Descripción de la cárcel

La cárcel estaba situada al sur de Almadén. Estaba formada por dos naves, dividida cada una por ocho postes de ladrillos arqueados en que cargaban las maderas del techo. A lo largo de estas naves corría, por ambos laterales, un poyo de más de una tercia de alto. Sobre él hacían sus camas los presidiarios, a los que, una vez acostados, se ensartaban en una larga y gruesa cadena para mayor seguridad. Se encontraba dentro de un recinto murado, con un patio espacioso, y en el centro una cisterna sostenida por once arcos, con una bajada cómoda y cerrada, como su boca principal, con fuertes rejas. Al Este de la Cárcel, y adherida a ella, está la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, cuyo altar mayor se ve por una grande y espesa celosía de hierro, desde la que asisten a misa los detenidos en los días de fiesta.

Entre los dos edificios contiguos y la muralla que los circunda, hay un espacio de 6 a 7 metros en todo el perímetro; y en su lado Norte existen casas habitadas, cuarteles para la guarnición reducida a 40 o 50 guardias.

En 1644 Mateo Naguelio construyó una galería que comunicaba la cárcel con la Mina del Pozo y se pretendía evitar las fugas, pues los presos pasaban a la mina desde la cárcel sin salir al exterior. A esta galería la llamaban «crujía», que era el paso que había en las galeras y comunicaba el barco de popa a proa.