¿Ha sido Míchel peor entrenador que Mourinho o Guardiola?

Este domingo ha finalizado la Liga BBVA o popularmente la Primera División del fútbol español y muchos aficionados aún están celebrando o llorando los resultados obtenidos por su equipo. Finalizada la temporada es momento de hacer balance y prepararse para la temporada que viene. Una de las primeras decisiones que los clubes han de tomar es la continuidad del entrenador. Para ello deben evaluar la actuación del entrenador mediante la comparación entre los resultados obtenidos y los resultados esperados.
Recientemente el actual entrenador del Getafe, Míchel, ha declarado que “Me gustaría ver a entrenadores de la talla de Mourinho o Guardiola entrenando a equipos como el Getafe o el Sporting”. Esto lógicamente no es posible pero sin embargo si es posible calcular la ratio entre el porcentaje de puntos conseguidos y el porcentaje que podría haber conseguido con los recursos disponibles. Esta ratio se conoce como nivel de eficiencia, que está acotada entre 0 y 1, de tal forma que cuanto más cercano a 1 más eficiente. Por otra parte, el porcentaje de puntos que podría haber conseguido con los recursos disponibles puede calcularse estimando una función de producción en la que el output sea el porcentaje de puntos conseguidos y el input sea una medida de la calidad de la plantilla. De esta forma se puede obtener un ranking de los entrenadores en función de su actuación.
Para determinar los recursos disponibles de cada entrenador se debe escoger un parámetro que valore la calidad de la plantilla al inicio de la temporada. Una alternativa es utilizar los salarios percibidos por los jugadores pero esta solución no está exenta de problemas. Por ejemplo, si el mercado de jugadores operase en competencia perfecta el salario de un jugador debe ser igual a su producto marginal pero los clubes calculan el producto marginal de un jugador como la esperanza de la suma del producto marginal en el campo y fuera de él (vía publicidad). Resulta obvio que para analizar la actuación de los entrenadores sólo hay que tener en cuenta el posible rendimiento en campo.
Otra complicación es que los salarios pueden reflejar el rendimiento en el campo en esa temporada vía remuneraciones pactadas en función del resultado; presentando, en este caso, un claro problema de endogeneidad. Una traba más es que los contratos de los futbolistas suelen ser de varios años de duración, reflejando el salario el rendimiento esperado en el momento de la firma del contrato que puede divergir del rendimiento esperado al inicio de una temporada bien porque el futbolista mejore o empeore las expectativas sobre su rendimiento.
Debido a los inconvenientes anteriores se plantea, como solución, utilizar los precios de intercambio de los jugadores al principio de la temporada en un juego de Liga Fantástica donde la ley de oferta y demanda determina el precio de los futbolistas. Para el estudio se han utilizado los datos proporcionados por el Comunio. En este juego virtual, los usuarios, que asumen el papel de entrenador, elaboran una plantilla con el presupuesto asignado siendo este el mismo para todos. Los jugadores van acumulando puntos en función del rendimiento en el campo de sus futbolistas. El rendimiento en el campo viene dado por una serie de ítems: goles marcados, goles encajados, expulsiones o victoria del equipo dependiendo el valor asignado de la posición en el campo que ocupe el jugador.
Aunque la plantilla suele componerse de unos 25 futbolistas, el número de jugadores que juegan la mayoría de los minutos está en torno a 17, que habitualmente se distribuyen en 1 portero, 6 defensas, 6 centrocampistas y 3 delanteros. Visto esto, se toma como inputs el valor promedio del precio de intercambio en Comunio de los 6 defensas, 6 centrocampistas y 3 delanteros más valiosos de cada equipo. Se estima la función de producción usando un modelo de frontera estocástica y la forma funcional translog que es la más habitual en este tipo de modelos. Los resultados obtenidos son los siguientes (solo se muestran las elasticidades en la media geométrica de los datos).
Variable
Coeficiente
Error estándard
Constante
-0,51***
0,05
Portero
-0,08***
0,03
Defensas
0,10***
0,03
Centrocampistas
0,24***
0,03
Delantero
0,05*
0,02
Número de observaciones
57
* ,**,*** Niveles de significación al 10%, 5% y 1%, respectivamente
Nota: Las observaciones incluyen la temporada 2009-2010 y la temporada 2010-2011
Según los resultados se observa que cuanto mayor sea el valor de los jugadores en una posición mayor debe ser el porcentaje de puntos conseguidos, con la excepción de los porteros que tienen signo negativo. Este resultado paradójico puede deberse a la alta multicolinealidad existente en el modelo. Así mismo, la suma de las elasticidades es menor que uno, indicando que la función es cóncava. Es decir, a medida que se aumenta la calidad de la plantilla resulta más complicado aumentar el porcentaje de puntos conseguidos.
Una vez estimada la función de producción se puede calcular la eficiencia del entrenador de forma relativamente sencilla. Los valores de la eficiencia son los siguientes:
Entrenador
Equipo
Partidos
Puntos
Puntos/(Partidos·3)
Eficiencia
Aguirre
Real Zaragoza
28
38
0,45
1,00
Emery
Valencia C.F.
38
71
0,62
1,00
Marcelino
Racing de Santander
16
24
0,50
1,00
Pellegrini
Málaga C.F.
28
39
0,46
1,00
Quique
Atlético de Madrid
38
58
0,51
1,00
Djukic
Hércules C.F.
9
9
0,33
0,98
Mendílibar
C.A. Osasuna
15
25
0,56
0,98
Mourinho
Real Madrid C.F.
38
92
0,81
0,97
Caparrós
Athletic de Bilbao
38
58
0,51
0,92
Pochettino
R.C.D. Espanyol
38
49
0,43
0,91
Guardiola
F.C. Barcelona
38
96
0,84
0,90
Esteban Vigo
Hércules C.F.
29
26
0,30
0,88
Luis García
Levante U.D.
38
45
0,39
0,87
Antonio Álvarez
Sevilla F.C.
5
8
0,53
0,85
Lasarte
Real Sociedad
38
45
0,39
0,81
Manzano
Sevilla F.C.
33
50
0,51
0,80
Oltra
U.D. Almería
20
20
0,33
0,79
Garrido
Villarreal C.F.
38
62
0,54
0,79
Laudrup
R.C.D. Mallorca
38
44
0,39
0,78
Preciado
Sporting de Gijón
38
47
0,41
0,73
Lotina
Deportivo de la Coruña
38
43
0,38
0,69
Portugal
Racing de Santander
22
22
0,33
0,67
Michel
Getafe C.F.
38
44
0,39
0,66
Lillo
U.D. Almería
12
9
0,25
0,59
Camacho
C.A. Osasuna
23
22
0,32
0,56
Gay
Real Zaragoza
10
7
0,23
0,52
Jesualdo Ferreira
Málaga C.F.
9
7
0,26
0,46
Olabe
U.D. Almería
6
1
0,06
0,13
Nota: En cursiva los entrenadores despedidos
De esta tabla se desprenden varios resultados:
  •  El nivel de eficiencia y los recursos del club tienen una correlación baja mientras que los puntos conseguidos y los recursos del club tienen una correlación alta. Por tanto, parece que el nivel de eficiencia es una medida mucho más justa para medir el rendimiento de los entrenadores que los puntos conseguidos.
  • Varios de los entrenadores contratados una vez comenzada la temporada, i.e. Aguirre, Marcelino, Pellegrini, Djukic, muestran niveles de eficiencia muy altos. Por tanto el cambio de entrenador resultó un acierto que en algunos casos resultó vital para lograr la permanencia.
  • Todos los entrenadores con un índice de eficiencia menor del 60% fueron despedidos.
Hay que matizar que este índice solo tiene en cuenta la actuación en la liga española. Sin embargo los clubes no sólo compiten en la liga sino que también compiten en competiciones europeas y la Copa del Rey. Este hecho resulta de especial importancia para el entrenador del Villarreal, equipo que una vez garantizada su plaza de Champions League dejó la liga un poco de lado y se centro en la Europa League. Por lo tanto, todo parece indicar que el nivel de eficiencia de Garrido está sesgado a la baja.
Como se puede observar Míchel no sale muy bien parado dado que tiene el nivel de eficiencia más bajo de todos los entrenadores que no han sido despedidos. Por tanto, se puede concluir que Míchel ha sido peor entrenador que Mourinho y Guardiola. Aunque a pesar de este análisis nunca se sabrá que le hubiese sucedido al Getafe o Sporting de Gijón si el entrenador hubiese sido otro.

Julio del Corral Cuervo es profesor contratado doctor en Economía en la Universidad de Castilla-La Mancha y miembro de la Fundación Observatorio Económico del Deporte.