Creada en 1949, la Sociedad Internacional de Defensa Social ha procurado ofrecer respuestas a los problemas ligados a la criminalidad, poniendo el acento en una política criminal humanista, que toma como eje el respeto a la dignidad del ser humano, procurando que los instrumentos penales sean respetuosos de sus derechos. De ella nos habla su presidente, Luis Arroyo Zapatero.
¿Cuál es el objetivo de la creación de la Sociedad Internacional de Defensa Social?
Es la primera Sociedad científica en materia penal que se creó sin prejuicios ideológicos sobre el libre albedrio y para una lucha eficaz contra la delincuencia y un sistema de reacciones penales orientadas a la resocialización del delincuente. Es lo que llamamos hoy una política criminal humanista.
Debe recordarse que la SIDS se crea en la inmediata postguerra europea, cuando todavía estaban tibios los crematorios, las ciudades destruidas y más de 40 millones de personas desplazadas y sin hogar, cientos de miles de huérfanos y un formidable incremento de la delincuencia en general y de la violencia criminal tanto en países alejados de la brutalidad de la guerra.
Si en países neutrales se incrementó la delincuencia de modo notable, como en Suecia y Suiza, en países en guerra pero alejados del frente y de las violencias de las violaciones se incrementaron en un 50% y la delincuencia juvenil en un 40%. En los países en los que se vivió en directo la ruptura de los tabúes del no matarás y del no robarás, los que fueron testigos, víctimas y protagonistas de lo inhumano, la ola criminal y la inseguridad pública eran el problema más relevante tras el de la alimentación.
Como en los que fueron escenario de lo inhumano Por numerosas razones la cuestión penal se convierte en uno de las primeras preocupaciones de las recién creadas Naciones Unidas, quien llega a adoptar una política en materia penal cuya competencia atribuye a una administración que llega a llamar “ Branch de defensa social”.