El teléfono móvil, los aparatos de radio o el wifi generan campos electromagnéticos de radiofrecuencia a los que es difícil escapar. Además, las leyendas urbanas los culpan de una serie de males que llevan a miedos, hoy por hoy, infundados. Y es que un equipo de investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha ha dibujado un mapa completo de la ciudad de Albacete y la exposición de sus habitantes a estas ondas, trabajo pionero que ya está publicado y al que añadirán en breve otro estudio en el que demuestran que no hay relación entre estos campos electromagnéticos de radiofrecuencia y casos de cáncer sin causa definida.
No obstante, el Grupo de Investigación de Medidas de la Exposición a Ondas de Radiofrecuencia (MORFEO) de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha publicado parte de sus resultados de investigación en la prestigiosa revista americana Enviromental Research. Una revista con gran factor de impacto en la que se publican trabajos originales que describen los efectos de los agentes ambientales en los seres humanos, entre los que se incluyen las ondas de radio frecuencia.
El artículo que aparece publicado en dicha revista se titula: “Mapa completo de exposición personal a campos electromagnéticos de radiofrecuencia y su potencial aplicación en estudios epidemiológicos”, (“Comprehensive personal RF-EMF exposure map and its potential use in epidemiological studies”), en el que han participado los investigadores de la UCLMJesús González Rubio, Alberto Nájera y Enrique Arribas. De hecho, se trata del núcleo principal de la tesis del ya doctor González Rubio, que han dirigido Arribas y Nájera.
El trabajo recoge, como principal contribución, un mapa de la exposición de las personas a los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF) -generados por la telefonía móvil, ondas de radio, wifi y otras señales en la misma banda de frecuencias- en la totalidad de la ciudad de Albacete, “del que no existen precedentes en ninguna otra ciudad en el mundo, tanto desde el punto de vista de sus resultados como de la metodología desarrollada”, según han indicado los investigadores en un comunicado.
Además, los autores piensan que se puede haber creado un paradigma para futuros estudios, ya que el mapa ha sido preparado con valores de exposición en zonas donde se conocía con exactitud la población residente. “Este hecho es esencial para el cálculo de la incidencia de cualquier enfermedad en futuros estudios epidemiológicos (aquellos que estudian la dinámica de la salud en una población), dado que se pueden comparar los datos de exposición con los datos de prevalencia (número de personas que sufren cierta enfermedad)”.
Por otra parte, el trabajo también revela la debilidad de estudios epidemiológicos anterioresque sólo tenían en cuenta la distancia a las antenas, sin tener en cuenta la exposición que éstas producían en la población. Se trata de una importante aportación a nivel internacional que sitúa a este modesto grupo de investigación en el primer plano de este campo científico.
Envirolomental Research ocupa el decimoquinto lugar en un grupo de 223 revistas (pertenece al primer cuartil, Q1), teniendo un factor de impacto de 4.373.
Además, los investigadores están comparando ahora su mapa con la incidencia de casos de cáncer sin causa definida y no encuentran ninguna relación. De hecho, el estudio lo firma el físico Alberto Nájera, conocido por defender una tesis: “Moriremos todos, pero no por las ondas electromagnéticas”.