El 11 de enero de 2013, Alberto Brandolini, un informático italiano tuiteó el siguiente mensaje, que a mí me gusta denominar, directamente, el Principio de Brandolini: “The bullshit asimmetry: the amount of energy needed to refute bullshit is an order of magnitude bigger than to produce it” que podemos traducir como “La asimetría de la chorrada: la cantidad de energía necesaria para refutar una chorrada es un orden de magnitud mayor que para producirla”. Puede aplicarse a las pseudoterapias o a la discusión con el cuñado en la cena de Navidad…
¿Qué quiere decir? Inventarme una chorrada me costará poco y a ti demostrar que es falsa, mucho. Puedo ir adornando mi chorrada inventada con más y más chorradas que harán que mi chorrada inicial tenga mejor aspecto y llegue incluso a no parecer una chorrada. La energía que necesito para producirla será pequeña, bastará con un poco de imaginación. Tiremos pues de imaginación e imaginemos una terapia alternativa maravillosa, capaz de curarlo todo, que se ha utilizado durante milenios, preferiblemente de origen oriental. ¿En qué consiste? No hace falta aportar ninguna evidencia, pues si la adornamos con un aura mágico, místico, mejor oculto, increíblemente será más fácil de creer. Sigamos imaginando. Imaginemos que, en una zona de nuestro cuerpo, ya sea la planta del pie o las palmas de las manos, la oreja o, por qué no, la lengua o el iris del ojo, podemos encontrar representados todos los órganos de nuestro cuerpo y que, estimulando esas representaciones, puedo devolver a su estado normal de salud, cualquier desequilibro o enfermedad por compleja que sea: catarro, dolor, hemorroides, adicciones, depresión o, por qué no, gota, diabetes o cáncer. ¿Qué me ha costado generar esta chorrada? Poco, ¿verdad? Incluso puedo ponerle un nombre. Ya expliqué hasta dónde llegaron los creadores de la fecomagnetoterapia. Ahora te pido que científicamente demuestres que mi invención es falsa, que es una chorrada. Si además esta chorrada viene avalada por un científico, a poder ser mejor licenciado en medicina y, por tanto, doctor y, además, sale en la tele, la energía necesaria para demostrar la falsedad no será un orden de magnitud mayor, esto es, diez veces más, que la que me costó generarla, sino que, en muchos casos, será dos o tres órdenes de magnitud superiores (100 o 1000 veces más), pudiendo a llegar a un gugol (un 1 con 100 ceros detrás) si la chorrada la dice Cárdenas en TVE y en prime time.
Dicho esto, hoy quisiera llamar la atención sobre la irresponsabilidad de la televisión pública castellanomanchega (Castilla-La Mancha Media), en particular del programa “Estando Contigo” con la difusión de pseudoterapias. Hace meses me puse en contacto con ellos para llamarles la atención sobre la difusión de pseudociencia en el programa. Tras una conversación, me invitaron para que hablara de antenas de telefonía móvil y después, invitaron a Emilio Molina de Redune, pero se ve que no convencimos, por lo mismo de Brandolini, probablemente. Ambos les alertamos de los peligros de difundir pseudoterapias, en particular de forma periódica con la presencia del “doctor acupuntor”, otro oxímoron, Juan José Sanchez. Pero, como decía, siguen igual.
El pasado 27 de diciembre, este señor a lo largo de 10 minutos y con una entregada a la causa pseudocientífica, Julia Rubio, se presentó la acupuntura como terapia válida para curar la gota sin indicar, en ningún momento, que debe ser un médico de verdad quien trate esta enfermedad. Además, se dieron consejos para reducir el dolor cervical y los mareos mediante la presión con una uña entre dos nudillos y otras chorradas sin base científica alguna.
Convencer a la abuelita, o al cuñado de turno, que vio el programa de que la acupuntura no es una terapia válida contra la gota, que no servirá de nada para paliar la sintomatología o que no conseguiremos nada, más allá de un posible efecto placebo, presionando con la uña entre los nudillos o haciendo masajes con los pulgares, en sentido contrario de las agujas del reloj, muy importante esto, no será fácil, será imposible, pues lo ha visto en la tele y se lo ha dicho un doctor muy simpático y sonriente. Para muestra, gracias a un tuit de Vicente Baos, pude acceder a esta reciente revisión Cochrane sobre dolor neuropático y acupuntura: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/14651858.CD012057.pub2/full/. ¿Qué es más fácil inventarme una chorrada o explicar el contenido de esta revisión sistemática?
El reportaje acaba con una Julia emocionada y entregada diciendo “sepan que la acupuntura tiene soluciones para todo. Acudan de verdad a un buen maestro, a un buen acupuntor que se van a encontrar mucho mejor. No quiero terminar la sesión sin decirles que la gota se trata con acupuntura”. El protagonista añade fugazmente que “es un tratamiento sintomático, hay que hacer una historia y ver por qué esa persona tiene gota”, cubriéndose las espaldas. Julia termina añadiendo como colofón “creo que la acupuntura, hoy por hoy, puede trabajar todo, me atrevería a decir”. A lo que el maestro acupuntor apuntilla “casi todo, sí”, mientras se publicitaba en pantalla el teléfono y la web del centro del “maestro”.
Creo que se trata de un acto de total irresponsabilidad, un insulto hacia los verdaderos profesionales de la Salud que día a día tratan a miles de pacientes en los Centros del Sescam, mediante terapias que han demostrado científicamente su validez. Un insulto a los profesionales que en las dos Facultades de la Región formamos a futuros médicos desde la Ciencia, desde la Evidencia, desde la responsabilidad y el respecto al paciente. Una vergüenza que desde la televisión pública no se vele por la Salud de la población y se dé pábulo a ésta y a otras pseudoterapias que pueden llegar a ser sumamente peligrosas.