Publicado en DiarioAB el 12 de septiembre de 2013.
El 1 de septiembre de 2008, la Feria de Albacete fue declarada de Interés Turístico Internacional. Este reconocimiento está regulado por la Orden ITC/1763/2006, de 3 de mayo, donde el artículo segundo, en el punto 5, dice: “Serán desestimadas aquellas solicitudes de declaración de Interés Turístico Nacional o Internacional referidas a fiestas con concurrencia de actos en los que directa o indirectamente se maltraten animales o personas”.
Así parece que, como en otras, en nuestra Feria, esa en la que “sin toros no hay Feria”, y que coincide con una taurina en la que se torturan hasta la muerte de forma sangrienta y terrible a más de media centena de astados, no concurren actos en los que se maltratan animales. Así se promueve una feria, de interés internacional, y un espectáculo que despierta una rotunda repulsa por parte de nuestros posibles turistas de origen europeo. Pero no solo en Europa, también en España, según una encuesta realizada en marzo de 2013 por Ipsos, quedaba claro que un 76% de los encuestados se oponen a que se destinen fondos públicos a financiar esta actividad, frente a un 13% que apoya con rotundidad las corridas de toros, y tan solo un 7% indicó que habían ido a los toros al menos una vez en el último año.
Ya en 2007, antes de la crisis económica, el Ministerio de Cultura indicaba que era la actividad de ocio que menos espectadores recibía, con un 9,8% frente al 10,8% de los circos o al 13,8% de los jardines botánicos. No solo los espectadores en vivo, sino que la primera corrida de toros retrasmitida por TVE tras 6 años de apagón taurino, obtuvo un 10,8% de share frente al 12,7% de la última retransmisión de 2006. Todo unido al descenso de espectáculos que hasta 2012 acumulaba un 40%. Así que no parece que sea efecto de la crisis económica sino más bien por la falta de interés del público; me gustaría pensar que porque la población va concienciándose de que este espectáculo es impropio del siglo XXI.
Y es que en realidad, como decía al principio, el tergiversador lema de “sin toros no hay feria”, debería ser sustituido por uno más realista como por ejemplo “sin Feria no hay toros” pues si no fuera por la Feria, pocas serían las corridas que conseguirían llenar esta plaza de segunda. Y lo más importante es que los toros desaparecerán, tarde o temprano, pero la Feria continuará por muchos años, a pesar de coincidir y promocionarse como Fiesta de Interés Turístico Internacional, al tiempo que se celebra la feria taurina, festival del maltrato animal por antonomasia.
Por tanto, aplaudo la campaña que está desarrollando el colectivo “Alma Animal” con el lema#AlbaceteSinTortura en la que se distribuirán más de 50.000 folletos y panfletos. Esperemos que esos pocos aficionados que todavía quedan, poco a poco vayan entendiendo que no es ético divertirse a costa del sufrimiento de un animal, por mucha tradición que haya, con arte o sin arte, y a pesar de los esfuerzos del Estado por mantener, como siempre sin tener en cuenta la opinión de la gente, este espectáculo caduco, trasnochado, rancio y sobre todo cruel, terrible y cruel.