El proyecto nace entre 35 mm. Diseccionar un espacio cuya escala no te pertenece, es como ubicarte en un panóptico, en un Aleph de un mundo que no puedes controlar y cuyas reglas reestructuraran el lenguaje, la sorpresa, la ensoñación, la narrativa.
La capacidad de interpretar se diluye. El punto de vista, como sitio o lugar, carece de importancia y su escala inhibe la posibilidad de que el punto de estar tome así mismo presencia.
La escala muestra una relación y dicha relación está trasmutada. El detalle se convierte en protagonista y la herida en liberación. Adentrarse en el submundo de la escala nos devuelve un nuevo orden implicado (Bohm), un lugar donde volver a ver la misma cosa pero desde un nuevo no_estar.
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