Fecomagnetoterapia. En 2008, Fernando Cervera y Mariano Collantes comenzaron a promocionar en una web una nueva terapia alternativa mediante la cual eran capaces de curar toda clase de enfermedades utilizando imanes mezclados con caca: la feco-magneto-terapia. Según decían, el efecto combinado de la caca y de los campos magnéticos de los imanes actuaba sobre toda clase de dolencias. Además, la potencia del medicamento era inversamente proporcional a la cantidad de caca que tenía ¿les suena? Cuanta menos caca, más potente, pero era importante que tuviera algo de caca. Además se ofrecía en todos los formatos posibles para facilitar su consumo: comprimidos, cremas, inhaladores, etc. Incluso ambientadores que difundían en el ambiente la mezcla de imanes y caca para, mediante su inhalación en casa, curar enfermedades respiratorias. Se puede consultar información sobre el “fecomagnetismo médico” en http://fecomagnetismo.byethost7.com/.
En su web, daban toda clase de detalles sobre el origen de la terapia inventada por dos prestigiosos doctores americanos Leslie Laurie y Hugh Nielsen recogiendo la tradición de aborígenes argentinos que se frotaban caca para prevenir toda clase de enfermedades. Ellos habían unido a las ideas del biomagnetismo y la homeopatía para conseguir el medicamento alternativo definitivo, pues como no podía ser de otra manera, la fecomagnetoterapia funciona gracias a “un enfoque de la salud desde una perspectiva holística que contempla la enfermedad como un proceso natural que no se debe combatir, sino comprender, sustituyendo al anticuado paradigma sostenido por la medicina academicista”, esa que, por otro lado y añado yo, demuestra científicamente que funciona.
Todo fue una estafa, más bien una broma de dos veinteañeros que querían llamar la atención sobre lo fácil que era inventarse una terapia alternativa. El problema es que tuvieron éxito, recibieron ofertas para vender sus productos en webs especializadas, incluso dieron una conferencia ante numerosas personas en la Feria Esotérica de Atocha donde ningún “experto” en terapias alternativas cuestionó que dos jóvenes españoles fueran la máxima autoridad en terapia fecomagnética a nivel mundial. En ningún caso, nunca, nadie les pidió que demostraran lo que decían, que demostraran la eficacia de sus productos. Pueden ver la historia de la Fecomagnetoterapia en esta excelente charla TEDx de Mariano Collantes, uno de los creadores, que me ha servido como inspiración para esta aportación: https://youtu.be/V3e9sHsig_4
Aquellos que siguen esta columna de opinión, recordarán que hace unos meses contesté a las “puntualizaciones de un médico” en mi artículo “médico homeópata: un oxímoron”. En aquellas puntualizaciones se me decía que “de forma burda y grosera mete en la misma coctelera a todo aquello que le suena alternativo o no convencional”. Y es que si algo tienen en común todas las terapias alternativas es que no han demostrado su validez de forma objetiva pues si lo hubiesen hecho, no serían medicinas o terapias alternativas sino que serían simplemente medicinas o terapias, sin apellidos. Cualquiera puede ser terapeuta alternativo sin ninguna formación ni responsabilidad, crear una terapia, montar una web y venderla, tendrá un negocio redondo esperando a incautos que pongan en juego su salud.
Así les invito a que creen su propia terapia alternativa, sólo necesitan un nombre con gancho, que suene ecologuay o alternativo, natural también sirve. Si no tienen mucha imaginación, podrán crearlo en: http://www.generatorland.com/usergenerator.aspx?id=17386. Algunos ejemplos: alcoholpatía de la mente, aerofluorescencia oriental, sexología espiritual, hidrofluorescencia deportiva o salchichopoesía sinestésica.