Publicada en Sesión Abierta de DiarioAB el 20 de junio de 2013.
No me he matado pensando un título, pero es la frase que mejor resume lo ocurrido en la Mesa del Ruido que se reunió el martes y a la que asistí como representante de CURBA (Ciclistas Urbanos de Albacete).
Estuvimos esperando desde noviembre a que se nos convocara para debatir y elaborar un plan, participativo, de acción contra el ruido. Ya da igual, tenemos un plan que se nos presentó finalmente en junio, que tiene dos grandes defectos. Antes de indicarlos, hay que saber que el estudio, el mapa del ruido de Albacete, determinó que la principal fuente de ruido es el tráfico. Sí, ya sé que habrás pensado en La Zona, pero no. En general, en la ciudad, es el tráfico. El problema de la Zona tiene una solución muy fácil y muy difícil a la vez y no voy a entrar yo en este asunto, pero sí expreso mi máximo apoyo y solidaridad a los vecinos afectados que sufren este problema desde hace más de 20 años.
Y ¿cuáles son los dos grandes defectos del plan? Primero que da soluciones muy específicas, drásticas y valientes al ruido de La Zona y segundo, que no ataca la principal fuente de ruido de la ciudad con la misma claridad y contundencia. ¿Por qué? Pues para empezar porque Albacete sigue sin contar con un Plan de Movilidad Sostenible valiente que inspire al Plan contra el Ruido. Esperemos que ahora sea al revés.
Entonces, si la principal fuente del ruido en Albacete es el tráfico, ¿qué se puede hacer? Pues la respuesta es sencilla: reducirlo. ¿Cómo? Pues también es fácil, poniendo impedimentos al uso del coche privado en una ciudad perfecta para moverse andando o en bicicleta y promocionar, facilitar y habilitar infraestructuras que promocionen transportes sostenibles y no ruidosos.
Y ¿qué medidas se pueden proponer? Pues solo hay que mirar al norte, a ciudades como Vitoria, por ejemplo, cuyo alcalde, por cierto, es del PP. Propuestas como la peatonalización masiva del centro o diseñar una red de calles de «tráfico calmado». En ellas se establece un límite máximo de 30 km/h, un carril bici en el centro de la calzada claramente señalizado, carril taxi/bus exclusivo en aquellas vías de dos carriles, preferencia absoluta del peatón, se usan badenes del tipo ‘cojín berlinés‘ que dificultan el tráfico de coches privados pero no impiden el paso a autobuses y bicicletas… Pues esto en las 14 calles en las que se superan los límites (Vitoria tiene 47 de estas calles). Es una solución barata que incrementa la seguridad, evita atropellos y reduce el ruido y la contaminación atmosférica.
Termino, ¿quién puso el ruido? Pues el rifirrafe cansinismo entre PP y PSOE que es soez, maleducado y esperpéntico basado en el «y tú más». Vergonzoso. Parecía un Pleno del Ayuntamiento.