Archivo del Autor: Alberto Nájera López

A vueltas con el cambio de hora…

Sobre este asunto, escribí un hilo en Twitter para intentar explicar por qué hay que cambiar la hora…

1.- En el debate se han mezclado dos aspectos diferentes, aunque complementarios pero que demuestran el desconocimiento general sobre el asunto: 1. El cambio de hora en verano y en invierno y 2. El huso horario en el que nos encontramos.

2.- El cambio horario, que es lo que plantea mantener o no la Comisión, es una manera de intentar adecuar nuestra actividad diaria al Sol sin tener que cambiar nuestros horarios a lo largo del año.

3.- Si en verano amanece antes ¿por qué no madrugar más y entrar a trabajar antes teniendo más tiempo de luz natural por la tarde? Y si en invierno ocurre lo contrario, ¿por qué no levantarnos más tarde y centrar nuestra actividad durante las pocas horas de Sol? Sería un pisto.

4.- La solución es engañarnos. En vez de madrugar más en verano, atrasamos el reloj de manera que seguimos haciendo las cosas a las mismas horas que nos marca el reloj, pero una hora antes con respecto al Sol.

5.- En diciembre, los niños entran en el colegio a la misma hora que en mayo, a las 9h (por ejemplo), pero con respecto a la duración del día, en el primer caso acaba de amanecer y en el segundo el Sol hace rato que calienta.

6.- Podríamos contar el tiempo de manera que el minuto 1 de la hora 1 de cada día, empezara en el momento en que apareciera el Sol en el horizonte. Tendríamos a lo largo del año días de desde 9 horas (diciembre) a casi 15 (junio).

7.- Sería divertido entrar a trabajar siempre a la hora 2 de este nuevo sistema de control horario diario… Tendríamos 2 horas entre el amanecer y llegar al curro, aunque me temo que alguno tendría que levantarse a tiempos negativos para poder llegar a la hora.

8.- Con el sistema actual, te tendrías que levantar a una hora diferente cada día. ¿Te imaginas que cada día tu actividad y la de los demás cambiara unos pocos minutos? Aquellos que siempre llegan tarde sabrían qué hacer para seguir llegando tarde…

9.- Tranquilo, seguro que seguiremos con el sistema actual de un reloj que marca la hora, ajustado (o debería) a que a las 12 del mediodía, el Sol esté en su punto más alto, estableciendo la mitad del día.

10.- Como ves, el reloj es un contador arbitrario de tiempo que nos permite coordinar la actividad humana, porque si cada uno llevara el horario que le pide el cuerpo… te puedes imaginar…

11.- Además, la hora que marcan los relojes de cada país también es, más o menos, arbitraria. En 1940, la dictadura fascista de Franco cambió a España de «huso horario» para ir a la par con la Alemania nazi, más al Este de lo que nos corresponde.

12.- Este es el segundo aspecto que debemos tener en cuenta pero que no debemos mezclar. Los husos horarios son grupos de países de norte a sur sobre la Tierra que deciden coordinar sus horas.

13.- España y Portugal, a pesar de ser países próximos, están en husos horarios diferentes. Portugal tiene la misma hora que Inglaterra, pero España, como he dicho, va con Alemania o Francia.

14.- Cada país decide a qué hora quiere que amanezca y a partir de ahí, adecúa su actividad. Algo parecido a lo de contar el tiempo a partir del momento en el que sale el Sol.

15.- Pero hay otro problema: el Sol no sale a la misma hora a lo largo de un meridiano (esas líneas artificiales de Norte a Sur que pintamos sobre la Tierra). Estando en el mismo huso horario, dependiendo de la latitud y de la longitud, amanece a horas diferentes.

16.- Por ejemplo, en Greenwich hoy ha amanecido a las 6:12 y en Castellón a las 7:27 (por donde también pasa el famoso meridiano). Teniendo en cuenta que estamos en husos diferentes (nosotros contamos 1 hora más), aquí al sur ha amanecido 15 minutos más tarde. ¿Por qué? Ahora lo vemos

17.- A la hora de la verdad, como decía, la elección de una hora u otra da igual pues nos adaptamos a la duración del día. Aunque en España comamos a las 14h y en Inglaterra a las 13h, si miramos al Sol, éste estará más o menos en una posición similar.

18.- El meridiano de Greenwich (que por cierto se pronuncia «grenich» y no «gringüich»), durante mucho tiempo marcó el origen de las horas a las que se refería cada huso horario: Greenwich Meridian Time o GMT, GMT+1, etc.

19.- Durante años, a las 13 h de cada día, una llamativa bola roja se dejaba caer en lo alto del observatorio de Greenwich, para que los capitanes de los barcos pusieran en hora sus relojes.

20.- Pero, aunque podamos pensar lo contrario, la duración del día no es la misma todos los días: las mareas y otros factores hacen que la duración no sea constante. Quien diseñó el sistema no era Físico… porque hizo una chapuza…

21.- Hace 100 años, una medida de tiempo aproximada era suficiente, puesto que las mínimas diferencias no afectan a nuestra vida cotidiana. Pero el desarrollo de la tecnología y de las comunicaciones requerían de medidas precisas del tiempo.

22.- Hoy en día, definir las unidades de tiempo, por ejemplo, un segundo, en función de la duración de un día, un segundo son 1/86.400 días, ya no es adecuado, así que la famosa «bola del tiempo» de Greenwich ya no podía ser la referencia.

23.- En 1972 se adoptó como referencia de medida del tiempo la frecuencia de resonancia de ciertos átomos adoptándose el Tiempo Universal Coordinado (UTC) que se ajusta al GMT de vez en cuando su discrepancia es de 0,9 segundos.

24.- Termino. Otro problema: si un país es ancho puede haber diferencias importantes entre zonas a diferente longitud. Hoy salió el Sol en Mallorca a las 7:35 y en A Coruña a las 8:07. Adaptar nuestros relojes en toda España a un mismo huso, siempre dará problemas en estas regiones.

25.- Resumen: los días no duran exactamente lo mismo, las horas de luz solar cambian a lo largo del año, la duración del día es diferente en un mismo huso horario dependiendo de la latitud y, además, la hora del amanecer en un mismo huso no es la misma dependiendo de la longitud.

26.- Sigo describiendo el problema para ver por qué no es algo tan sencillo, aunque continuaremos con una pregunta que sí debería serlo: ¿por dónde sale el Sol en verano? ¿y en invierno? En el colegio nos enseñaron que la respuesta es «por el Este», pero no es correcto…

27.- El Sol sólo sale por el Este dos días al año, cerca de los equinoccios (¿mande?).

28.- El resto del año sale cerca del Este pero no por el Este exactamente. En verano por el Noreste y en invierno por el Sureste. Con el atardecer pasa parecido, no es por el Oeste.

29.- Lo que voy a explicar depende, otra vez, de nuestra ubicación sobre la superficie terrestre, que es redonda ( lo sabe bien) pero que como nosotros somos muy pequeñitos en comparación con ella, la vemos localmente plana.

30.- Ay! los tierraplanistas… si la Tierra fuera plana todo esto sería más fácil…

 

Hay estudios científicos que demuestran que…

Lo que viene a continuación es un hilo que publiqué el pasado 29 de agosto de 2018 a la 1:38 en Twitter. Una cadena de 60 tuits, mensajes cortos que deberían tener sentido por sí solos pero que encadenados constituyen un ensayo más completo.

Una fórmula que puede gustar o no pero que, hasta ahora mismo, ha sido retuiteado 528 veces y recibido 935 “me gusta”… y, tras su publicación, mi número de seguidores ha crecido en +100.

Jose M. López Nicolás (Scientia) me decía que ya que tenía un blog bien chulo, que lo escribiera aquí, y puesto que este blog existe en gran parte por él, le tengo que hacer caso… así que ahí va:

Tuit 1: “Hay estudios científicos que demuestran que…” Socorrida frase que sirve para justificar cualquier argumentación pero, ¿toda la evidencia científica tiene la misma relevancia? No. Algo que deberían explicar en los colegios. Allá voy con un #Megahilo 😓 de 60 tuits… 👇

Tuit 2: El objetivo es mostrar que no toda la evidencia científica tiene el mismo peso o relevancia. Para ello, es importante conocer el proceso de publicación de un artículo científico y así valorar convenientemente el esfuerzo que supone.

Tuit 3: Mis padres 👨‍🎓👩‍🎓 decían que para “hacer Ciencia” y poder hablar con autoridad científica había que estudiar “hasta el final”: primaria, secundaria, bachillerato, prueba de acceso a la universidad, licenciatura, cursos de doctorado, tesis doctoral… 👨‍🔬👩‍🔬

Tuit 4: Harán falta ingentes dosis de espíritu crítico y no menos de altruismo para poder hacer, entender o criticar científicamente. Lo siento, no, no todo el mundo está preparado o capacitado.

Tuit 5: El objetivo de todo el proceso de formación será conseguir dinero para investigar, pedir un proyecto de investigación 👨‍💻👩‍💻, preferiblemente en una convocatoria pública…

Tuit 6: …en la que otr@s científic@s evaluarán el proyecto y tu CV cual manada de hienas dispuestas a abrir en canal cualquier error de diseño, defecto de forma u objetivo inadecuado. Hay mucha demanda y pocos fondos tras años de recortes en I+D.

Tuit 7: Suponiendo que todo haya ido bien, tras no menos de 25-30 años de dedicación y formación, en general tras un largo periodo precario y mal pagado, un/a científic@ podrá pedir/obtener un proyecto o de publicar sus primeros resultados… 🤗🤗

Tuit 8: … que no valdrán para nada hasta que no estén publicados en una revista científica (de verdad).

Tuit 9: No, una revista científica no es Quo o Muy Interesante. Son revistas a las que, en general, sólo tienen acceso los científicos y, salvo algunas “generalistas”, son muy específicas.

Tuit 10: Interesará publicar los resultados en forma de artículo/paper en aquellas revistas más relevantes. Esa relevancia es el fruto de muchos factores pero, en general, el más importante será el determinado por el “factor de impacto”.

Tuit 11: El factor de impacto de una revista viene dado por el número de citas, en promedio, que recibe cada una de sus publicaciones. Los científicos construímos a partir de los resultados de otr@s investigador@s 👨‍🔬👩‍🔬 de ahí que citemos a quien nos inspira.

Tuit 12: En Ciencia es fundamental reconocer el trabajo de otr@s y esto se hace “citando” sus trabajos: indicamos de donde hemos tomado la idea o el resultado, cada frase de un artículo debe ir bien fundamentada, y ese trabajo citado “se apunta” una cita.

Tuit 13: Cuanto mayor sea el número de citas recibido, mayor será la relevancia de ese estudio, de su autor💆‍♂️💆‍♀️ y de la revista que lo publicó.

Tuit 14: Es un modelo cuestionable, pero que más o menos funciona con sus fallos y condicionantes. Aquellas revistas más relevantes, con mayor factor de impacto en una determinada categoría o temática, serán las más atractivas para l@s investigador@s.

Tuit 15: Así que el objetivo será publicar nuestro trabajo en esas revistas “Q1” donde, a su vez, será más difícil publicar, pues querrán publicar trabajos relevantes para no ver afectado negativamente su factor de impacto con posibles trabajos que no consigan citas en el futuro.

Tuit 16: Esa ingenua frase tiene mucha miga sobre qué se publica y qué se investiga, pero no es el momento.

Tuit 17: Q1 quiere decir “primer cuartil”. Hay diferentes índices de referencia que clasifican revistas. El más importante y utilizado es el Journal Citation Reports (JCR) de Thomson Reuters, hoy de Clarivate Analytics. Sí, ya sé que hay otros… pero en Ciencia, éste.

Tuit 18: Las condiciones para que una revista entre en JCR son importantes. Simplificaré mucho y dejo el posible debate para otro momento, pero lo básico es que sean de calidad, garanticen la objetividad y la calidad de los trabajos que publican.

Tuit 19: JCR y el portal “Web of Science” indexan más de 8000 revistas clasificadas en áreas de conocimiento o categorías. Dentro de cada categoría, las revistas se ordenan por factor de impacto. Así, las primeras serán las más relevantes.

Tuit 20: Si tenemos 100 revistas en una categoría, las 25 primeras estarán en el primer cuartil (Q1), las siguientes 25 estarán en el cuartil 2 (Q2)… si hay 258 revistas en una categoría, el primer cuartil estará constituido por las primeras 64 revistas.

Tuit 21: Primer resumen: para investigar hace falta mucha DEDICACIÓN y, sobre todo, FORMACIÓN. Tras conseguir un proyecto y obtener resultados, el objetivo será publicar… ¿dónde? En un revista relevante con alto factor de impacto.

Tuit 22: Imagina que ya hemos elegido una revista acorde con la calidad de nuestros resultados (asumimos que son excelentes, innovadores, relevantes). Escribimos nuestro artículo siguiendo unas normas bastante rigurosas ¡ah y generalmente en inglés! y lo enviamos 🤞🤞🤞

Tuit 23: El artículo será recibido por un editor, que es científic@ reconocid@ 👨‍🔬👩‍🔬 en la materia, quien leerá el trabajo y tomará una primera decisión: si no percibe calidad, relevancia o que el tema no concuerda con la temática de la revista, lo rechazará 💩💩👨‍.

Tuit 24: Se me ha olvidado decir que, aunque hay revistas que viven de las publicaciones y pertenecen a editoriales privadas, muchas son publicaciones de sociedades científicas sin ánimo de lucro. Sólo cobran en determinadas circunstancias.

Tuit 25: También se me ha olvidado decir que adecuar el artículo o seguir el proceso de publicación del trabajo puede ser una tarea tediosa y compleja 👩‍💻👨‍💻. Si el editor encuentra errores formales en nuestro envío ¡no lo publicará!

Tuit 26: Aquellas revistas más relevantes, las científicas más influyentes y todas las del JCR, siguen un proceso de “revisión por pares” o “peer review”. Veamos en qué consiste y por qué es tan importante.

Tuit 27: Si el editor considera que nuestro trabajo tiene potencial, lo enviará a 2 o 3 👤👤👤, a veces más, científic@s expert@s en el tema quienes, de forma anónima, revisarán el trabajo, ¡hasta la última coma!

Tuit 28: Una vez revisado, l@s “referees” envían sus comentarios al editor quien, dependiendo de las revisiones, decidirá si el “paper” se acepta sin más (no es normal), requiere revisiones menores o mayores o, directamente, se rechaza 💩💩.

Tuit 29: Este proceso puede llevar de 3 a 6 meses o más. Yo tengo 2 artículos “under review” desde julio… Cuando el editor reciba las revisiones, si no lo rechaza, nonoslos enviará los comentarios que deberán recibir respuesta, a veces con nuevo trabajo experimental 💩💩💩.

Tuit 30: Una vez revisado, contestando punto por punto a cada revisor 👨‍💻👩‍💻, el trabajo se vuelve a enviar al editor, quien puede rechazarlo aunque, generalmente, pedirá opinión a los revisores.

Tuit 31: Suponiendo que todo está correcto, a veces piden una segunda revisión o más “referees”, el trabajo será aceptado🕺💃🕺 y publicado💃🕺💃

Tuit 32: En ese momento podremos hablar de nuestro Estudio Científico. Antes no, sin ser publicado tras ese proceso, no tendrá validez alguna, aunque La Vanguardia lo saque en contraportada… Al fin, tras años de esfuerzo y dedicación, tu trabajo y esfuerzo produce resultados ✊✊✊

Tuit 33: Y es, en ese momento, donde comienza la verdadera valoración de nuestro trabajo. Si la idea fue realmente buena y los resultados son innovadores, inspirarán a otr@s científic@s y será citado 💆‍♂️💆‍♀️. Será, entonces, cuando cobre relevancia 💎💎💎

Tuit 34: Entenderá el lector que la frase “Hay estudios científicos que demuestran que…” en Ciencia sin una cita, sin indicar año, autores o revista, no tenga ninguna importancia y si la gente (los periodistas son gente) supieran lo que hay detrás, serían cuidadosos a la hora de utilizarla.

Tuit 35: Es, cuando un científico la usa sin cuidado y sin tener en cuenta lo comentado anteriormente, cuando su uso es extremadamente peligroso 🤬🤬. Que un científico, que por el hecho de serlo no significa que sea serio o riguroso, la use, dice mucho de su clase 🤪.

Tuit 36: Estoy cansado de escuchar a ciertos movimientos antiantenas hablar de “estudios que demuestran que” sin saber hacer esa lectora crítica o análisis de la fuente, de su calidad.

Tuit 37: O peor, y me cuesta comprenderlo, a “científicos” que usan esa frase sin proporcionar las citas, una lectura crítica o un análisis serio de su relevancia, para justificar sus creencias sin esa base científica seria y necesaria. ¡Se supone que son científicos!

Tuit 38: Esa condición de científic@ se debería perder al aparecer en colaboraciones con DSalud, MindalaTV o EcoPortal…

Tuit 39: Sigamos. ¿Entonces para saber si un trabajo es serio debemos mirar en qué revista se ha publicado? Bueno, es un primer paso.

Tuit 40: Al menos hará falta una lectura atenta y crítica, para lo cual, hay que estar preparado (FUNDAMENTAL). Algunos trabajos de mi ámbito, no están a mi alcance tras más de 20 años de dedicación pero son comentados alegremente en blogs de pseudotitulados sin pudor mi vergüenza.

Tuit 41: Que un trabajo llegue a conclusiones relevantes o asombrosas, que rompan con el paradigma establecido y haya sido publicado en una revista Q4 o, peor, no indexada, ya debería ser suficiente para analizarlo con sumo cuidado.

Tuit 42: Si yo demuestro que los campos de radiofrecuencia de los móviles producen cáncer o son detectados por hipersensibles, procuraría que esos resultados se publicaran en una de las revistas más relevantes: New England Journal of Medicine, Lancet, JAMA, Nature o Science.

Tuit 43: Lógicamente, esas revistas pondrán sumo cuidado en las revisiones, aplicando la famosa frase de Carl Sagan: “afirmaciones extraordinarias requieren de evidencias extraordinarias”.

Tuit 44: Una de esas revistas no publicará sospechas u opiniones. Publicará hechos difícilmente contestables… Publicará esas evidencias extraordinarias si están bien fundamentadas… ¿y cómo se obtienen esas evidencias extraordinarias?

Tuit 45: Como indiqué al principio, no todos los estudios son iguales. No es lo mismo una experiencia personal, un caso clínico, un estudio de cohortes, uno de casos y controles, un ensayo clínico o un metanálisis. No, no son lo mismo.

Tuit 46: Voy rápido. Los resultados que yo obtengo, sin publicar, sin ese proceso de revisión por pares, no tienen prácticamente ninguna validez. Que los haya contado en un congreso internacional, tampoco.

Tuit 47: La Ciencia se fundamenta en “REPRODUCIBILIDAD” y “REFUTABILIDAD”.

Tuit 48: Reproducibilidad: si tienes un burro y dices que vuela, déjame el burro a ver si conmigo también vuela.

Tuit 49: Refutabilidad: si cojo el burro y lo lanzo desde un avión (con paracaídas por si acaso no vuela) y no vuela, lo mismo (y más seguro) es que el burro no vuele.

Tuit 50: Por tanto, tus resultados no son fiables por definición. Me da igual que me digas que tus voluntarios detectan la radiación electromagnética, mientras no lo publiques previa revisión anónima, tu metodología, tus análisis e interpretaciones, no valdrán nada.

Tuit 51: ¡Publícalos! ¡Si tus resultados son extraordinarios, las revistas más prestigiosas querrán publicarlos! Así podremos analizar tu metodología, tus análisis…

Tuit 52: Un caso clínico o un resultado aislado, tampoco hará Ciencia. Los resultados de estudios transversales, casos y controles y de cohortes estarán condicionados por la metodología, el tamaño de la muestra, el análisis, generalmente estadístico, realizado…

Tuit 53: ¡Ay la Estadística! Pobres mis alumnos… que saben que hasta una buena significación (una p pequeñita) no será sinónimo de validez.

Tuit 54: En lo alto del todo, los estudios más relevantes y fiables, serán las revisiones sistemáticas y los metaanálisis.

Tuit 55: En estos “estudios de estudios” se revisan muchos artículos, se comparan resultados y metodologías, lo que permite llegar a conclusiones más fuertes pero ¡cuidado! que las revisiones “narrativas” cada vez son más frecuentes.

Tuit 56: Una revisión “narrativa” no tiene un diseño adecuado, criterios de inclusión y exclusión, periodo de revisión, comparativa… Hacer una revisión no es leer o escoger, los científicos somos serios. Ejemplo: http://radiandando.es/2018/06/20/el-wifi-es-una-amenaza-importante-para-la-salud-humana-o-no/

Tuit 57: En definitiva, el hecho de citar un estudio, ya no de Ecoportal, Youtube o DSalud, sino incluso de PubMed (donde hay revistas que no entrarán nunca en JCR por su baja rigurosidad) no es sinónimo de nada.

Tuit 58: En alguna discusión con antiantenas sin formación más allá de Google, me ha pasado, intentan justificar sus posiciones enlazando resultados, a bulto, de PubMed. Sin analizar, ya no el tipo de estudio o relevancia, es que ni la revista o el año. Yo ya lo llamo “falacia ad pubmedium”.

Tuit 59: Ante un estudio con resultados extraordinarios siempre: lectura atenta y crítica (hará falta un mínimo de formación, sí otra vez), metodología, tipo de estudio, sesgos, análisis, calidad de la revista y los autores… y esperar a su confirmación por parte de otros…

Tuit 60: Es demasiado frecuente escuchar eso de “hay estudios que demuestran que”… Ahora deberás preguntarte muchas cosas antes de seguir leyendo tontás 😎😎😎…

La llamada desesperada de un investigador al ministro Duque

Diario Sanitario (también Redacción Médica) se hizo eco de un tuit mío de hace unos días que ha tenido bastante difusión…

La red social Twitter está movilizando a la comunidad universitaria en torno a una reflexión. El hilo del profesor Alberto Nájera, de la Facultad de Medicina de Albacete, ha puesto sobre la mesa, una vez más, que la investigación rema contracorriente, enfrentándose a “recortes brutales”, a la “burrocracia” y a políticos que no están a la altura. Conocido por enfrentarse a la homeopatía sin eufemismos, por sus investigaciones y su afán incansable a la hora de divulgar, el físico Alberto Nájera (@najera2000 ) se dirige al nuevo ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque (@astro_duque), para explicarle los obstáculos que tiene para desarrollar su actividad docente e investigadora “con dignidad”.

Nájera-Duque-Mensaje

Su llamada desesperada ha llegado a más de 300.000 personas. Nájera recuerda que los recortes de 2008 dejaron a la universidad española herida de muerte. Y el peor golpe llegó en el peor de los momentos, cuando se implantaba el Espacio Europeo de Educación Superior.

La “burrocracia” desbordó a los profesores universitarios al tiempo que veían cómo desaparecía la investigación. En este contexto, llegó un sistema de acreditación del profesorado, la Aneca, donde primaba la investigación por encima de la calidad e innovación docentes. Investigar era imposible y, sin embargo, cobraba peso. “Es como si le pides al Madrid que juegue en la Champions, pero que no tendrá presupuesto para nada”, explica el profesor la ministro.

“Han intentado dejarnos sin dignidad. Desprecian nuestras capacidades haciéndonos perder el tiempo con papeles absurdos. Nos insultan al evaluarnos con criterios que muchos de los que evalúan no cumplirían”.

Nájera recuerda al ministro, del que espera una respuesta, cómo roba horas a sus hijos o cómo invierte el presupuesto familiar en un congreso que, “por burrocracia”, nadie le pagará. Pero también insiste en que “la indignación y su desprecio no podrán con nuestro tesón”. “Necesitamos gestores que nos ayuden, no que nos pongan pegas”.

Y este profesor lanza este mensaje en un momento en el que la Universidad de Castilla-La Mancha está enfrentada al Gobierno regional por una financiación que no llega, a pesar de que numerosos contratos y el futuro investigador están pendientes de ella.

Tomado de: https://diariosanitario.com/la-llamada-desesperada-de-un-investigador-al-ministro-duque/

Wifi y móviles: “¿Un peligro para la salud?”

Recuerda que estas cosas también las publico en www.radiandando.es, pero aquellas que creo más interesantes, también las pongo por aquí…

No se ha demostrado su inocuidad”. Es uno de los argumentos más frecuentes para defender la aplicación del principio de precaución o la reducción de los límites legales de exposición a campos electromagnéticos de radiofrecuencia (CEM-RF), en particular a móviles, antenas y WiFi. Sorprende escuchar este argumento en boca de algunos “expertos centíficos”, generalmente abogados o frecuentes colaboradores de DSalud o Mindala TV, que obvian que la Ciencia no se construye demostrando negaciones, sino buscando evidencias que sustenten las hipótesis en afirmativo, por ejemplo: “la radiación de las antenas y móviles produce cáncer en humanos”.

Para prohibir o limitar un agente o factor de riesgo, se debe demostrar que es peligroso para la Salud, conociendo, además, la vía por la que se produce ese efecto y, así, hablar de causalidad descartando una posible casualidad. Del mismo modo, para aplicar el principio de precaución, no basta con una conjetura o una corazonada, hacen falta evidencias. En 30 años, a los niveles habituales de exposición, no se ha demostrado ninguna asociación de los CEM-RF y la Salud. Pero te dirán que las hay. Y sí, las hay, pero aquellas que demuestran algún efecto, son a niveles elevados o, en caso de niveles más bajos, en condiciones de laboratorio.

Por tanto, en condiciones normales, no hay evidencia de efecto alguno (ver Röösli et al., 2010). ¿Y con el cáncer? Tampoco. No hay evidencia en humanos en condiciones y niveles normales. Sí la hay en ratas a niveles elevados y sin que se conozca el mecanismo, con un tipo de cáncer que afecta a células nerviosas del corazón, con lo que extrapolar ese resultado a humanos es, todavía, muy arriesgado e injustificado.

¿Y cáncer de cerebro? Recordemos que la OMS (a través de la IARC) clasificó la radiación de los móviles como posible cancerígeno (grupo 2B, junto al tabaco y a los encurtidos) por este trabajo de Cardis et al., 2011 (en el que los propios autores concluían que “la incertidumbre de estos resultados requieren de ser replicados antes de hacer una interpretación causal”). Aunque revisiones posteriores descartan esta asociación (ver Repacholi et al., 2012) y la epidemiología de los últimos 30 años también lo avala, se mantiene en el grupo 2B. En la siguiente gráfica se compara la evolución de la telefonía móvil (número de líneas, arriba) y la incidencia de cáncer de cerebro  de 1992 a 2006 (abajo) tomada de Inskip et al. 2010. Podríamos pensar que desde 2006, 12 años después, podrían haber aflorado efectos a largo plazo, pues los datos de 2017 de incidencia no han cambiado de tendencia y continúan entre los 6 y 8 casos por cada 100.000 habitantes en EE UU. En una publicación posterior, explicaré más por qué se mantiene en el grupo 2B y qué pasaría si, finalmente, acabaran en el grupo 2A o, incluso, en el 1 (junto al tabaco, el alcohol, la contaminación atmosférica o las carnes procesadas).

Veamos por qué podemos estar tranquilos. En el siguiente gráfico, la barra vertical roja y verde representa la intensidad de la radiación: rojo alta intensidad y verde baja intensidad. En general, sabemos que a intensidades elevadas (rojo) se producen efectos (calentamos la leche en el microondas) y que a intensidades bajas (verde) no se producen. Recordarás el famosos vídeo viral en el que se hacían palomitas con unos móviles, pues, siento mucho decirte que había un magnetrón de microondas debajo de la mesa (todavía encuentro algún movimiento antiantenas que lo pone como ejemplo de lo peligrosos que son los móviles (me recuerdan a Aristóteles). Queda una zona intermedia donde afectarían otros factores como el tipo de radiación, la especie, la forma de irradiación, etc. que impiden marcar un nivel categórico y generalizado. La ICNIRP, partiendo de los niveles a los cuales sabemos que se producen efectos y conociendo aquellos a los que no se producen, incluye un factor de seguridad de 10 y fija el nivel máximo de exposición por debajo de la línea roja. Por tanto, está aplicando ya el principio de precaución, fijando la intensidad máxima en una zona conocida y segura.

Sólo si alejamos la antena o limitamos su número, o peor, usamos sistemas de apantallamiento, los dispositivos electrónicos deberán “gritar más” llegando a veces a niveles que están unas 10 o 20 veces por debajo de esos niveles máximos ICNIRP, pero siempre por debajo de la línea roja. Por tanto, si queremos mantener los niveles de exposición lo más bajos posible, cuantas más antenas y más cerca, mejor. Así, los dispositivos podrán comunicarse con los operadores, sin necesidad de “gritar” más de la cuenta (y consiguiendo también que las baterías duren más). Por tanto, a los niveles y condiciones habituales de exposición a los que sabemos que no se producen efectos, tampoco tiene sentido aplicar el principio de precaución, pues ya se aplica al reducir los niveles de seguridad un factor 10.

En la imagen anterior, se incluyen dos opciones: “prohibir los CEM-RF si no se demuestra que son inocuos”, lo cual es imposible de demostrar o “no prohibir los CEM hasta que se demuestre que son perjudiciales” cosa que, a día de hoy, no se ha demostrado, como vengo insistiendo, a los niveles habituales. No obstante, la opción que se ha elegido es intermedia: fijar los niveles muy por debajo de aquellos valores a los cuales sabemos que sí se producen efectos.

Volvamos al problema de demostrar la inocuidad. El problema de cómo se demuestran afirmaciones en Ciencia, pero aplicada a la existencia de Dios, fue desarrollada mediante una analogía por el matemático inglés Bertrand Russell. En su caso, quería ilustrar la exigencia de los creyentes de que sea el ateo quien demuestre la no existencia de Dios. Para ello, imaginando una tetera orbitando entre Marte y la Tierra, Russel explicó: “Si yo sugiriera que entre la Tierra y Marte hay una tetera de porcelana que gira alrededor del Sol en una órbita elíptica, nadie podría refutar mi aseveración, siempre que me cuidara de añadir que la tetera es tan pequeña que no puede ser vista ni por los telescopios más potentes”.

Si admitiéramos que, si no se ha demostrado la inocuidad de algo, se debería limitar su acceso o exposición, nos encontraríamos con que deberíamos prohibir absolutamente todo simplemente porque alguien sugiriera su potencial peligrosidad y esperar a que la Ciencia demuestre que es falsa tal afirmación, lo cual sería imposible. Aquellos que piden limitar o reducir la exposición a CEM-RF y alertan sobre los peligros a los que nos estamos sometiendo, no han demostrado que a los niveles habituales se produzcan efectos y suelen recurrir a experimentos de laboratorio en condiciones extremas.

Si funcionáramos así, yo comenzaría con un elemento con el que convivimos a menudo y que a nadie le preocupa. A mí, me tiene sumamente obsesionado: “el uso de traje y corbata es sumamente peligroso para la Salud, nadie ha demostrado que su uso, sea inocuo”. Ahí lo dejo.

El último grito: pastillas para la radiación

Sí, has leído bien, pero te lo pongo otra vez porque es alucinante: “Pastillas bio-reguladoras de la respuesta a la radiación electromagnética”. Pero ¿esto qué es? que se preguntarían mis amigos “granaínos”, Tío Miguel y Juande. Pues es la descripción de este producto que puede adquirirse a través de Amazon. Si la “tontá” de las pegatinas no fue suficiente.radiacion_holoram

Natursanix vende éste y otros productos de Equisalud, empresa radicada en Huarte, Pamplona (Navarra) en Amazon. En la descripción de Equisalud, en su web, dicen ser un “laboratorio de referencia en fitoterapia, complementos alimenticios y cosmética natural”. Su fundador, Antonio Vega, farmaceútico y biólogo, lleva desde 1989, elaborando “complementos alimenticios” según ellos recomendados por profesionales de la salud como, entre otros, “naturópatas, homeópatas, sintergéticos, kinesiólogos, osteópatas, quiroprácticos, acupuntores y profesionales de la medicina tradicional china, medicina ayurvédica, medicina antroposófica y medicina integrativa“. Nada más que añadir, señoría. Si esas son “profesiones”de la salud, apaga y vámonos. Lo que más me sorprende es que en su web no se indica para qué son esos productos. Ahora volveré al HoloRAM Radi.

La otra empresa, Natursanix, nos dará un poco más de juego. Aunque Amazon indica que Natursanix está también en Huarte (¿casualidad?), la dirección empresarial que aparece es Principe de Vergara 36, 6º en Madrid (está desactualizada porque ya se han mudado). Alguno ya está pensando cosas porque ha leído estos dos post: uno de Luis Alfonso Gámez en su blog Magonia (“¿El origen del pánico electromagnético? sigan al dinero”) y otro de Mauricio-José Schwarz en su blog El retorno de los Charlatanes (“El negocio del miedo electromagnético”). Es la misma dirección en la que estaban registradas la Fundación para la Salud GeoambientalVivo SanoEscuelas sin WiFiVive sin Radón y un larguísimo etcétera en torno a SilverSalud.

La familia de productos HoloRAM, dicen los de Natursanix, permiten regular los desequilibrios energéticos, actuar frente a procesos degenerativos, adaptación al estrés y, lo mejor: “la activación de los sistemas naturales de protección de la radiación”. Alucinante. Bien, el bote de HoloRAM Radi cuesta en Amazon unos escalofriantes 74,88€ (formato ahorro de 180 cápsulas), y no se dan muchos datos sobre composición, indicaciones, etc.: “Bio-regulador de la respuesta a la radiación electromagnética. HoloRam Radi protege de los efectos energéticos nocivos de una amplia gama de radiaciones. Sus componentes energéticamente activados han sido balanceados para favorecer la activación de los sistemas de protección natural de los efectos nocivos de radiaciones de diferentes frecuencias”. En la web de Equisalud se da algo más de información, pero nada de indicaciones o composición exacta.

Llegados a este punto me surgen tres cuestiones: ¿Servirá para algo el HoloRAM Radi?, ¿por qué no hay un control sobre estas empresas radicadas en España y los productos que distribuyen? y ¿cómo es posible que Amazon no tenga un mínimo control?

La primera tiene una simple y rápida respuesta: No. No tenemos ningún sistema de protección natural que nos proteja de las radiaciones y, por tanto, no podemos “bio-regularlo”. Si existiera, ¿para qué gastarnos ingentes cantidades de dinero en cremas solares o en sistemas de protección radiológica y dosimetría en las unidades de imagen o de radioterapia en los hospitales?

La segunda y la tercera, se contestan, también, rápidamente: por un lado la inacción y por otro la permisividad del Ministerio de Sanidad y de colegios oficiales de Médicos y Farmaceúticos, han llevado a nuestro país a una situación de extrema impunidad donde los vendedores de humo, campan a sus anchas y hacen negocio con el dolor y el miedo de la gente. Ya me extenderé un poco más sobre SilverSalud… Termino con el corto de animación ganador del Goya en 2013, “El vendedor de humo” (Jaime Maestro, 2012) de la escuela de animación www.PrimerFrame.com, que es fantástico y permite entender de qué estamos hablando exactamente: http://www.primerframe.com/el-vendedor-de-humo/

Portazo a las pseudociencias en la Biblioteca Pública

Tomado de Diario Sanitario: https://diariosanitario.com/portazo-a-las-pseudociencias-en-la-biblioteca-publica/

Ha suspendido la charla sobre bioneuroemoción programada para el día 2 de febrero. Tras recibir la advertencia del profesor Alberto Nájera, físico doctor en Neurociencias de la Facultad de Medicina, la Biblioteca Pública del Estado ha cerrado sus puertas en Albacete a un movimiento tachado de secta en países como Francia y a un ponente que pretendía hablar de salud sin tener titulación sanitaria.

Nájera se ha convertido en uno de los portavoces de asociaciones que advierten del auge de movimientos que se aprovechan de la desesperación de los enfermos y del desconocimiento para infiltrarse en lugares de prestigio, como una biblioteca, ayuntamientos e, incluso, alguna universidad. Si bien, la Biblioteca Pública del Estado ha respondido en cuestión de horas a su advertencia, en otros espacios, como la Universidad Popular de Albacete, han hecho caso omiso de sus consejos.

Como hiciera con la Universidad Popular y su apertura a las Flores de Bach o al Instituto Monroe, Nájera ha advertido a la Biblioteca que la bioneuroemoción es una de las pseudoterapias más peligrosas, la cual bebe de la “biodescodificación”, un movimiento que dice que toda enfermedad es resultado de un conflicto emocional no resuelto del que se ha de “tomar conciencia” para “sanarse”.

Este movimiento está clasificado oficialmente de secta peligrosa por las autoridades de países con organismos de control de sectas (como Miviludes en Francia, donde este movimiento se conoce también como “descodificación biológica original”). Su co-creador, Claude Sabbah, fue condenado recientemente a dos años de prisión y una multa por la muerte de un enfermo de cáncer de próstata que rechazó el tratamiento por confiar en los preceptos del movimiento.

En España, Enric Corbera, un licenciado en psicología de Barcelona, ha recogido el testigo de esta secta (que a su vez derivaba de la “Nueva Medicina Germánica”, otro grupo sectario que defiende erróneamente que los tumores son resultado de un shock emocional). La bioneuroemoción incorpora aún más elementos sectarios mediante el libro denominado “Un Curso de Milagros”, que termina defendiendo que todo lo malo que nos pasa en la vida (incluyendo literalmente una agresión, una violación o una enfermedad) nos lo causamos nosotros porque se lo “pedimos al universo” para que nos llame la atención sobre un conflicto emocional no resuelto.

En cualquiera de los casos, la Biblioteca Pública ha suspendido la charla de José Cuenca Cambronero, quien se definía en el cartel que anunciaba su intervención como “coach y acompañante en bioneuroemoción”.

Alberto Nájera es articulista de www.diariosanitario.com, donde ha denunciado el sinfín de falsas terapias que atentan contra la salud y proliferan sin control.

Una vez más, pseudociencia en la UP

Pues sí, la Universidad Popular de Albacete (UP) la ha vuelto a liar demostrando un profundo desprecio hacia los profesionales de la Salud, hacia los profesores de nuestra Facultad de Medicina y, sobre todo, hacia nuestros alumnos de Medicina que tanto tendrán que sacrificarse y esforzarse para poder llegar a ser médicos.

Hace poco más de un año, en diciembre de 2016, varios profesores de la Universidad de Castilla-La Mancha, la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC), el Círculo Escéptico o la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), dimos la voz de alarma ante una charla sobre una pseudoterapia sin base científica, las Flores de Bach. Entonces enviamos un escrito a la dirección de la Institución, sin recibir respuesta, en el que nos sorprendíamos de que la UP diera cobertura, dedicando tiempo y dinero público, a la promoción de pseudoterapias. En particular las Flores de Bach, como otras muchas pseudoterapias, no son una alternativa, son un riesgo o, incluso, una estafa. Un centro público, financiado con fondos públicos, no debería dar cabida a este tipo de charlas anticientíficas que ponen en riesgo la salud de la gente. No se trata de dar cabida a diferentes visiones u opiniones, sobre todo cuando se habla de cuestiones serias como la Salud sino, entendíamos, deberían centrarse en promover la Salud, lo que no se consigue permitiendo el acceso a charlatanes y sí, exigiendo un mínimo de calidad y rigor científico.

Pues bien, el jueves 11 de enero de 2018, bajo el amparo de la UP, en la Casa de la Cultura José Saramago, tendrá lugar la charla “Los estados de la consciencia y la neurotecnología Hemi-Sync” impartida por el “Facilitador Outreach del Instituto Monroe® (EEUU)”, D. Enrique Ramos Corbacho. Son numerosas las páginas web y vídeos en YouTube donde se explica qué es esto de Hemi-Sync®. Incluso en este vídeo, el propio Enrique Ramos explica las bondades y efectos de esta “tecnología”. En esta otra larga charla en el canal Mindalia TV, famoso canal de YouTube que da cobertura a toda clase de charlatanería pseudocientífica, dice cosas como que estimular un oído con un tono de 100 Hz y el otro con otro tono de 104 Hz, genera una onda ”resta” interna en el cerebro de 4 Hz que nos dejaría dormidos, también que los niños ven amigos invisibles porque su sistema de consciencia está bien y que en los adultos está oxidado, o que estas estimulaciones permiten conectar con otras energías (esto siempre es muy recurrido), entre otras curiosidades sin base científica…

En la página de perfil del propio Instituto Monroe, Enrique Ramos es presentado como Ingeniero de Telecomunicaciones. En su perfil de LinkedIn indica que realizó la especialidad de Electrónica y Equipos en la Politécnica de Madrid en el año 2000 y que, después, trabajó para Xerox, Gas Natural Fenosa, Unfinet Telecom y, desde 2008, es “facilitador outreach” (si alguien sabe qué es eso que me lo explique) del Instituto, donde también dicen que “se ha graduado en muchos de los talleres residenciales del Instituto” (imagino que con el consiguiente reconocimiento del Ministerio de Educación). El Instituto Monroe, cuyo lema es “soy más que mi cuerpo físico”, fue fundado en 1978 por Robert Allan Monroe, un ejecutivo publicitario, quien en 1971 publicó el libro “los viajes fuera del cuerpo”basado en sus experiencias personales. En 1975 registró diversas patentes sobre técnicas y audios con los que “inducir estados de consciencia alterados”, así nace Hemi-Sync® explotado actualmente por el Instituto, sin ánimo de lucro.

Así, el ponente, que no tendría formación en Neurociencias o Audiología, parece ser el representante de la marca en España, Sinc Spain, en cuya web se pueden leer cosas como que los sonidos generados por Hemi-Sync “han mostrado efectividad para acceder a estados alterados de consciencia, informes de experiencias cumbres, un posible efecto antinociceptivo durante la anestesia y el tratamiento de la ansiedad. Hemi-Sync® también ha resultado efectivo en el enriquecimiento del aprendizaje, mejora de la memoria, incremento de la intuición, mejora en la fiabilidad de la visión remota, telepatía y experiencia fuera del cuerpo”. Todo ello aderezado con coletillas bien conocidas en la pseudociencia como “bien estudiadas”, “creciente evidencia”, “evidencia científica”, “más y más científicos”, etc. También se destaca que Enrique Ramos, desde hace 20 años, experimenta viajes astrales y que ha aprendido, mediante prueba y error, a controlar esos viajes extracorpóreos.

Se da la casualidad de que realicé el doctorado en la Universidad de Salamanca, en el programa de Neurociencias, en particular, desarrollé mi tesis doctoral en el campo de la Audiología, por lo que a medida que leía toda clase de barbaridades pseudocientíficas, no podía más que enfadarme e indignarme. Si bien los sonidos y la música pueden inducir ciertas sensaciones, relajación, sugestión, etc., hablar de viajes astrales, viajes fuera del cuerpo, telepatía o intuición es, cuanto menos, ridículo. Y la evidencia científica disponible no avala en ningún caso sus afirmaciones. En la base de referencia Web of Science (JCR) sólo he encontrado 3 artículos que evalúan el Hemi-Sync: En 2 de ellos (de 1999 y 2004) se realizan pruebas sobre el efecto de la anestesia y la exposición a cintas con sonidos binaurales. El primero recibió un comment en 2000 cuestionando la metodología y los resultados, sin recibir respuesta. El de 2004 planteaba una metodología muy cuestionable llegando a conclusiones que no se recogían en el diseño del estudio. El tercer trabajo, muy anterior, de 1994, con una muestra extremadamente pequeña, pretende describir estados de consciencia alterados inducidos por el Hemi-Sync sin que la evidencia aportada permita concluir nada serio. Estudios posteriores que evalúan posibles efectos de sonidos y música en los procesos de sedación, no exclusivamente producidos con Hemi-Sync, no son concluyentes, por lo que hablar de “sólida evidencia científica” no es adecuado. Uno de esos estudios (Kang et al. 2009) concluía que reducir el ruido en la sala de operaciones era más efectivo que poner música… En cualquier caso, los resultados descritos en esos 3 trabajos, no han sido reproducidos y, por si alguien no se ha dado cuenta, estamos en 2018.

Por tanto, una vez más, estamos ante una charla sin base científica sólida, más bien lo contrario, que organiza o acoge la Universidad Popular en la que, con una alta probabilidad, se recurrirá a argumentos pseudocientíficos para intentar demostrar las bondades de un dispositivo, en este caso CDs de música, que no han demostrado su eficacia de forma objetiva y controlada. No se deberían facilitar espacios públicos para publicitar pseudoterapias de este tipo pues constituye un insulto a los verdaderos profesionales de la Salud y un riesgo por las falsas creencias que puede inducir. La Universidad Popular realiza una labor encomiable fomentando la Cultura y  la Educación en Albacete, pero debería contar con un mínimo consejo asesor que filtrase este tipo de propuestas pseudocientíficas, que, como indica Fernando Frías en este tuit, no haría falta que fueran científicos, bastaría con que fueran sensatos.

Publicado en Diario Sanitario: https://diariosanitario.com/una-vez-mas-pseudociencia-en-la-up/

Avalando chorradas que no curan

El 11 de enero de 2013, Alberto Brandolini, un informático italiano tuiteó el siguiente mensaje, que a mí me gusta denominar, directamente, el Principio de Brandolini: “The bullshit asimmetry: the amount of energy needed to refute bullshit is an order of magnitude bigger than to produce it” que podemos traducir como “La asimetría de la chorrada: la cantidad de energía necesaria para refutar una chorrada es un orden de magnitud mayor que para producirla”. Puede aplicarse a las pseudoterapias o a la discusión con el cuñado en la cena de Navidad…

¿Qué quiere decir? Inventarme una chorrada me costará poco y a ti demostrar que es falsa, mucho. Puedo ir adornando mi chorrada inventada con más y más chorradas que harán que mi chorrada inicial tenga mejor aspecto y llegue incluso a no parecer una chorrada. La energía que necesito para producirla será pequeña, bastará con un poco de imaginación. Tiremos pues de imaginación e imaginemos una terapia alternativa maravillosa, capaz de curarlo todo, que se ha utilizado durante milenios, preferiblemente de origen oriental. ¿En qué consiste? No hace falta aportar ninguna evidencia, pues si la adornamos con un aura mágico, místico, mejor oculto, increíblemente será más fácil de creer. Sigamos imaginando. Imaginemos que, en una zona de nuestro cuerpo, ya sea la planta del pie o las palmas de las manos, la oreja o, por qué no, la lengua o el iris del ojo, podemos encontrar representados todos los órganos de nuestro cuerpo y que, estimulando esas representaciones, puedo devolver a su estado normal de salud, cualquier desequilibro o enfermedad por compleja que sea: catarro, dolor, hemorroides, adicciones, depresión o, por qué no, gota, diabetes o cáncer. ¿Qué me ha costado generar esta chorrada? Poco, ¿verdad? Incluso puedo ponerle un nombreYa expliqué hasta dónde llegaron los creadores de la fecomagnetoterapia. Ahora te pido que científicamente demuestres que mi invención es falsa, que es una chorrada. Si además esta chorrada viene avalada por un científico, a poder ser mejor licenciado en medicina y, por tanto, doctor y, además, sale en la tele, la energía necesaria para demostrar la falsedad no será un orden de magnitud mayor, esto es, diez veces más, que la que me costó generarla, sino que, en muchos casos, será dos o tres órdenes de magnitud superiores (100 o 1000 veces más), pudiendo a llegar a un gugol (un 1 con 100 ceros detrás) si la chorrada la dice Cárdenas en TVE y en prime time.

Dicho esto, hoy quisiera llamar la atención sobre la irresponsabilidad de la televisión pública castellanomanchega (Castilla-La Mancha Media), en particular del programa “Estando Contigo” con la difusión de pseudoterapias. Hace meses me puse en contacto con ellos para llamarles la atención sobre la difusión de pseudociencia en el programa. Tras una conversación, me invitaron para que hablara de antenas de telefonía móvil y después, invitaron a Emilio Molina de Redune, pero se ve que no convencimos, por lo mismo de Brandolini, probablemente. Ambos les alertamos de los peligros de difundir pseudoterapias, en particular de forma periódica con la presencia del “doctor acupuntor”, otro oxímoron, Juan José Sanchez. Pero, como decía, siguen igual.

El pasado 27 de diciembre, este señor a lo largo de 10 minutos y con una entregada a la causa pseudocientífica, Julia Rubio, se presentó la acupuntura como terapia válida para curar la gota sin indicar, en ningún momento, que debe ser un médico de verdad quien trate esta enfermedad. Además, se dieron consejos para reducir el dolor cervical y los mareos mediante la presión con una uña entre dos nudillos y otras chorradas sin base científica alguna.

Convencer a la abuelita, o al cuñado de turno, que vio el programa de que la acupuntura no es una terapia válida contra la gota, que no servirá de nada para paliar la sintomatología o que no conseguiremos nada, más allá de un posible efecto placebo, presionando con la uña entre los nudillos o haciendo masajes con los pulgares, en sentido contrario de las agujas del reloj, muy importante esto, no será fácil, será imposible, pues lo ha visto en la tele y se lo ha dicho un doctor muy simpático y sonriente. Para muestra, gracias a un tuit de Vicente Baos, pude acceder a esta reciente revisión Cochrane sobre dolor neuropático y acupuntura: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/14651858.CD012057.pub2/full/. ¿Qué es más fácil inventarme una chorrada o explicar el contenido de esta revisión sistemática?

El reportaje acaba con una Julia emocionada y entregada diciendo “sepan que la acupuntura tiene soluciones para todo. Acudan de verdad a un buen maestro, a un buen acupuntor que se van a encontrar mucho mejor. No quiero terminar la sesión sin decirles que la gota se trata con acupuntura”. El protagonista añade fugazmente que “es un tratamiento sintomático, hay que hacer una historia y ver por qué esa persona tiene gota”, cubriéndose las espaldas. Julia termina añadiendo como colofón “creo que la acupuntura, hoy por hoy, puede trabajar todo, me atrevería a decir”. A lo que el maestro acupuntor apuntilla “casi todo, sí”, mientras se publicitaba en pantalla el teléfono y la web del centro del “maestro”.

Creo que se trata de un acto de total irresponsabilidad, un insulto hacia los verdaderos profesionales de la Salud que día a día tratan a miles de pacientes en los Centros del Sescam, mediante terapias que han demostrado científicamente su validez. Un insulto a los profesionales que en las dos Facultades de la Región formamos a futuros médicos desde la Ciencia, desde la Evidencia, desde la responsabilidad y el respecto al paciente. Una vergüenza que desde la televisión pública no se vele por la Salud de la población y se dé pábulo a ésta y a otras pseudoterapias que pueden llegar a ser sumamente peligrosas.

Charla pseudocientífica en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Villamalea. Carta al Alcalde.

Estimado Cecilio, Alcalde de Villamalea:

Mi nombre es Alberto Nájera López y soy Físico y Doctor en Neurociencias por la Universidad de Salamanca, profesor en el Área de Radiología y Medicina Física de la Facultad de Medicina de Albacete de la Universidad de Castilla – La Mancha. Mi especialidad de formación básica fue la Física de la atmósfera y me especialicé en el estudio de factores ambientales y su relación con la salud. Desde hace más de 15 años formo a mis alumnos, futuros médicos, en una de las profesiones más duras y difíciles, a la vez de humanas y comprometidas, que existen. Su camino es duro; sólo entrar en nuestra facultad les supone haber tenido que renunciar a parte de su adolescencia pues mientras otros estaban de fiesta ellos estaban estudiando con la mente puesta en la PAEG/Selectividad. Y durante la carrera no es menos duro. Estamos en una de las titulaciones más difíciles que existen. Renuncian a parte de su vida por desarrollar aquello que aman y anhelan: ser médicos para algún día poder ayudar a los demás. Tras 6 años de durísima carrera con cientos de prácticas y miles de horas de estudio, tendrán que enfrentarse a un durísimo examen que será la puerta a su formación especializada: el MIR. 225 preguntas tipo test, algunas larguísimas, sobre cualquiera de los conceptos adquiridos durante los 6 años de carrera. Tras este terrible examen que tardan 1 año en prepararse, comenzarán su formación especializada. Algunas de las especialidades conllevarán hasta 5 años de formación intensísima y realmente difícil. En todos los casos la Ciencia será la base de su formación. Todo lo que aprenden no es opinión, es evidencia científica demostrada y contrastada desde hace décadas. No podrán tomar una decisión clínica si no tienen una evidencia sólida detrás. No hay lugar a la elucubración o la fantasía, la creencia o la opinión. Les formamos con un espíritu científico y tras esos más de 10 años de durísimos estudios, serán médicos.

Perdone la larga introducción pero quiero que entienda con qué cara se pueden quedar estos chicos y chicas cuando se enteran de que un ayuntamiento de nuestra provincia cederá sus instalaciones para que un señor sin la más mínima formación científica más allá de lo que parece ser “sus búsquedas en Internet”, algún curso de formación no reconocido oficialmente o algún libro que parece haber leído (por lo que dice en su “breve currículum” o en su web), se define como titulado técnico en terapia natural (titulación no oficial ni reconocida) o algo parecido e impartirá una charla sobre algo tan sencillo como los contrails que, como físico de la atmósfera, me hace gracia a la vez que me parece insultante que lo explique alguien que tampoco parece haber estudiado nada parecido a la Física. En cualquier caso parece evidente que no tiene la más mínima formación científica. En mi caso, para poder llegar a donde estoy también tuve que renunciar a muchas cosas cuando era estudiante, tuve que estudiar hasta el final y periódicamente se nos evalúa nuestra calidad científica y valía académica, 5 años de carrera, 5 de tesis doctoral y 17 de experiencia en la Universidad, autor de publicaciones científicas, en revistas científicas serias, proyectos de investigación, decenas de ponencias en congresos nacionales e internacionales, conferencias y autor de varios libros.

El pasado viernes encontré casualmente el cartel de la charla que, según indica, tendrá lugar en el mismísimo salón de plenos del ayuntamiento (por cierto, ni el nombre del pueblo aparece correctamente). Lo compartí en mi Twitter personal https://twitter.com/najera2000/status/921389574844223488 y ha generado más de 14.000 impresiones por tratarse de un tema tan absurdo a la vez que preocupante por lo que supone la cesión de un espacio público a estas disparatadas y alarmistas creencias infundadas. Con respuestas y retuits ha generado más de 30.000 impresiones. Sí, la charla tendrá lugar en un espacio público donde seguramente no se admitiría una charla sobre si la Tierra es plana o si la Tierra gira o no alrededor del Sol… ni mucho menos para promover una secta o las posesiones demoníacas o para vender terapias que no han demostrado científicamente que son válidas. Pues tal y como se presenta la charla, nos encontramos ante algo que no dista mucho de defender que la fuerza de la gravedad no existe. No, los aviones no nos fumigan con sustancias tóxicas más allá de los residuos de la combustión del queroseno en sus turbinas y esas estelas que, curiosamente sólo se ven en determinados días, no son más que la condensación de vapor de agua en las capas altas de la atmósfera. Por encima de los 10.000 metros de altura se produce una inversión en el gradiente térmico de la atmósfera que hace imposible que lo que allí se vierta, caiga a la Tierra. Además sólo ocurren en determinados días en los que las condiciones atmosféricas favorecen esos procesos de condensación debido a la temperatura y humedad de esas capas altas de la atmósfera. Además de ser de sentido común, ¿qué depósitos no deberían llevar esos aviones que supuestamente nos fumigan, si son capaces de dejar un rastro de horizonte a horizonte, más de 100km de longitud? Seguro que ha fumigado o conoce a alguien que fumiga sus tierras en Villamalea, entenderá que fumigar 100km de distancia es imposible con el volumen y peso de un avión comercial… Puede encontrar una explicación divulgativa de todo esto en: http://magonia.com/2009/08/16/la-amenaza-los-chemtrails/

Pero no sólo parece que hablará de estas falsas fumigaciones que hasta la Guardia Civil ha denunciado como un bulo sin sentido: https://twitter.com/guardiacivil/status/873229461122101249?lang=es, sino que promete hablar de otros tóxicos que nos rodean, a pesar de que tampoco parece ser químico ni tener una mínima formación en este campo científico. Entiendo que no hablará ni de la contaminación atmosférica, ni del tabaco ni del alcohol, principales factores de riesgo y enfermedad que nos rodean en nuestra vida diaria. Huelga decir que es una barbaridad indicar en el cartel que las falsas fumigaciones podrían provocar enfermedades sin tener la más mínima evidencia de causalidad en el asunto, si es que sabe qué significa este concepto de causalidad y cómo se analiza en Estadística, rama de las matemáticas que dudo también que su ponente, domine. No voy a entrar a detallar las numerosas faltas de ortografía que contiene el cartel y el resumen de la charla que ofrece, pero no puedo dejar de destacar dos afirmaciones alucinantes: los tóxicos de la industria farmacéutica o que cambian el clima ¡con ingeniería genética! El despropósito es tal, que resulta insultante a cualquier persona que lea el cartel con un mínimo espíritu crítico y vea que su Ayuntamiento cederá el espacio para este tipo de información falsa, sin evidencia y no muy diferente a la afirmación, como le decía, de que la Tierra es plana. ¿Qué formación e información estará recibiendo la población de Villamalea de la mano de su Ayuntamiento? ¿Y los jóvenes, qué mensaje reciben de un “experto” en nada que se dice terapeuta sin tener ninguna formación reconocida oficialmente hablando de Física, Química o Farmacología?

Y al parecer no es la primera vez que su ayuntamiento acepta de la mano de la Asociación Tierra Esmeralda charlas pseudocientíficas. Ya hace años acogieron una conferencia sobre una terapia heredera de la “nueva medicina germánica” declarada ilegal y perseguida por sectaria en Alemania, su promotor está en la cárcel, y que aquí recibe el nombre de Bioneuroemoción y que supone un riesgo para los enfermos de cáncer que son animados a abandonar sus tratamientos con la falsa creencia de que nuestra mente es la causante de las enfermedades… Puede leer un breve dosier de 300 páginas sobre qué supone esta cuestionada o falsa pseudoterapia que ustedes promovieron en su Ayuntamiento en: https://docs.google.com/document/d/1if3tkKoSJaoCUoESn20EA0mqABlASoe-olLqFJxj_Qw/edit#heading=h.t3e5q1pqzvcg.

Me pongo en contacto con usted y a su disposición, siento que algo tarde si se ha generado algún revuelo pero mi actividad docente estos días es frenética, para alertarle de lo que sin duda se trata de un acto de difusión de anticultura científica. Y por todo lo anterior, le ruego que recapaciten la cesión de ese espacio para un acto de ésta índole. Quien haya promovido esta charla en su pueblo debe querer muy poco a su pueblo ni a sus gentes al ponerlo en el mapa de aquellos consistorios que dan pábulo a estas charlas anticientíficas e irracionales y que, como científicos, estamos obligados a denunciar. Además entiendo que es obligación de nuestros representantes públicos velar por el Conocimiento, la Educación y la Salud y por eso me dirijo directamente a usted como responsable último capaz de parar esta tropelía acientífica. Espero que entienda este mensaje como una crítica constructiva, para informarle de qué es lo que les han propuesto acoger y que no tienen por qué saber si es cierto o no. El ponente, en su página web, es capaz de decir de nuestros profesionales sanitarios, de la sanidad pública que tanto nos cuesta a todos que “Los médicos siguen tratamientos alopáticos, es decir, luchan contra la enfermedad. A menudo se ven obligados a “despachar” a sus pacientes, tratando sólo sus síntomas, con lo que la enfermedad reaparecerá con más fuerza” (he corregido las faltas de ortografía). No es ético que un consistorio o una Asociación promocione este tipo de mensajes que, por otra parte, sólo demuestran un profundo desconocimiento de lo que es la Medicina actualmente.

No, no se trata de intransigencia, ni de censura, ni de falta de libertad de expresión. Se trata de respeto a la Ciencia, a los Científicos, a la Universidad, al Conocimiento y, sobre todo, a mis estudiantes de medicina, la de verdad, la que no necesita apellidos pero que ha demostrado que funciona. Es, como decía anteriormente, un acto de responsabilidad de nuestros representantes públicos velar por la Salud y el Conocimiento. No es opinable que la Tierra no es redonda, como no lo es que esas fumigaciones no son más que vapor de agua, que no son peligrosas ni provocan enfermedades. No es apropiado alarmar a la gente con creencias infundadas y conspiranoicas. No es apropiado que estas cosas se digan en un espacio público por alguien que al parecer no ha demostrado ni tan siquiera estar capacitado para ello.

Reciba un cordial saludo. Quedo a su disposición,

Alberto Nájera