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COMPETENCIAS PARA EL CONFINAMIENTO

Ha llovido ya bastante desde que la Universidad española se tuvo que adaptar al EEES (Espacio Europeo de Educación Superior) y nos tuvimos que acostumbrar a diseñar nuestras asignaturas basándonos en competencias más que en contenidos. La verdad es que este cambio supuso, para mí personalmente, un alivio, ya que nunca ni mi forma de aprender ni mi forma de enseñar habían sido compatibles con un modelo transmisivo en el que se prima la memoria y el almacenamiento de contenidos.

Por tanto, adapté desde un principio mis asignaturas y mis formas de evaluación para poder profundizar en las competencias de mis estudiantes y no en su capacidad de retención. Esto no tiene nada que ver con que mis asignaturas sean menos científicas, más relacionadas con lo social, más humanísticas ni nada por el estilo. Os aseguro que, si quisiera, les podría imponer a mis alumnos la memorización de cientos de listados, definiciones, normas, leyes, criterios, etc. La Psicología de la Educación también es susceptible de ser memorizada. Sin embargo, prefiero intentar orientar la construcción de su conocimiento para que comprendan las teorías que sostienen las prácticas educativas y aprendan a pensar desde ellas de una manera crítica. Y quiero pensar que, en la mayoría de los casos, lo consigo.

En este sentido, cuando ha llegado el Gran Confinamiento, no he tenido que cambiar gran cosa en mi forma de evaluar a mis estudiantes. Incluso podría haber mantenido los trabajos grupales, si ellas y ellos no hubiesen manifestado su inquietud para organizarse con medios tecnológicos con los que no estaban familiarizados (son estudiantes de primero). He sustituido esos trabajos, que eran tutelados por mí en el aula (no realizados por ellos en solitario fuera del aula) por tareas en las que deben aplicar el conocimiento que les doy en las clases on-line y las lecturas obligatorias.

Para realizar estas tareas, los estudiantes deben consultar los materiales docentes y no me importa en absoluto que hablen entre ellos y ellas, porque eso les enriquece y aprenden con la relación que establecen. No son tareas cerradas con una respuesta única, de modo que hay diversas formas de responder adecuadamente (y muchas veces responden mejor que yo en el texto modelo que les ofrezco para que autoevalúen su tarea).

Un ejemplo de una de estas tareas es el siguiente: a partir de un vídeo (tomado de YouTube) en el que un terapeuta interviene con un niño con autismo para enseñarle a pedir cosas, los estudiantes debían describir las funciones pragmáticas, las habilidades comunicativas y los exponentes lingüísticos que se están trabajando, así como explicar qué criterios y estrategias se han seguido para el diseño de esta actividad. 

Es importante fijar una extensión máxima de este tipo de tareas, unos criterios claros de corrección o un modelo de respuesta válido y una retroalimentación en forma numérica que refleje el porcentaje de la nota correspondiente a dicha actividad.

En mis asignaturas siempre he realizado una evaluación continua, de modo que sólo se tendrán que presentar a un examen final aquellas personas que no hayan alcanzado las competencias de la asignatura por evaluación continua. Este «examen» no tiene que ser diferente a las tareas que los estudiantes han estado realizando para evaluar sus compencias todo este tiempo, de modo que no me preocupa no poder estar «vigilando» lo que hacen para responder a las preguntas que les plantearé. Conocer no es incompatible con consultar, con preguntar, con buscar apoyo.

Aunque todo esto puede parecer muy fácil, no lo es. Implica leer mucho lo que los estudiantes escriben y buscar formas más eficaces de apoyar su aprendizaje. Esto cuesta bastante más trabajo que corregir exámenes tipo test, es indudable, pero, desde mi punto de vista, es una forma de mediar el aprendizaje más coherente con los presupuestos de la propia asignatura que imparto: la Psicología de la Educación.

Creo que esta situación puede suponer una oportunidad para volver a pensar en ese cambio que el sistema educativo español lleva tanto tiempo intentando dar: pensar en competencias para aprender, para aplicar y para construir el conocimiento. El modelo transmisivo de enseñanza huele ya tanto a naftalina que no se puede aguantar más. Los manuales sobre educación publicados en otros países de nuestro entorno europeo no tienen nada que ver con lo que está pasando aquí y con la forma que sigue imperando en nuestro país de entender la educación. Nuestras leyes siguen siendo más avanzadas que nuestras prácticas. Es hora de que nos pongamos a su altura.

Helena Eyimi: Mujer, madre, doula, matrona

(ESTA ENTREVISTA FUE PUBLICADA ORIGINALMENTE EL 24/04/2010. EN LA ACTUALIDAD, HELENA YA ES MATRONA.)

Por su aspecto, pocas personas dirían que Helena Eyimi nació en Madrid el 7 de marzo de 1975. Hija de madre talaverana (nacida en Campillo de la Jara) y padre guineano, Helena pasó su infancia y su adolescencia en Talavera. A los 17 años decide irse a Madrid a trabajar, y desde entonces no para de viajar por europa y américa, aprendiendo inglés, francés e italiano y acumulando experiencias vitales que han hecho de ella una persona creativa y de mente abierta.

Pero hace unos años decide poner freno a su viaje y regresar a Talavera a formar una familia. Casada con un talaverano, su primer embarazo iba a marcar el rumbo de lo que hasta ahora se ha convertido en su objetivo vital: conseguir que las mujeres vivan su embarazo y su maternidad con la alegria que merece el acto de traer un nuevo ser a este mundo.

Beatriz. ¿Cómo surge en tí el interés por los temas de maternidad y mujer?

Helena. Me quedo embarazada en 2003, hasta entonces no tengo ningún interés en los temas de mujeres en especial, pero unos meses antes de quedarme embaraza decido conocer a mi padre, y es cuando voy a Guinéa. Es entonces cuando realmente empieza un cambio en mi vida, cuando voy y veo cómo están las mujeres, cómo se ayudan unas a las otras, como comparten la crianza con los niños, cómo sienten lástima de mí porque vivo sola, en un piso propio, en una gran ciudad, con un trabajo y con un buen sueldo… y el hecho de viajar a Ginéa y el hecho de ver esa diferencia, no solo de vida, sino ver que no soy yo la que se encuentra en las mejores condiciones, sino que son ellas, me hace decidir que es un buen momento para tener un hijo y cambiar de vida, vivir cerca de mi familia, de la naturaleza, estar en contacto con la tierra y todas esas cosas.

B. ¿Qué encontraste en Talavera cuando volviste?

H. Cuando volví a Talavera me di cuenta de que mis amigas y yo ya no teníamos nada que ver. Comencé a buscar un grupo afín, pero me di cuenta de que no existía. Las personas a las que conocía no compartían los mismos proyectos que yo tenía. Pero bueno, lo dejé ahí y me quedo embarazada, y como mis amigas de Madrid, de Londres, de Estados Unidos todas parían en el agua, o parían en sus casas, en Inglaterra era tan común, pues yo creí que aquí iba a ser igual, y me di cuenta de que no, de que para nada. Fui a las clases de preparación al parto en Talavera pero allí mi pareja era el único hombre que asistía. Yo hablaba mucho, hacía muchas preguntas, ponía en duda las cosas que allí se decían, y la matrona finalmente me invitó a no volver, ya que desde su punto de vista estaba revolucionando a las embarazadas. Yo ya había leído mucho sobre embarazo y parto y sobre las recomendaciones de la OMS.

B. ¿Entonces qué hiciste?

H. Busco a través de internet una matrona, contacto con Ángeles Pérez y asisto a sus clases de preparación al parto donde encuentro un grupo de personas afines de fuera de Talavera. Empezamos a reunirnos con el grupo con el que luego fundamos El parto es nuestroViajábamos muchísimo, nos reuníamos en distintos sitios… me di cuenta de que existía un grupo de mujeres con mucho interés por el embarazo y el parto como tenía yo.

B. ¿Cuál fue tu experiencia durante el embarazo y el parto en Talavera?

H. Durante el embarazo y el parto mi experiencia en Talavera fue nula, no había natación para embarazadas, por supuesto no había yoga para embarazadas, y bueno, mi parto fue bastante traumático y muy desagradable. Está publicado. Mi parto fue un parto muy traumático y desagradable a pesar de que la bebé nació en perfecto estado de salud. La matrona me regañaba constantemente como si yo me estuviese portando mal… me regañaba, me chillaba. Entonces para mí fue una sacudida enorme en mi vida. No me podía imaginar esto, que me pasase eso en la época en la que estamos ¡Y que les pase a todas las mujeres! Dije: «No me puedo creer lo que me está pasando.» Entonces, cuando nació mi niña me volví como un poco loca. Es verdad que me cuidé muchísimo durante el puerperio, porque tuve una matrona maravillosa, Ángeles Pérez, que me enseñó a cuidarme durante el puerperio, pero una vez salía hacía folletos en mi propia casa, los imprimía, se los daba a las embarazadas por la calle…

B. Se los dabas a mujeres de Talavera

H. Si. En el mismo parto decidí que iba a ser matrona. Hay que cuidar a la mujer en el parto, mimarla, protegerla, escucharla…

B. Entonces lo primero que hiciste fue imprimir folletos, esa fue tu primera acción.

H. Lo primero que hice fue imprimir folletos con las recomendaciones de la OMS. Después de imprimir los folletos decidí que iba a hacer una asociación para ver si había más mujeres. Me empecé a formar como doula, porque me di cuenta de que lo que yo quería hacer era ayudar a las mujeres, ese era mi objetivo. Escribo artículos y por supuesto denuncio a la matrona. Envío 20 sobres con el relato de mi parto y con una carta de introducción diferente para cada uno de los organismos a los que envío la carta. Hacía una pequeña introducción de mi caso y decía lo que quería que esa organización hiciese por mí. Por ejemplo, a la defensora del pueblo de Castilla-la Mancha le decía: «la ley dice que tú como defensora del pueblo tienes que ayudarme en esto, esto y esto, y yo quiero que lo hagas.» Entonces empiezo a cartearme con la defensora del pueblo durante meses, con la defensora del paciente, me aprendo la ley de atención al paciente, me la leo, saco los artículos relacionados con mi caso, veo que en mi parto se ha incumplido completamente la ley y decido decírselo al hospital, que las recomendaciones de la OMS son recomendaciones pero la ley es la ley.  Mientras tanto, organicé las primeras Jornadas de Embarazo, Parto y Atención Materno-infantil, en el Vivero de Empresas. Pedí una subvención al Centro de la Mujer como persona individual y me preguntaron porqué quería hacer yo las jornadas, y yo les dije: «pues porque hace falta información», y me dijeron: «Tú nos tienes que demostrar que esa necesidad existe, tienes que justificar porqué quieres hacer las jornadas.» Entonces hice 60 entrevistas a mujeres embarazadas y 60 a mujeres con bebés pequeños por la calle, que las tengo, les hice un cuestionario sobre la información que habían recibido sobre el embarazo, si conocían las recomendaciones de la OMS sobre el parto, si les gustaría reunirse con embarazadas y madres con niños pequeños para hacer actividades, etc. Y todas estas entrevistas las llevé al Centro de la Mujer y les di todo el análisis y les demostré que hacía falta, que las mujeres necesitaban un espacio donde juntarse y ser informadas.

B. Entonces ya no pudieron decir nada

H. No pudieron decir nada, y entonces me dieron la subvención.

B. ¿Fue mucha gente?

H. Nada, fue poquísima. Pero vinieron las matronas.

B. ¿Qué conclusiones sacaste de esas jornadas?

H. Conclusiones…. Talavera es una bomba, hay que tener mucho cuidado porque hay mucho odio y mucho rencor, y también me di cuenta de que Talavera todavía era un pueblo. En aquella época salimos en un programa de TV que se llamaba «Padres en apuros». Yo ya había empezado a trabajar como doula y en el programa salí yo y una de las mujeres con la que yo trabajaba. Las matronas vieron ese reportaje y vinieron a las jornadas a decir que lo habían visto, que era mentira todo lo que se decía ahí, y le dicen a la mujer que salía en el reportaje que la conocían, que era ella la que salía en el reportaje, que se iba a enterar… y a los dos días se pone de parto y la maltratan en el parto. Entonces, conclusión de las jornadas: Talavera no está todavía preparada para el cambio (esto fue en el 2004), Talavera tiene su proceso. Por un lado siento que me toca ser pionera pero por otro lado siento miedo porque el colectivo de matronas de Talavera decide denunciarme por intrusismo .

B. ¿Llega a algún sitio esa denuncia?

H. No, porque no se puede denunciar. La denuncia era inviable. Pero bueno, siento miedo y presión, me da miedo hasta ir al médico.

B. Háblame de la fundación de Dando Vida y de Criando Juntas

Dando Vida la fundo con mi hermana y con una amiga, para crear un grupo de familias que tengan en común la visión de la crianza que yo tenía. Como todavía no existen esas familias decidí fundar primero la asociación, el nombre y la entidad invisible que tenga fuerza. Ya no usaba más mi nombre sino el nombre de esta entidad. La asociación éramos tres personas al principio. A través de la asociacion hacía grupos de crianza, grupos de embarazadas, y cuando estaba haciendo la formación de profesora de yoga hice relajación para embarazadas en el agua. Pero siempre tenía que tener mucho cuidado con los términos que usaba porque las matronas me querían denunciar. El caso es que iba bien, venían mujeres, la gente estaba interesada. La realidad es que había un vacío que había que llenar de alguna manera… y que no se ha llenado, porque yo no hago más la natación y nadie lo hace.

B. Después hiciste unas segundas Jornadas

Entonces hago las segundas jornadas en la biblioteca Jose del Hierro y es cuando decido que me voy a formar, que la formación que estoy recibiendo como Doula es escasa y decido formarme para ser matrona. Yo tenía mucho tiempo e iba a todos los cursos y charlas que podía, en Barcelona, Madrid, iba a todo lo que podía. Pero sentía que no era suficiente.

B. La asociación en principio la fundaste tú…

Sí. Lo que yo pretendía de la asociación es que nosotras con nuestra asociación pudiésemos hacer lo que quisiéramos. Es decir, que la asociación fuera una plataforma para que nosotras, cada una especialista en temas diferentes todos relacionados con la crianza, pudiésemos dar a conocer la asociación pero sobre todo trabajar para la comunidad. No tanto que viniesen muchas mujeres a nosotras, no tanto que la asociacion creciese, sino nosotras hacer cosas para la comunidad: charlas informativas, reuniones… Entonces fue cuando hubo un cambio en la asociación, de roles, de dirección, de nombre, y se convirtió en Criando Juntas. Pero sigo creyendo por mi experiencia con El Parto es Nuestro que es posible. El problema es que si quemas a las personas que más activas están en la asociación, las pierdes. En ese sentido, yo decidí derivar mi energía a mis estudios y a mi familia y decidí dejar un poco mi actividad en la asociación en cuanto a Criando Juntas se refiere, no a El Parto es Nuestro.

B. Pero tú sigues haciendo cosas con embarazadas por mi cuenta.

H. Si, yo sigo haciendo cosas con embarazadas. Hay que seguir trajando siempre. Sigo dando clases de yoga para embarazadas, acompañando a mujeres en los partos, he seguido trabajando como doula, he estado en partos en Madrid y sobre todo he seguido activa en El Parto es Nuestro. Esta asociación tiene una visión mucho más directa, ahí no hay medias tintas, ahí todas saben a dónde vamos, y eso es una energía… el asociacionismo es sumamente potente, porque cambias la ley, tienes la fuerza del colectivo, es enorme. Lo que tú crees que sola no puedes hacer, en grupo puedes hacerlo. En El Parto es Nuestro las mujeres se animan mucho las unas a las otras, y hay muy pocas ideas que no sean llevadas adelante. Acaban de publicar un libro precioso, «Madres heridas, heridas de madre». Quién iba a imaginar que una asociación iba a sacar un libro así. El Parto es Nuestro no desecha nada. ¿La tele? Pues la tele, venga, documentos TV. ¿La ley? la ley, venga. Tiene mucha fuerza. Criando Juntas es diferente. Es muy amplio, no tiene un objetivo principal: que si la lactancia, que si la crianza, que si la educación. Sin embargo, El Parto es Nuestro es muy directo. Y claro, las mujeres trabajan… unas más, otras menos, pero nos motivamos mucho las unas a las otras. El Parto es Nuestro ahora está formando a los profesionales. Es que las madres van al 12 de octubre a dar charlas a las matronas y a las enfermeras, a los ginecólogos y a los estudiantes. Entonces hay un poder colectivo de mujeres enorme. Un poder tan fuerte que cambia la ley, y el cambio viene a través de los usuarios, de las mujeres. La energía de las mujeres con el tema de la maternidad y a través de Internet.

B. Y para terminar, ¿Qué te ha aportado a tí Talavera en este ámbito?

H. A mí Talavera lo que me ha aportado es una red de amigas, de seres muy cercanos a mí, que viven, que vivís la vida de forma muy parecida a la nuestra, en la familia. Yo sí siento un apoyo con Criando Juntas, una ayuda. Al fin y al cabo me doy cuenta que mis más íntimas amigas son las mujeres de Criando Juntas, con las que comparto más, con las que me siento mejor, que se que me váis a entender, me vais a dar apoyo emocional, cercanía. La ciudad de Talavera, yo he elegido vivir en Talavera, aquí está mi casa, mi familia, mi hogar, mis mejores amigos y amigas por ahora.

B. ¿Crees que ya has hecho todo lo que tenías que hacer aquí?

H. Lo que creo es que la mujer necesita ayuda desde los puntos públicos, es gual que cuando tú hablas del colegio público, yo pienso lo mismo en la sanidad. Y aunque si yo me quedase embarazada iba a parir otra vez en casa, creo que la mujer que va a los centros de salud, a las clases de preparación al parto, al gínecólogo, y que va a parir, esas son las mujeres que necesitan realmente personas sensibles al lado, personas profesionales.

B. ¿Por eso estás estudiando para ser matrona?

H. Por eso estoy preparándome para ser matrona y quiero ser matrona del sistema público.

B. ¿Trabajarías en Talavera de matrona? ¿No crees que sería como cerrar un círculo que has abierto?

H. mmmm…yo creo que sí. Yo creo que Talavera está cambiando. Poco a poco, como todos los lugares. Todavía tengo mucho que aportar a Talavera, es el lugar en el que vivo. No me averguenzo de lo que hago ni de lo que he hecho, estamos en una democracia y cada uno puede expresarse como quiera, no es una dictadura. Hubo una época en que sentí mucha presión sobre mi persona.

B. Cuando organizamos las terceras Jornadas sobre embarazo y parto recuerdo que te sentías muy presionada.

H. El miedo es malo para hacer las cosas. Yo no quiero sentirme presionado y llevar a mi niño a vacunar y tener miedo, o estar embarazada y tener miedo a que me digan o no me diga. No es justo, no es justo. Para mí fueron importantísimas las Jornadas que organizamos en la Universidad. Tantas mujeres jóvenes escuchando esto que ojalá lo hubiese escuchado yo, compartiendo. Recuerdo perfectamente la música, nuestros chicos con los niños entrando y saliendo. Eso fue algo mucho más grande, todo ese bullicio, el mundo universitario, ya no solo mujeres embarazadas, no no, preparación preconcepcional, eso fue muy interesante también y es hacia donde voy: la educación para la salud, el acompañamiento y la información desde todos los puntos. ¿Y Talavera qué me aporta? Pues muchas cosas, pero Talavera todavía me da un poquito de…. miedo… no miedo pero respeto.

B.¿Qué vas a hacer a partir de ahora?

H. Yo tengo que formarme y voy a seguir formándome y el destino me llevará donde sea el mejor lugar. Voy a probar a estudiar en Portugal la especialidad de matrona, pero no se si me iré definitivamente. Las mujeres de aquí necesitamos muchas cosas. Y ya no solo de Talavera, también de su comarca. Talavera tiene una capacidad enorme para convertirse en pionera en la provincia de Toledo y estar a la cabeza de las buenas prácticas en la atencion a la mujer. Tiene que ofrecer diferentes alternativas a las mujeres embarazadas: yoga, natación, relajación. Es una ciudad que está muy cerca de Madrid y atiende a una gran cantidad de población. Las mujeres de aquí lo necesitamos. ¿Porqué lo hacen en Vitoria y en Talavera no? ¿Porqué me voy a tener que ir a Madrid para hacerlo? Y cuando se ha hecho ha habido una buena respuesta. Eso es lo que me anima a seguir, que el otro día en yoga vinieron 13 mujeres y era el segundo día. Es que hay una necesidad, la ciudad nos pide movimiento, y no solo comercios nuevos, no solo el Cuchipanda, no solo un centro comercial. No, nos piden cosas, cosas diferentes, y hay muy buena respuesta por parte de las mujeres. Talavera no es tan paleta y tan anticuada como muchas veces decimos, no, Talavera la hacemos los que vivimos aquí y aquí vivimos gente muy diferente. Si queremos que esto cambie tenemos que hacerlo nosotros. ¿O esperamos a que vengan otros a hacerlo?

B. ¿No crees que lo que pasa en las provincias es que hay competitividad por el liderazgo?

H. Porque todavía falta la mentalidad de la ayuda colectiva. Pero nosotras tenemos muchas cualidades y mucho potencial.

Helena se marcha. Lleva unos libros de enfermería bajo el brazo. Tiene un objetivo en su mente y todos sus actos van dirigidos a una meta: que la atención a la mujer mejore y que las mujeres podamos vivir nuestra maternidad con todo el placer y la felicidad que el acontecimiento merece.