Debido tanto a su interés intrínseco (¿quién no querría ser más joven o incluso revertir los estragos del tiempo?) tanto económico y social (dado que la sociedad en su conjunto aumenta su edad, parece una buena idea tratar de lograr que esta vejez sea cada vez más activa, menos «pupas», vaya) el estudio de procesos para revertir o minimizar los efectos de la vejez en el cuerpo humano son numerosos.
Hace cerca de un año unos investigadores han encontrado una combinación de medicamentos capaces de revertir el reloj biológico, produciendo cambios epigenéticos(1) en el cuerpo humano de los diez participantes en el experimento.
En el artículo, comienzan diciendo la importancia de ser capaz de tratar de revertir de alguna manera los efectos de la edad en las poblaciones adultas humanas, debido a su incremento en el mundo desarrollado. Lo cierto es que en todo el mundo, incluido en mundo en desarrollo, el porcentaje de población mayor se incrementa de manera sostenida en los últimos años, como demuestran las pirámides de población del artículo de la web Our World in Data.
Tras citar algunas de las últimas investigaciones que dieron como resultado productos o sistemas capaces de revertir algunos de los efectos de la edad, afirman que el problema es que hasta ahora no hay ningún trabajo publicado que demuestre un efecto de reversión de la edad epigenética(2).
Además, comentan que aquellos mayores que viven muchos años no presentan en años posteriores a los 63 una involución del timo, la glándula que permite la maduración de las células T, los centinelas imprescindibles del sistema inmunológico, sin los cuales la prevalencia de cánceres y todo tipo de enfermedades comienzan a proliferar. De hecho, en el artículo comentan que la involución del timo está asociada directamente al aumento muy fuerte de todas estas enfermedades en adultos mayores.
Por ello, y baśandose en evidencia previa que indicaba que la hormona humana del crecimiento paraba la involución del timo y que de hecho promovía su desarrollo, y para evitar el conocido efecto de la hormona del crecimiento proporcionada a adultos del aumento de la diabetes, combinaron esta hormona del crecimiento con otras dos sustancias.
Estas sustancias, llamadas DHEA y metformina, fueron escogidas por sus efectos regulatorios en la insulina en sangre, motivo por el que se recetan hoy en día.
En la sección de resultados comienzan por describir todos los posibles efectos secundarios negativos que esta combinación de medicamentos podrían tener. No fueron capaces de observar ninguno, y no sería por que no lo buscaran. Trataron de observar el comportamiento de indicadores de cáncer, inflamaciones internas y un montón de otros indicadores que certifican la buena salud. Todos ellos mejoraron o se mantuvieron constantes a lo largo del año de prueba. En cuanto a efectos secundarios en sí, se observaron los típicos de la administración de estas sustancias, que no son demasiado preocupantes.
El efecto en el timo también fue muy bueno, porque en todos los casos se observó un aumento de su cantidad de grasa marrón, que es la que estimula la maduración de las células T. Además, este aumento es mayor cuanto menor sea la cantidad inicial, de forma que realmente revierte los efectos en el cuerpo de tóxicos u otros factores epigenéticos.
Después de describir el efecto, también positivo, del tratamiento sobre todo el sistema inmunológico, pasa a comentar la reducción de la edad epigenética en los participantes en el ensayo. Se observó, como indica la figura de abajo una reducción media de unos dos años en esta edad epigenética tras un año de tratamiento.
El artículo continua con una sección de interpretación médica de estos resultados, donde resaltan que el efecto buscado de aumento de la función del timo tiene como magnífico (e inesperado) efecto secundario la reversión de múltiples y variados indicadores de senectud o vejez en todos los participantes del estudio.
También discuten los posibles mecanismos por los que se produce esta reversión, pero me parecen excesivamente técnicos para resumirlos aquí. Sin embargo, comenta algo muy importante, a mi juicio. Dicen que los efectos de reducción de edad epigenética son persistentes después de la finalización del experimento, al menos durante los meses posteriores al estudio y dicen que sería interesante comprobar si estos efectos se prolongan más en el tiempo o no, porque por el diseño del mismo, su experimento no ha podido comprobar este punto.
Obviamente, antes de ponernos a chutarnos este cóctel de medicinas como locos, tendrán que hacerse más ensayos clínicos generalizados en un número mayor de pacientes. Sólo diez adultos, y todos ellos hombres, no es un número muy alto que se diga.
El artículo se publicó en abierto en la revista Agin Cell, en el volumen 18 de diciembre de 2019. El enlace al artículo es este.
(1) Epigenético: Cambios que se producen en la expresión del código ADN de cada organismo, pero sin modificar el ADN mismo. Generalmente está asociado a cambios producidos como consecuencia de alteraciones del ambiente que rodea al ser vivo.
(2) Edad epigenética: Un marcador que se emplea para predecir los años de vida que le quedan a un ser vivo, mucho más fiable que la edad natural. Un ser vivo de edad epigenética menor, vivirá más años y en mejor estado de salud general que otro de edad epigenética mayor, pero más joven.