Resulta que se ha demostrado experimentalmente que la fuerza ejercida sobre un cilindro rotando sumergido en un medio granular es independiente de la altura del material granular que esté encima del cilindro bajo determinadas condiciones experimentales.
Esto es muy interesante, porque lo que se esperaba es que fuera un fenómeno completamente hidrodinámico, lo que quiere decir que el material granular se comporta casi como si fuera un fluido. si eso es cierto, entonces la cantidad de fluido por encima de cilindro tiene una influencia clara en la presión que se ejerce sobre el cilindro, al «pesar» el material sobre el cilindro sumergido.
Pero resulta que si se hace rotar el cilindro lo suficientemente despacio, el cilindro crea una especie de «cueva», un hueco en el material granular, que provoca que el movimiento del cilindro sea independiente de la altura del medio granular que está por encima. Esto es muy interesante, porque quiere decir que si se desea hacer un agujero en un medio granular, si se rota en taladro lo suficientemente despacio, no hay que hacer tanta fuerza. El motivo es que al no depender la fuerza ejercida sobre el cilindro de la altura de medio por encima, esencialmente se reduce y hace constante el valor de esa fuerza.
Para poder hacer las mediciones utilizaron un sistema muy ingenioso: Mantuvieron fijo el cilindro sumergido en el medio granular y rotaron el contenedor del medio granular, mirar el esquema:
Y la siguiente imagen muestra como el torque disminuye mucho si se trabaja lo suficientemente despacio:
Esto es muy interesante no sólo por la física que tiene detrás, sino también porque abre la puerta (de mi imaginación, al menos) a sistemas capaces de taladrar cuerpos celestes compuestos por polvos agregados, al menos superficialmente, con mucha menos potencia y esfuerzo, lo que es importantísimo en misiones espaciales, donde cada gramo de más es muy difícil de justificar.
Enlace al artículo: http://journals.aps.org/prl/abstract/10.1103/PhysRevLett.110.138303