¿Por qué he hecho la campaña como la he hecho?

A la hora de afrontar una campaña, creo que es evidente, que el hecho de presentarse independiente, solo, sin lista, es una desventaja. Todo el trabajo, organización, marcar objetivos, estar presente o elaborar material y contenidos, recae sobre uno mismo y así, alcanzar el objetivo final, es más complicado y, lógicamente, requiere de más esfuerzo. En mi caso, como he dicho ya, ese objetivo no ha sido que los inscritos en Podemos Albacete me voten, sino más bien que la gente que vote, cuanta más mejor, lo haga con información. Probablemente ha sido por deformación profesional, pues mis alumnos, futuros médicos, deberán tomar las decisiones basándose en una evidencia objetiva. Como es lógico, he informado fundamentalmente de mi proyecto e ideas, pero también ha habido hueco para dar a conocer al resto de compañeros, que no contrincantes, que se presentan.

He intentado mantener una campaña sin descalificaciones y constructiva, basada en mis propuestas y en mis textos, sin compararme con el resto; lo cual en algunos momentos no ha sido fácil y si lo he hecho, pido disculpas. Sin pedirlo ni organizarlo, he contado con el apoyo de algunas personas incondicionales que han hecho de altavoz y han difundido todo lo que he ido publicando, a veces a una velocidad que a mi mismo me sorprendía. Sus comentarios y críticas hacia los demás eran de ellos. Por mantenerme totalmente al margen no he intervenido, incluso en momentos donde el uso de alguna imagen o tuit no me parecían lo más adecuado. Incluso se me ha llegado a acusar de haberlos promovido yo. No niego que en privado lo he comentado o compartido, en tono jocoso, de lo cual no me siento orgulloso, pero que en ningún momento he fomentado y organizado ese tipo de publicaciones. Si se me ha malinterpretado sólo puedo decir que creo que con la campaña que he desarrollado, no me hacía falta. Es más, creo que algunos de los incondicionales con los que he contado, de cara al Círculo de Podemos Albacete, no me beneficiaban, pero no he intervenido incluso cuando podía pensar que no me estaban ayudando. Cada cual es libre de publicar lo que quiera y el hecho de ir independiente y no deber nada a anadie, me aconsejaban no intervenir en ningún caso. Los «Me Gusta» de Facebook los he dado con cuentagotas y muy meditados, incluso deseando apoyar candidaturas de miembros del Consejo Ciudadano, me he reprimido siempre que he podido. Sólo con muy pocos candidatos he caído en la tentación de hacer público mi apoyo.

Me he animado a escribir esta última entrada y dar a conocer cómo se ha cocinado todo esto, porque mucha gente me ha felicitado por la campaña e incluso me han llegado a preguntar que cuánta gente había detrás. Y, la verdad, he estado prácticamente solo, salvo algunas opiniones que pedía puntualmente a algunos buenos amigos. Y aunque al principio pensé en hacer hueco a algunos candidatos independientes en la web quiénes, sin yo pedírselo, se ofrecían a ayudarme, pensé que la mejor forma de ser totalmente independiente y coherente, era ir solo.

Aunque ha habido parte de improvisación y respuesta al día, detrás había un cronograma que he cumplido casi a rajatabla a costa de muchas horas de sueño, pues entre tanto, la dinámica del trabajo en la Universidad no ha parado y el final de un trimestre siempre supone un extra de trabajo. Al final estoy sumamente satisfecho, he conseguido presencia en los medios (no sólo para mi sino para los demás también y ellos lo saben), presencia en redes sociales y web, ¡hasta por Whatsapp!, lejos de una campaña a través de un televisor de plasma o lo que podríamos llamar campaña del avestruz. Ha sido todo un desafío escribir las entradas de la sección «Porqués y Cómos» donde he ido desgranando mis propuestas, para hacer accesible mi propuesta de documento, consciente de que su lectura íntegra está reservada a los más aplicados. Ayer mismo publiqué un borrador de objetivos, tareas y cronograma pero también un esquema de funcionamiento que creo es lo más importante, mi campaña ha sido de cara, abriendo herramientas de participación y transparente.

Y todo este esfuerzo, consciente de que las posibilidades son mínimas, ¿para qué? Pues, teniendo en cuenta que los comentarios más frecuentes han sido que «La Lista te planchará» o «ante La Lista no tendrás nada que hacer» o que «aunque prepares contenidos, discutas, te presentes, etc. no tendrás ninguna oportunidad pues la gente votará a La Lista», cuando tomo una decisión, la tomo con todas las consecuencias y me implico, como digo en el preámbulo de mi documento «hasta mancharme» recordando los versos de Gabriel Celaya.

Mi primer compromiso era conmigo mismo, pero los ánimos y alientos que he ido recibiendo durante los últimos días, sobre todo de gente que no me conocía previamente, me hacían seguir adelante con ilusión, coherencia y transparencia, haciendo que ese compromiso se haya extendido a otra gente que ha puesto en mi una esperanza. Pero hay una razón más importante y es por la que much@s o tod@s estamos en Podemos: cambiar el país. Antes de las nacionales, habrá unas municipales y unas autonómicas, pero será en noviembre cuando nos la juguemos, cuando con medios muy limitados deberemos llegar al 100% de la población. Cuando veía las campañas, más bien clásicas, que han desarrollado mis compañeros, comprendía que debía mostrar otra manera de hacer la campaña: apostando por los contenidos de calidad, cuidados, por la presencia casi diaria, en las redes sociales, contando y respondiendo a todo, etc. Espero haberlo conseguido. Lógicamente la consecución del otro objetivo obvio, llegar a la mayor cantidad de gente posible, ha sido limitado pues uno solo, es difícil mover demasiado, pero al menos lo he intentado.

Para terminar, me gustaría agradecer en primer lugar a mi familia, quien ha visto inevitablemente reducido su tiempo y atención, y en segundo lugar a aquell@s que, una vez más, me han demostrado que son mis amig@s.

Hoy doy por terminada mi campaña. No hay calendario electoral, pero para mi, finaliza aquí. Espero que vote mucha gente, no necesariamente a mi, tampoco necesariamente a mis compañeros, pues también defiendo el voto en blanco y el derecho a no votar.