PROYECTOS DE INNOVACIÓN EN EL COLEGIO TOLEDANO NTRA. SRA. DE LOS INFANTES:
TRAFICOLE Y PIZARRAS DIGITALES.
El pasado martes día 10, tuvimos la suerte de contar en nuestra universidad con dos maestros ya consagrados, que permitieron a los alumnos de Magisterio de Educación Primaria, acercarse un poco más a la realidad que aborda actualmente las aulas de uno de los mejores colegios de nuestra ciudad.
Estos son Doña Carmen Fernández Miranda y Don Juan Muñoz Mateos, ambos maestros del tercer ciclo de Educación Primaria del colegio concertado Ntra. Sra. De los Infantes, implicados en diversos proyectos de innovación pedagógica. Vinieron acompañándolos Cristina, Inés y Clara, tres niñas de 5º de Primaria, las cuales intervinieron en la conferencia.
Los motivos principales de su visita eran claves, explicar los objetivos, características, metodología y resultados de dos proyectos de gran importancia en la comunidad educativa.
El primer proyecto que se abordó es el “TRAFICOLE”.
El Traficole nació por la necesidad de incrementar la educación vial y los valores de los alumnos. Son muchos los alumnos que movilizan a la hora de entrar y salir en el colegio, por lo que necesitaban organizar aquello.
Para comenzar, nos cuenta Carmen, organizaron el tráfico interno del colegio elaborando señales, uniformando a los agentes y estableciendo unas normas. Después, alumnos y maestros asistieron a cursos formativos como visitas al Parque Infantil de Tráfico, Fundación Mafre y colaboración y jornadas con la Guardia Civil y Policía Nacional.
Este proyecto ha sido reconocido a nivel internacional en dos ocasiones. Una por parte de la DGT y otra por la del Ministerio del Interior, el cual le otorgó el Premio Nacional de Seguridad en el Entorno Escolar en el año 2007.
Este proyecto lo han promovido a nivel internacional, en lugares como Mauritania, donde el compromiso con las escuelas y la seguridad vial es muy necesario. Realizaron cuadernos con las norma y señales, traducidas en tres idiomas diferentes.
¿En qué consiste?
Los traficoles son niños del tercer ciclo de Primaria que tienen varios cometidos: mantener el orden a la hora de entrar y salir y controlar en el recreo, resolviendo problemas y ayudando al resto de compañeros.
Estos niños, van rotando cada semana. Se uniforman con un chaleco reflectante, gorra y cuaderno y se colocan en diferentes lugares del colegio para tener todo bajo control.
Si un alumno no cumple las normas del colegio, el traficole debe sancionarle con una tarjeta amarilla o roja, si se trata de algo muy grave, y comunicárselo al tutor de este. En el caso de un niño que tenga algún problema en el recreo, los traficoles deben ayudarlo en la medida de lo posible..
Yo he podido comprobar personalmente el funcionamiento de este proyecto, debido a que he realizado el Prácticum I en el colegio susodicho, por lo que os cuento mi experiencia.
Soy antigua alumna del colegio, así que el proyecto Traficole no me resultó extraño cuando comencé las prácticas allí. Conocía en qué consistía, los cursos que lo realizaban, la indumentaria que los caracterizaba, etc. Pero nunca los había visto en acción.
La primera semana de prácticas me asignaron el 3º curso de Primaria. Por la mañana entré con mi clase. Vi a dos de ellos que empezaron a correr por los pasillos. Inconsciente de la realidad del colegio, me acerqué a ellos para frenarlos, para mi asombro, no hizo falta. Un traficoleles advirtió que la próxima vez les pondría una “multa”, e inmediatamente los dos niños se colocaron en la fila con el resto de sus compañeros y siguieron ava
nzando. Me quedé alucinada con el respeto que los niños más pequeños pueden tener hacia los traficoles.
Y no solo a la hora de entrar o salir del colegio, sino también en los recreos. Cuando ocurre un incidente en el patio, los niños acuden a los traficoles, los cuales resuelven los conflictos sin necesidad de la intervención de un maestro. Es increíble el sentimiento que crea el caminar por el patio, ver como un niño de 5º o 6º, intenta ayudar a un grupo de niños más pequeños con su mejor intención, pasar por su lado por si necesitan algo, pero sentirte inútil por lo bien que realizan su tarea.
Esto no quiere decir que la función del maestro quede relegada, si no que el maestro actúa de guía para conseguir estos resultados. Años y años de esfuerzo y trabajo sembrado por parte de un grupo de maestros, que finalmente han recogido, y recogen cada día, sus frutos.
La primera semana pude ver como los pequeños consideraban a los traficoles una figura respetable en el colegio. El resto de las prácticas las realicé en 5º curso, por lo que pude comprobar cómo los mismo traficolesviven este proyecto.
Para empezar, la semana que a mi clase le tocaba ser traficole éramos menos en la fila, ellos llegaban antes que nadie con mucha ilusión y se colocaban cada uno estratégicamente en un punto del colegio.
Cuando todos los alumnos habían pasado a sus clases, estos iban a la suya y se unían a la actividad que estábamos realizando.
En los recreos el coordinador de los traficolesdebía permanecer dentro del colegio para controlar a los alumnos que entraban y salían. Yo le pregunté extrañada si prefería estar ahí a estar jugando con sus compañeros en el patio. Él me contestó que sí, y que le encantaba estar allí, porque todos los niños del colegio, incluso los de sexto, lo respetaban. A última hora, los traficoles paraban la clase 10 minutos antes para colocarse en su posición. Pero no iban renegados y con caras largas, sino corriendo para ser los primeros en ocupar su lugar.
Realmente los niños me han dado una lección de compromiso y respeto hacia los demás muy necesaria en la sociedad actual.
La otra charla fue sobre el uso de la pizarra digital (pdi) en las aulas de Primaria, concretamente en el tercer ciclo. Carmen nos contaba como estructuraba sus clases en las cuales la pdi tenía una labor fundamental.
Primero es necesario que la clase esté organizada por grupos de 6 alumnos, en los cuales debe haber un coordinador.
Cada día hay un encargado de clase. Al comenzar las clases, este escribe en la pdi la fecha y frase del día. Después se muestra un vídeo o fotografía semanal de educación en valores, el cual se comenta con los alumnos para que reflexionen sobre ello. A continuación cada niño saca su libro de lectura y leen en silencio durante 15 minutos. Esto le facilita a Carmen un tiempo muy importante, que emplea en preparar el ordenador con las aplicaciones o programas necesarios para impartir las clases.
La pdi interviene en clase prácticamente todo el tiempo, primero para explicar el tema correspondiente y después para realizar actividades en grupo. Esta es una herramienta que crea en el alumno gran motivación. Con ella se buscan imágenes o vídeos para añadir realismo a la explicación del tema, se proyecta la wiki de trabajo del colegio, e incluso se exponen presentaciones realizadas por los propios alumnos.
Para realizar todo esto, es necesario formar a los alumnos con conocimientos mínimos en el uso de las pdi, buscadores como Google, páginas web como prezi o powtoon, o programas informáticos de Microsoft como Word o Power Point.
Carmen ha sido mi tutora durante el periodo de prácticas, por lo que he podido ver y aprender día a día su rutina con las nuevas tecnologías.
Hay un aspecto que me ha llamado la atención enormemente. Cuando empecé las prácticas, llevaba dos años en la universidad, ajena al mundo educativo actual en los colegios. Me matriculé en la mención TICE (tecnologías de la información y la comunicación en la educación) siendo consciente del innegable boom que las nuevas tecnologías están creando en la sociedad. O por lo menos yo creía que era consciente de esto. Mi primer día en la clase de Carmen hizo que esto que yo consideraba una opinión personal se convirtiera en un deber.
Al principio me asombró lo bien que manejaban los niños la pdi, los programas educativos, lo atentos que permanecían a los vídeos, etc. Pero mi sorpresa fue cuando los niños comenzaron a enseñar sus presentaciones realizadas con programas como Power Point, o sitios web como Prezi o Powtoon. Mi primera reacción fue pensar que eso no era posible, que los habrían ayudado en casa o habrían tardado muchísimo tiempo en hacerlo.
Esta opinión cambió cuando día a día iba ayudando a Carmen con su clase de Lenguaje digital en todas las clases del tercer ciclo y veía los trabajos que los niños realizaban en la misma aula. Me atrevo a decir, que muchos de estos niños, creaban presentaciones de gran nivel estético que dan mil vueltas a las que hacemos en
la universidad actualmente.
Por esto mismo debemos estar preparados y ser conscientes que por mucho que lo queramos obviar, es una realidad. Una realidad con la cual se trabaja muy gratificantemente y de la cual debemos ser partícipes. Sin dejar de lado, como indicó Don Juan en la conferencia del martes pasado, los métodos tradicionales, los cuales son la base fundamental de la educación.
Desde aquí y en representación de los alumnos de Magisterio, doy las gracias a maestros como Carmen y Juan, por acudir a nuestra universidad a compartir con nosotros sus experiencias y proyectos. Ya que al fin y al cabo, es lo que nosotros nos vamos a encontrar y con lo que vamos a trabajar en un futuro, cuando seamos docentes.
Espero que este tipo de conferencias se sigan repitiendo en nuestra facultad, dándonos la oportunidad de aprender de ellas.
Marian Álvarez Rodríguez