 18. Su opinión fue la siguiente (en una escala de: Malo, Normal, Bueno, Muy Bueno): El 100% opina que el contenido de la asignatura es bueno (61,54%) o muy bueno (38,46%); El 100% opina que el material es bueno (46,16%) o muy bueno (53,84%); El 92,31% opina que le parece buena (53,85%) o muy buena (38,46%) la forma de trabajar en clase, recomendando el 84,62% trabajar de la misma forma el curso que viene; El 53,85% consideran útil el trabajo individual que han realizado, y el 69,23% ven su relación con la materia.

Teniendo en cuenta estos datos, creo que la experiencia es positiva, aunque hay que darle alguna vuelta más a la forma de integrar el trabajo individual con la asignatura. El curso que viene es una nueva oportunidad para llevarlo a cabo, teniendo en cuenta que hay muchos estudiantes que no pueden asistir a clase por coincidencia con asignaturas de cursos anteriores y que no acaban de sacar todo el provecho que se podría a la experiencia y a la asignatura.