Continúo esta serie de textos con los que pretendo denunciar las pseudoterapias y la pseudociencia para prevenir al lector y que no le timen. A veces, sólo con un poco de sentido común, ese que es el menos común de todos los sentidos, podemos llegar a la conclusión de que lo que me están contando es un timo, una tontería o, simplemente, una guarrada. Y es que muchas veces, para que estas pseudoterapias tengan algún efecto, más allá de vaciarte el bolsillo y vía efecto placebo, deben incluir términos y cuestiones místicas, extrañas o, como es el caso, escatológicas.
Hoy veremos en qué dicen que consiste la orinoterapia. No sé si esta pseudoterapia está muy extendida, pero el caso es que se encuentra en algunos centros de terapias alternativas y naturales; razón suficiente como para no entrar y huir rápidamente del lugar. Bien, los orinoterapeutas (me encanta este palabro) dicen, como otros pseudoterapeutas, que la enfermedad no existe, que es la desconexión del cuerpo y la mente, que ya hemos tratado en textos anteriores como una falacia terrible que llevamos arrastrando ya miles de años, la responsable de enfermar. Es más, según estos caraduras, este desequilibrio se produce en el momento del nacimiento cuando dejamos de beber nuestra propia orina mezclada con el líquido amniótico. Es por esto que proponen la autocuración mediante el consumo de nuestra propia orina.
Termino. Este tesoro que tiramos por el WC y que es una excelente medicina y alimento natural, según ellos, no es del todo conocido y es por culpa de los científicos, como siempre perversos, que no queremos investigar por los, lógicamente, intereses de las grandes corporaciones. Como podemos comprobar, este tipo de argumentos funcionan y son repetidos por los magufos como un mantra. ¿Magufo? Es un término que no me gusta del todo, porque se usa despectivamente para aquellos que creen en la magia (MAG-ic) y en los ovnis (-UFO), pero que sirve para calificar, en mi opinión, a los crédulos que odian la Ciencia y antes beben su orina que hacer caso al médico.¿Y qué podremos curar? Pues todo, absolutamente todo, desde una uña encarnada, a la diabetes, la celulitis o un cáncer. Según ellos, si todavía no estás flipando del todo, dicen que se debe tomar un vaso de orina al día en ayunas. Si no vomitas, recomiendan hacer ayunos de 2 o 3 días tomando únicamente orina y agua. Si tu enfermedad es grave o crónica, recomiendan ayunos de 15 a 21 días. Las “evidencias” que dicen tener es que ha habido gente que ha sobrevivido tras un naufragio o un terremoto sólo tomando su orina. ¿Y cómo cura? Pues dicen que equilibra nuestro cuerpo químicamente y, sobre todo, mentalmente, si es que beberse su propia orina no es de estar suficientemente desequilibrado. Pero insisten en que bebiendo tu propia orina podrás ver el mundo desde otro punto de vista y nivel espiritual.
Si todavía no te he convencido para beber tu propia orina o hacer un ayuno de 20 días estando enfermo, gracias. No me hagas caso ni a mí, ni a los orinoterapeutas. Haz caso a tu médico.Decía mi padre, anatomopatólogo, “o médico, médico o curandero, curandero”, cuida tu salud y confía en la Ciencia… y por favor, guarradas de este tipo, las justas o sólo en caso de emergencia.