Bioneuroemoción: marca registrada

Había oído hablar de esta pseudoterapia new age pero no sabía el grado de maldad, de perversión y de dolor al que se puede llegar mediante la difusión de pseudoterapias, hasta que el pasado febrero, participé en la Jornada de Terapias Peligrosas organizada por Fisioterapia Sin Red y la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC). En esta jornada pude conocer de boca de oncólogos y fisioterapeutas que contaban los casos de personas que habían abandonado sus tratamientos en favor de esta peligrosa pseudoterapia. Algunas de las pseudoterapias que he descrito en mis aportaciones en Diario Sanitario son nimiedades si las comparamos con los métodos pretendidamente sanadores basados en “el origen emocional de la enfermedad”, como la Bioneuroemoción, Biodescodificación, Psicobiodescodificación, Neurocoherencia y otros diferentes por el estilo que, como no podía ser de otra manera, no tienen ninguna evidencia científica que los avale o justifique, más bien si acaso, lo contrario por las muertes que está provocando».

El pseudofundamento de esta falsa terapia es, según sus promotores, que la enfermedad no existe sino que es una respuesta psicológica de tu propio cuerpo ante un conflicto. Así el enfermo es el propio causante de su enfermedad, ya sea un dolor de cabeza, una infección o un cáncer y para curarse deberá buscar la emoción inconsciente que le provoca su enfermedad, modificarla de forma consciente y, según estos miserables, curarse. La perversión por buscar la culpabilidad del mal que sufre el paciente, quien normalmente ya tiene bastante con su dolencia, es tal, que dicen incluso que un desequilibrio de un antepasado o el entorno de amigos o familiares, podría estar provocando la enfermedad.

Su origen es incierto pues se trata de la conjunción de una serie de ideas de muchas pseudoterapias pero que presenta parecidos con el psicoanálisis o la dianética. Así encontramos nombres como Jung, Groddeck o el Dr. Hamer quien en 1980, tras la muerte de su hijo, fue diagnosticado de un cáncer de testículo y llegó a la conclusión de que no podía ser una coincidencia, que la aparición de su enfermedad orgánica era fruto de un shock psíquico, ampliando el concepto de psicosomático. Es el precursor de la llamada “nueva medicina germánica”, movimiento oficialmente catalogado como secta destructiva por varios de los países europeos por los que rápidamente se extendió. Sobre esta base, personas como Sabbath o Flèche desarrollaron la “biodescodificación” o la “biología total” basadas en la idea de Hamer del paso desde el cerebro a la célula.

En España Enric Corbera, psicólogo catalán cuestionado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña por su falta de rigor y condenado por plagio, registró comercialmente la marca “Bioneuroemoción” y aparece con frecuencia contando su pseudoterapia incluso en Televisión Española y la difunde a través de su Enric Corbera Institute, que en 2015 facturó casi 3 millones de euros. Son numerosos los vídeos de sus charlas en YouTube que acumulan miles de visualizaciones en los que se puede escuchar a Corbera decir cosas como que “se mueren los gilipollas”, “la bioneuroemoción permite llegar a un estado de consciencia cuántica”, “la respuesta reside en nuestra programación inconsciente”, “si una cosa no sale, es que no está en frecuencia con el campo cuántico” o “aquí hay casos muy interesantes de personas que han comprendido que la sanación reside en ellos, no en los demás; han decidido sanarse a lo bestia”. La sucesión de mensajes inconexos, de ideas vagas, términos cuánticos y otras palabrotas, a modo de empanada mental es tal, que un mínimo análisis crítico de lo que dice nos llevará a pensar que este señor es un charlatán, pero el caso es que su mensaje y sus gracias calan, sobre todo en pacientes desahuciados, débiles y vulnerables.

El caso de sanación milagrosa más famoso de Enric y la Bioneuroemoción es el de Maribel Candelas, valenciana enferma de cáncer que colaboraba asiduamente en las charlas de Enric. En estas charlas contaba cómo había abandonado sus tratamientos médicos, que había sido sanada por el método de la Bioneuroemoción y que había superado su cáncer de hígado. El caso es que Maribel falleció en 2015 y la organización de Enric eliminó todos los vídeos en los que aparecía el relato de Maribel. El método fundamental que le costó la vida a Maribel, y que le está costando la vida a otra mucha gente, consiste en “la Cuarentena”. Según el cual, es la forma de renovar las conexiones neuronales para cambiar el campo cuántico que “nos” rodea. Esa cuarentena consiste en alejarse de la familia y amigos, en aislarse para que cualquier enfermedad, incluido el cáncer, fruto del conflicto emocional del entorno, pueda curarse por sí solo. Es terrorífico. Es tal el despropósito que en algunos vídeos el propio Enric sugiere el divorcio de una pareja en caso de cáncer de mama porque podría ser ésta la causa de la enfermedad.

Tal es el alcance de la Bioneuroemoción que desde la RedUNE (Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad) han puesto en marcha una serie de herramientas de apoyo para ayudar a posibles afectados por esta peligrosa pseudoterapia: https://twitter.com/redunecontacto

Si, como decía al principio, puede haber algo tremendamente cruel, malvado y miserable que culpabiliza al enfermo de su enfermedad, a su familia y entorno, eso es, sin duda, la “bioneuroemoción”. Por suerte el pasado 24 de marzo, la Organización Médica Colegial, ha dado luz verde a la creación de un Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias, que permita compartir y transmitir información contrastada, verificada y validada sobre este tipo de pseudoterapias. Así, en colaboración con la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC) y el Círculo Escéptico ofrece un formulario online de denuncia de este tipo de prácticas que está disponible en https://www.cgcom.es/formulario_denuncia.

Publicado en Diario Sanitario el 9 de abril de 2017.