Investigadores de la UCLM dicen que las antenas no dañan la salud

Publicado en La Verdad el 4 de abril de 2011.

El proyecto de investigación científica titulado ‘Contaminación electromagnética medioambiental: caracterización de la exposición personal a campos electromagnéticos de radiofrecuencia’ -que están desarrollando los investigadores Alberto Nájera, Enrique Arribas y José Manuel Villalba del área de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM)- sigue avanzando en los objetivos previstos y cuenta ahora con significativa novedades. Nuevos medios técnicos y primeras conclusiones importantes pueden ayudar a arrojar luz sobre los riesgos, o no, de las antenas de telefonía móvil en la ciudad.

En este sentido, el investigador principal de este proyecto, Alberto Nájera, explicó que han adquirido otro equipo de medición de la empresa alemana Maschek, cuya principal característica pasa por medir menos bandas de frecuencia, pero de forma mucho más sensible. La inversión que se ha realizado, señaló, es de 3.000 euros.

De otro lado, el investigador dijo que ya se han elaborado dos mapas: uno con todas las antenas de Albacete que enlaza las medidas del Ministerio de Industria y otro con las trayectorias seguidas por los voluntarios que casi cubren la totalidad de la superficie de la capital, que en breve estarán en la web con la que cuenta el proyecto: http://aurl.es/62c , o en el grupo de Facebook denominado ‘Proyecto Antenas Albacete’.

Además de las actividades de investigación, están desarrollando una intensa actividad divulgadora. La pasada semana, los investigadores estuvieron en la localidad toledana de Consuegra, donde hay cierto movimiento vecinal en contra de la instalación de una nueva antena, con el fin de informar a la población sobre los posibles riesgos para la salud de las ondas de radiofrecuencia.

Además, dos voluntarios de la población han portado sendos medidores y han realizado una medida durante unas 8 horas sin que en ningún caso se hayan sobrepasado los límites legales, en general, entre 2000-20000 veces por debajo, manifestó el investigador principal de este proyecto de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Dijo Nájera que este proyecto de investigación que se lleva a cabo en este área universitaria de la Facultad de Medicina pretende analizar la exposición a ondas de radiofrecuencia, esto es, de todo el espectro electromagnético la parte de FM, TV, Tetra, teléfonos móviles, Wifi, Dect, Wimax, calculando el valor medio de cada una de las 14 bandas de frecuencia en al menos 200 voluntarios que están llevando el exposímetro durante al menos 24 horas, así como un localizador GPS para que luego, el equipo de investigación pueda saber dónde han estado los voluntarios.

El exposímetro, que cuesta unos 7.000 euros y es del tamaño de un bote de champú, mide cada 3 segundos las 14 bandas de frecuencia, y pesa poco más de 400 gramos.

Primeras pruebas

En este punto, el investigación ofreció algunos resultados de las primeras pruebas realizadas. Pues bien, las primeras pruebas que se han llevado para familiarizarse con el equipo muestran que las ondas más intensas que recibimos provienen de los inalámbricos de casa y de las redes Wifi, aunque hay que destacar que los valores máximos observados están «como era de esperar», unas 1500-2000 veces por debajo del límite. «Es como si por una autopista limitada a 120 kilómetros hora fuéramos a 12 metros por hora, así nunca saltaría el radar», manifestó el investigador.

En las inmediaciones de la antena de Alcalde Conangla, los valores son normales y siempre muy por debajo de los límites legales, «por supuesto mucho más bajos que los límites seguros», declaró Nájera, quien apuntó que la investigación que están desarrollando con este proyecto es similar a una realizada en varias ciudades suizas en la que analizaron el espectro de radiación electromagnética de radiofrecuencia al que estaba sometida la población, «que es lo que estamos haciendo en Albacete».

Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su boletín del pasado mes de diciembre, recogió una revisión sistemática de 117 trabajos publicados en revistas científicas de reconocido prestigio entre 2006 y 2009.

Así, se analizaron estudios que investigaban la posible relación entre las ondas electromagnéticas de radiofrecuencia procedentes de estaciones base de telefonía móvil y, entre otros, síntomas inespecíficos (dolor de cabeza, alteración del sueño, dificultades de concentración), niveles de hormonas, actividad cerebral, conductancia de la piel, ritmo cardíaco, genotoxicidad, cáncer, hipersensibilidad, funciones cognitivas.

Últimos estudios

En este punto, el investigador declaró que las conclusiones en conjunto son claras: la revisión de los últimos estudios «no indica una relación entre salud y exposición a radiación electromagnética de estaciones base de telefonía móvil a los niveles que nos encontramos en nuestra vida diaria. Esta conclusión puede ser considerada como muy relevante».

Otra conclusión interesante es que cuanto más preciso es el análisis, menor es la posible relación estudiada. «Los efectos a largo plazo se siguen estudiando, pero debido a los bajísimos niveles de exposición, este estudio objetivo es difícil de realizar debido a la cantidad de factores ya conocidos que tienen efecto sobre la salud (contaminación, tabaco, pesticidas, productos químicos, etc.) y por tanto aislar el efecto de las antenas es muy complejo», explicó Alberto Nájera, quien apuntó para concluir que el efecto a largo plazo sobre niños y jóvenes deber seguir investigándose, así como el efecto de otras fuentes de radiación como los terminales móviles y los teléfonos inalámbricos (Dect), y también las redes Wifi.

«Nuestro trabajo pretende en primer lugar medir la exposición a estas otras fuentes de radiación, además de las antenas, incluyendo Fm, TV, Wimax, Tetra, etc. Luego veremos la posibilidad de estudiar efectos sobre la salud», añadió el profesor Nájera López.

EL PROYECTO

1 ¿Por qué se lleva a cabo este proyecto? Según explica la Universidad en la web de esta iniciativa, en los últimos años, los campos electromagnéticos de radiofrecuencia han experimentado un incremento considerable debido al desarrollo de la Sociedad de la Información. No se conoce con detalle el espectro de la radiación a la que está sometida la población y la contribución de cada banda de frecuencia: radio y televisión, telefonía móvil, telefonía inalámbrica o redes inalámbricas Wifi.
2 ¿Qué se pretende? Determinar la radiación recibida por 200 habitantes de la ciudad de Albacete -se comenzó pensando en un centenar de voluntarios-, distribuidos geográficamente de manera que se cubra la mayor parte de su superficie.
3 ¿Cuál es el papel de los voluntarios? Los voluntarios portan durante un día un dispositivo EME Spy 140 de Satimo. Es del tamaño de un bote de champú, mide cada 3 segundos las 14 bandas de frecuencia, y pesa poco más de 400 gramos.
4 ¿Hacen vida normal los voluntarios? Sí. Los voluntarios, mayores de 18 años y de ambos sexos, hacen vida corriente mientras portan el medidor. Se realizan mediciones en días laborables y fines de semana o festivos. Al menos una tercera parte de los voluntarios repetirán las medidas con el fin de determinar diferencias temporales.
5 ¿Para qué servirán las conclusiones? Los datos registrados permitirán caracterizar la radiación electromagnética de radiofrecuencia a la que está sometida la población castellanomanchega. En un futuro se podrán evaluar posibles efectos sobre la salud, y sobre todo, permitir la formación de la población en estos temas tan sensibles.
5 ¿Qué dicen las primeras conclusiones? Según explicó el profesor Alberto Nájera, «las primeras pruebas para familiarizarnos con el equipo muestran que las ondas más intensas que recibimos provienen de los inalámbricos de casa y de las redes wifi, aunque hay que destacar que los valores máximos observados están, como era de esperar, unas 1500-2000 veces por debajo del límite. Es como si por una autopista limitada a 120 km/h fuéramos a 12 metros por hora».
Fuente: UCLM y La Verdad