Publicada en Sesión Abierta de DiarioAB el 23 de mayo de 2013.
Todavía queda por ahí algún despistado que dice que vivimos en una Democracia. Muchos políticos y periodistas siguen llenándose la boca de democracia y justifican su legitimidad en una ley electoral injusta y una legalidad hecha por ellos y para ellos, no para el pueblo. No tienen vergüenza.
Y ¿por qué no es una Democracia? Pues la respuesta es fácil: porque no lo es. Miremos el diccionario de la Real Academia donde se puede leer que Democracia es el «predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado». No es democracia porque votar una vez cada cuatro años, basándonos en un programa que en raras ocasiones se cumplen (lo del PP ahora no es novedad, el PSOE tiene gran experiencia), no es «predominio del pueblo en el gobierno político», como no podrás tener una vida sexual activa follando una vez cada cuatro años.
Me gusta hacer el siguiente ejercicio: ¿podrías decirme el nombre de 3 diputados o de 3 senadores por tu provincia? O más fácil, dime 2 del partido al que votaste. Más divertido: dime cómo se llaman 3 concejales de tu ciudad, o el presidente de la Diputación de tu provincia (ya no digamos diputados), o el nombre de 3 ministros… Ahora sí te voy a poner en un aprieto, dime el nombre de 3 eurodiputados de los 754 que hay. ¿Cómo podemos hablar de una verdadera Democracia si ni tan siquiera somos capaces de decir el nombre de unos pocos de nuestros supuestos representantes? Por supuesto que no pregunto por el nombre de ninguno de los más de 15.000 asesores que se calcula que pagamos entre todos y que acceden a sus puestos «a dedo», sin necesidad de demostrar la más mínima capacidad ni formación. A la vista de lo anterior parece que vivimos realmente en una ‘asesocracia’.
Pero no solo por tener una mayoría de políticos que no nos escuchan, que maman y maman y vuelven a mamar, que nunca han trabajado, que acumulan y encadenan cargos políticos desde tiempos inmemoriales sin rendir cuentas a quienes se supone que representan, que pertenecen a partidos donde tampoco se ejerce la democracia, que acceden a listas cerradas no se sabe cómo… Tenemos una falsa democracia representativa fruto además de una ley electoral absolutamente injusta que garantiza que el voto de un abulense no valga lo mismo que el voto de un albaceteño. Una ley que penaliza a las minorías, ignora la abstención o los votos en blanco.
Por todo ello te recomiendo que eches un vistazo a esta iniciativa www.ahoratudecides.es en la que ya han participado más de 8.000 personas. ¿Sabes cuántas personas participan en una encuesta de las que usan los medios de comunicación para reírse de nosotros? A veces no llegan a 500… ¡Participa!