Ayer presenté en la II Jornada de Innovación Docente de la UCLM un poster diseñado con Realidad Aumentada (RA). En él contaba mi experiencia de casi 10 años con el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), en el que he ido introduciendo el uso de distintos recursos digitales y redes sociales, como YouTube, Issuu, Canva, Facebook, etc.
Cuando mi diseñador particular y yo nos pusimos a planificar este poster, quisimos huir del abigarramiento del que suelen adolecer estas producciones académicas que, reconozcámoslo, no nos paramos a leer en ningún congreso. Independientemente del interés de los contenidos, que sin duda cualquiera de estos posters tiene, el impacto visual de este producto académico es sumamente importante. El género del poster debería cambiar para evitar lo que podríamos llamar, haciendo un paralelismo con la famosa expresión de Alexei Kapterev, una muerte por poster congresual (ver presentación de Kapterev, Death by PowerPoint and how to fight it).
El problema es que, cuando innovas, es necesario un proceso de adaptación a las nuevas herramientas, nuevos medios de expresión y nuevos procedimientos. Seguramente, en las próximas Jornadas de Innovación podremos ver unos cuantos posters que usarán la RA para presentar sus contenidos, y los asistentes habrán renovado sus smartphones, sabrán lo que es Aurasma y conocerán el procedimiento para visualizar las Auras. Este año, mi poster ha pasado un poco desapercibido. La gente veía un árbol de colores e intentaba escanear los códigos QR para conseguir algo que no sabían realmente lo que era.
La innovación es eso: arriesgarse a probar cosas nuevas para conseguir cosas también nuevas. Esto no asegura el éxito inmediato. Cuando introduje el ABP en mis clases del recién estrenado Grado en Logopedia, no voy a ocultar que tuve muchísimas dudas. A lo largo de estos años he ido haciendo adaptaciones en mis procedimientos para asegurarme de que el aprendizaje de mis estudiantes fuese un aprendizaje real y útil. Mis estudiantes dicen que les exijo demasiado, y creo que ese es mi próximo reto: hacerles trabajar sin sufrir. En este sentido, la innovación debe ir acompañada de razón y de emoción.
Espero que la UCLM siga apostando por la innovación y que dentro de un año o dos podamos asistir a la tercera jornada. Ya estoy pensando cómo hacer el poster para que la gente no lo entienda. Esto de innovar es un sino: siempre seré una incomprendida.