Dolores Utrilla, Expropiación forzosa y beneficiario privado. Una reconstrucción sistemática, Marcial Pons, 2015

9788416402229Dolores Utrilla Fernández-Bermejo, Expropiación forzosa y beneficiario privado. Una reconstrucción sistemática, Marcial Pons, 2015.

Resumen

El ejercicio de la potestad expropiatoria en beneficio de sujetos privados plantea varios problemas jurídicos característicos a los que el Derecho público debe ofrecer una respuesta adecuada. Ello exige reconsiderar ciertos extremos de la configuración normativa de la expropiación forzosa como institución de Derecho público, en la cual el beneficiario ocupa un lugar central en tanto que sujeto que encarna al interés público a que la expropiación, como instrumento, viene a servir. La concepción del beneficiario como sujeto favorecido por la producción de un daño legítimo o autorizado por el ordenamiento, así como la integración sistemática de la potestad expropiatoria en el marco que proporcionan el Derecho constitucional, el Derecho europeo y el Derecho administrativo general y sectorial, permiten ofrecer un modelo dogmático parcialmente renovado de la expropiación forzosa y de la figura subjetiva de su beneficiario. Modelo éste que resulta acorde con las dos funciones principales que al Derecho administrativo corresponde desempeñar: proteger los derechos individuales frente al poder, y procurar la actuación eficaz de la Administración en la tutela y promoción de los intereses generales.

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La administración de la escasez, L. Arroyo y D. Utrilla (dirs.), Marcial Pons 2015

9788416212927La administración de la escasez. Los fundamentos de la actividad administrativa de adjudicación de derechos limitados en número, L. Arroyo y D. Utrilla (dirs,), Marcial Pons, 2015.

Resumen

La Administración pública de nuestro tiempo está llamada con mucha frecuencia a adjudicar derechos limitados en número. Esos derechos o recursos escasos pueden ser de lo más variado (títulos habilitantes, prestaciones públicas, subvenciones, contratos, plazas de empleados públicos, etc.) y, por tanto, su asignación está sometida a reglas muy diversas. Sin embargo, al mismo tiempo resulta visible que en todos estos ámbitos la actividad administrativa de adjudicación de recursos escasos plantea ciertos problemas característicos, así como que las soluciones y tratamientos que proporciona la regulación sectorial tienden muy a menudo a converger, al menos en cierta medida. El motivo reside en que en esas áreas la Administración ejerce una misma función consistente en adjudicar recursos escasos en situaciones de concurrencia. Y esa circunstancia común determina que su régimen jurídico, aun estando marcado por la diversidad y el pluralismo, presente algunos rasgos tendencialmente semejantes. Desde una perspectiva normativa puede incluso afirmarse que esos elementos homogéneos de carácter transversal representan la materialización sectorial de exigencias constitucionales comunes que, precisamente por ello, deben ser identificadas y elaboradas dogmáticamente desde el Derecho administrativo general. En este libro se estudian los fundamentos del régimen jurídico de la actividad administrativa de adjudicación de derechos limitados en número que resultan del Derecho constitucional interno y de la Unión Europea, el procedimiento administrativo y la decisión administrativa de adjudicación, así como el régimen de tutela de los derechos de los interesados en resultar beneficiarios.

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La discapacidad en el mundo laboral: reflexiones teóricas y aspectos prácticos, Albacete


YotambienPor tercer año consecutivo, la Facultad de Derecho de Albacete acoge un curso de verano dedicado al estudio de las políticas públicas en materia de discapacidad. Si en años anteriores los cursos se dedicaron, respectivamente, a la atención sanitaria y a la inclusión educativa, la presente edición versará sobre la discapacidad en el mundo laboral. El curso está organizado por el Máster en Aspectos Jurídicos y Gestión de Recursos en Materia de Discapacidad, que dirige la profesora Juana Morcillo y coordina la investigadora Carmen Fajardo. Las ponencias correrán a cargo de expertos, responsables de distintos organismos y, como novedad este año, se contará con la presencia del director y dos actores de la película proyectada («Yo, también»).

Programa definitivo e información sobre inscripciones aquí.

XXIV Congreso «Derecho y Salud», Granada

cab-xxiv-congreso-ajsLa Asociación Juristas de la Salud, presidida por la profesora Josefa Cantero, celebrará del 10 al 12 de junio su XXIV Congreso «Derecho y Salud» en la ciudad de Granada. En esta ocasión el congreso versará sobre «Innovación y Desarrollo Tecnológico en el Ámbito de la Salud» y se abordarán, entre otros temas de actualidad, el funcionamiento del Banco Nacional de Líneas Celulares, la regulación del precio de los medicamentos, los test genéticos al consumidor, la evaluación y gestión de riesgos derivados de la alimentación y la actividad física así como en el campo de los medicamentos, la salud pública global, las unidades de gestión clínica, la evolución tecnológica del sistema sanitario, las pruebas científicas, el uso de medicamentos experimentales en situaciones de emergencia, la teoría de la pérdida de oportunidad en el ámbito sanitario, la austeridad presupuestaria y el personal sanitario, la toma de decisiones en materia de salud pública y la reserva a determinadas organizaciones de los contratos públicos en materia de salud.

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En recuerdo de Luis Ortega

LOS PROFESORES DE DERECHO ADMINISTRATIVO DE LA UNIVERSIDAD DE CASTILLA-LA MANCHA.

Mª Consuelo Alonso García, Luis Arroyo Jiménez, Miguel Beltrán de Felipe, Josefa Cantero Martínez, Francisco Delgado Piqueras, Alma Patricia Domínguez Alonso, Isabel Gallego Córcoles, Nuria Garrido Cuenca, Gerardo Gómez Melero, Salvador Jiménez Ibáñez, Luis F. Maeso Seco, Isaac Martín Delgado, Pablo Meix Cereceda, Juani Morcillo Moreno, José Antonio Moreno Molina, Eva Mª Nieto Garrido, Carmen Plaza Martín, Francisco Puerta Seguido, Jesús Punzón Moraleda, Francisco Sánchez Rodríguez, Rubén Serrano Lozano, Susana de la Sierra Morón, Dolores Utrilla Fernández-Bermejo y Antonio Villanueva Cuevas.

Aun sumamente abatidos por el fallecimiento de Luis Ortega el pasado día 15 de abril en su despacho del Tribunal Constitucional, sus discípulos de la Universidad de Castilla-La Mancha, sus colegas y amigos, queremos rendirle este tributo.

Su trayectoria profesional es suficientemente conocida: se forma en la Complutense al final del franquismo y durante la Transición, dentro de la numerosa escuela de García de Enterría y de la mano directa de Jesús Leguina. Dedica largas estancias de investigación en Italia, hasta doctorarse en el año 1979. Antes de cumplir los treinta años, en 1982 pasa a dirigir el área de relaciones institucionales del Gabinete de la Presidencia del Gobierno de Felipe González, donde trabajó muy de cerca con Alfonso Guerra. En 1988 deja la Moncloa para incorporarse a la por entonces jovencísima Universidad de Castilla-La Mancha, siendo de los primeros catedráticos de la Facultad de Derecho de Albacete. En 1990 es nombrado Vicerrector del Campus de Toledo y posteriormente Director del Centro de Estudios Europeos, así como del Departamento de Derecho Público. Tras una breve colaboración como consultor con el despacho de Miguel Roca, a finales de 2010 fue designado por el Senado Magistrado del Tribunal Constitucional, dignidad a la que hasta entonces nunca había llegado ningún profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha. Pero no nos interesa ahora demasiado glosar el perfil profesional de Luis Ortega, sino fijarnos en lo personal, en su talante y en su compromiso con la Universidad y con la Región. 

Luis era una persona absolutamente excepcional, cercana, siempre con la sonrisa puesta, vital, bullendo de proyectos. Para todos, ya fuese el último becario (o el personal no docente de la UCLM), tenía palabras amables, llenas de afecto, pero jamás con afectación o condescendencia. Su creatividad no tenía parangón, no sólo para el Derecho: dibujaba, leía y escribía poesía, entre otras cosas que hacía y que nos solían dejar sorprendidos. Ese talante abierto y tolerante se manifestaba, por ejemplo, en acoger entre sus discípulos a personas de opiniones políticas o religiosas bastante lejanas de las suyas. Luis tenía un modo de entender no sólo el Derecho, sino la vida, que muchos admirábamos.

Como cabía esperar de una persona comprometida con su país, con los valores cívicos y con las libertades, su dedicación a la Universidad de Castilla-La Mancha fue absoluta. Llamado por su amigo el entonces Rector Luis Arroyo, dejó la Moncloa apostando por una Universidad de provincias, en la que creyó y en la que se implicó institucional, académica y personalmente. En diciembre de 2013 sus discípulos le rendimos un emotivo homenaje en Cuenca para celebrar sus 25 años de Cátedra. Formó a más de 25 profesores, entre catedráticos, titulares, doctores, ayudantes, becarios, y a un puñado de funcionarios regionales y locales que se doctoraron con él. Desde su primer discípulo, el hoy catedrático de Albacete Francisco Delgado Piqueras, hasta jóvenes doctores (Dolores Utrilla, que leyó su tesis hace pocos meses en Ciudad Real), varias generaciones de investigadores y profesores universitarios se han formado con Luis Ortega. Y aún más numerosos, claro, son los estudiantes de Albacete, de Ciudad Real o de Toledo que le recuerdan dando clase. Se recorrió miles de kilómetros, de uno a otro campus de la UCLM, para atender a sus discípulos, para charlar con ellos, para comentar un capítulo de la tesis recién entregado, para sugerir nuevos temas de estudio.

Creemos no exagerar si decimos que no hay en todas las Facultades de Derecho de la Universidad española un catedrático que haya formado un grupo tan numeroso y compacto de profesores. Además, nos situó en Europa mediante el Centro de Estudios Europeos y los masters en Derecho Comunitario que dirigía e incorporando a todos sus discípulos al principal foro académico del Derecho Público Europeo (el European Public Law Group, con sede en Grecia).

Se implicó no sólo con la Universidad regional, sino con la Región misma, a la que sirvió liderando proyectos de investigación, como los relacionados con el aprovechamiento del agua, la tutela ambiental o el desarrollo urbanístico. Esta tarea se ha plasmado también en importantes publicaciones colectivas de profesores de la UCLM, como el Derecho Administrativo Autonómico de Castilla-La Mancha (UCLM, 2000), los Estudios de la Unión Europea (CEE, 2011) o el Tratado de Derecho Ambiental (Tirant lo Blanch, 2013). ¡Qué decir del Seminario de Estudios Autonómicos, que alcanzó el pasado marzo la XXV edición! Como Vicerrector del campus de Toledo tejió una red de empresas e instituciones colaboradoras en las que los alumnos de Gestión, de Derecho y de Empresariales pudiesen hacer prácticas. Participó en varios grupos de expertos para la elaboración de proyectos de leyes regionales (función pública, régimen local, etc.); y, por encargo del Gobierno regional, redactó el anteproyecto de reforma del estatuto de autonomía que fue aprobado por unanimidad de las Cortes de Castilla-La Mancha en 2007, para luego ser enviado a las Cortes Generales. Por sus extraordinarios méritos, en 2010 recibió del Gobierno regional el Premio de Excelencia Investigadora.

Luis Ortega era no sólo un jurista de enorme prestigio y reconocimiento nacional e internacional, y un intelectual de primera fila, era un creador incansable, que nunca dejó de animarnos a abrir nuevas vías de colaboración entre investigadores a nivel europeo, y a emprender proyectos que él mismo hubiese podido llevar a cabo -porque su generosidad le hacía muchas veces dejar que alguno de nosotros fuésemos quienes abriésemos camino-. En conversaciones que solíamos tener con colegas de otras universidades, o de otros países, con frecuencia no nos ocultaban una cierta envidia por tener como maestro a una persona tan extraordinaria, tan cercana y cálida como Luis. Porque todos nosotros llegamos a percibir cómo, en algún momento más o menos mágico, imperceptiblemente Luis dejaba de ser un maestro o un profesor para convertirse en un amigo. Y no un amigo cualquiera.

La temprana muerte de Luis Ortega es una pérdida notabilísima para el Derecho público español, para el Tribunal Constitucional y para la Universidad de Castilla-La Mancha que él contribuyó enormemente a echar a andar y a consolidar. Para quienes hemos tenido la inmensa fortuna de conocerle, de tratarle, de aprender de él, y de quererle, este es un momento tristísimo, que nos deja un poco más huérfanos. Su recuerdo, su ejemplo y su magisterio nos seguirán orientando en la tarea de impulsar nuevos proyectos y poner en práctica nuevas iniciativas, que asumimos con orgullo.