![](https://blog.uclm.es/ricardofdez/wp-content/uploads/sites/10/2013/04/espacio-2B2-7730921.jpg)
El profesor Luis Miguel Pérez se convierte así en el primer español en recibir este premio instituido por la Casa Real de Arabia Saudí en el año 2006 con el objetivo de reconocer a las instituciones y personalidades que contribuyen a difundir la lengua y cultura árabe. El galardón, dotado con 500.000 riales saudíes (133.000 dólares), le ha sido concedido ex aequo al traductor brasileño Joao Baptista de Medeiros y será recogido por ambos en la ciudad de Brasilia en el mes de octubre.
Tras conocer la noticia, el profesor del Departamento de Filología Moderna de la Universidad de Castilla-La Mancha ha manifestado su “profundo” agradecimiento por la concesión de este premio, “el más prestigioso al que puede aspirar un traductor de árabe y un apasionado de su cultura y literatura”.
Aunque el premio ha sido otorgado a título personal, el mismo, según Pérez Cañada, es un reconocimiento a la labor que durante casi dos décadas viene desarrollando la Escuela de Traductores de Toledo con su dedicación a la traducción y a la enseñanza de la lengua y la literatura árabe. En este sentido, ha añadido que el galardón es “un paso adelante más en el campo de la traducción árabe en España y un reconocimiento a que la literatura y el pensamiento árabe entre en el mercado comercial español”, tarea que desde hace años viene realizando el centro que dirige.
Por último, el profesor Pérez Cañada ha asegurado que el galardón viene a reafirmar su idea de que “la traducción es la base del diálogo entre las culturas, las lenguas y los pueblos” y que cumple “un papel irreemplazable” en la construcción de las identidades.
Luis Miguel Pérez Cañada es licenciado en Estudios Semíticos y doctor en Traducción por la Universidad de Málaga. Desde 1997 es investigador de la Escuela de Traductores de Toledo de la Universidad de Castilla-La Mancha, centro que dirige desde 2006, y desde 2005 profesor de la Facultad de Educación de Toledo. Es director y coordinador de distintos programas propios de la UCLM de traducción de literatura y pensamiento árabes al castellano. En el campo de la investigación está especializado en historia, didáctica y análisis de la traducción y ha traducido y publicado en editoriales españolas más de una quincena de obras de autores árabes.
Fuente de información. Gabinete de Comunicación UCLM. Toledo, 16 de abril de 2013
Celia González Soler y Mª Inmaculada Sánchez Raboso
http://blog.educastur.es/unguanteentrecalcetines/category/autismo/
El 14 de abril de 1931 se proclamó la II República Española y se encontró con diversos obstáculos educativos como pudo ser la iglesia Católica que tenía prácticamente un monopolio en la educación. Además había unas altas tasas de analfabetismo, en 1900 el 56% de la población y en 1930 el 32.4 %. En el año 1930, en España había 34.000 maestros y 31.000 escuelas. Intelectuales liberales, como puede ser Francisco Giner de los Ríos crean la Institución Libre de Enseñanza (ILE) en 1876, y se redacta que es libre de cualquier otra institución, ya puede ser filosófica, religiosa o política.
Todos estos antecedentes crean un ambiente reformador de la escuela, en el que se arraigan principios como laica, pública y gratuita. Existe, además un confrontamiento entra educación anarquista y socialista, que cada uno crea escuelas diferentes enfocadas a su ideología: los socialistas se basan en colegios estatales, mientras que los anarquistas rechazan estos e imparten sus clases más liberales al margen.
Se intentó llevar a cabo un cambio rápido y en profundidad que cambiara los esquemas de la educación española; ya que creían que así sería más fácil de controlar la respuesta ciudadana. En primer lugar se abordó el bilingüismo, dejaba hablar desde párvulos el Catalán y los otros idiomas cooficiales. Se implantó la no obligatoriedad de la enseñanza religiosa, que hasta entonces había sido obligatoria, declarando de esta manera una libertad religiosa.
Durante la Segunda República se proyectó la construcción de 15.000 escuelas, con las que se triplicaron los institutos de secundaria, y esto llevó a que hubiera muchas más plazas para maestros. Tras un estudio realizado, se llegó a la conclusión de que harían falta 18.000 escuelas más, por lo que sacaron un plan quinquenal con el que se construirían 5.000 escuelas anuales, siendo en el primer año 7.000. Además el sueldo de los maestros subió de 3000 pesetas anuales, a 5.000.
En 1933 una nueva ley salió a la luz, la “Ley de confesiones congregaciones religiosas”, por la que se decreta que la Iglesia no podrá impartir clases legalmente. Esta ley causó un gran revuelo en la derecha y la iglesia, que se manifestaron en contra de la República.
El 29 de Mayo de 1931, por decreto, fueron creadas las misiones pedagógicas con el objetivo de: “llevar a las gentes, con preferencia a las que habitaban en localidades rurales, el aliento del progreso y los medios de participación en él, en sus estímulos morales y en los ejemplos del avance universal, de modo que los pueblos todos de España, aun los apartados participen en las ventajas y gozos nobles reservados hoy a los centros urbanos”. Para muchas personas, estas misiones significaron un primer contacto con la cultura. El ministerio de Instrucción pública creó un programa de bibliotecas circulantes, que estaban interconectadas entre sí, y en tres años llegó a crear casi 5.000 bibliotecas. Esto supuso que mucha gente pudiera alcanzar la cultura de forma más sencilla y fácil.
La universidad, antes y durante la Segunda República fue el escenario de importantes cambios. Primo de Rivera, tuvo muchos enfrentamientos con el sector universitario y esto pudo propulsar su caída. Se crearon diversas asociaciones, como la Unión Federal de Estudiantes Hispanos (UFEH) que manifestaba: “La misión educadora de la Universidad no acaba en el estudiante: debe difundirse al pueblo y es preciso que el mismo estudiante comprenda esta necesidad y extienda la cultura que de ella recibió”.
En 1936, comenzó la Guerra Civil española, en la que la educación republicana seguía impartiéndose, incluso en las trincheras. En 1939 acaba la guerra, y el general Franco toma el poder, creando una dictadura y produciendo una represión a los republicanos, en la que muchos tuvieron que huir del país. Restaura la educación religiosa en el país, volviendo a ser la religión una materia obligatoria. En este tiempo no aumenta en absoluto el número de colegios ni institutos. Un tercio de los maestros españoles fue sancionado por el régimen franquista, los cuales eran sustituidos en su mayoría por militares que habían participado en la Guerra Civil en el bando golpista.
En definitiva, la educación española ha tenido diversos cambios a lo largo del tiempo, la mayoría de ellos por ideología; actualmente continuamos con estos cambios ideológicos, se puede observar en la cantidad de leyes educativas que se han decretado desde el fin del régimen franquista.
Sergio Arcos Jordán. 2º Educación Primaria B UCLM
Los docentes solían enseñar conocimientos muy básicos como leer, escribir, y algo de matemáticas y geografía muy general. De hecho, tenían un único libro llamado Enciclopedia donde aparecían todas las materias. Asimismo, solían enseñar a llevar a cabo actividades cotidianas como costura a cuyas clases solo asistían niñas. La metodología empleada para ello era una metodología muy tradicional en la que las sesiones eran muy teóricas, no realizaban salidas fuera del aula, y los maestros y maestras utilizaban, en los niños, castigos como estar de rodillas, mirar a la pared, golpear con una regla en las manos, incluso dejar encerrado a algún niño o niña durante un tiempo en el colegio absolutamente solo o sola.
Además, la mayoría de los niños comenzaban a asistir al colegio a los 5 o 6 años y aunque era obligatorio permanecer allí hasta los 14, la gran mayoría no finalizaba estos estudios y abandonaban el sistema escolar mucho antes para poder trabajar debido al nivel económico de las familias en aquella época. De hecho, al hablar con mis abuelos y preguntarles si les habría gustado continuar estudiando, todos me dicen: “no, porque aquella época era así y había que trabajar y ayudar a la familia”.
Por otra parte, remontándonos a la época de la mayoría de nuestro padres, que estaría comprendida entre los últimos años de la Ley Moyano de 1857 y la LGE de 1970, podemos decir que podemos encontrar algún parecido más a nuestra escuela actual pero escasamente. Los materiales escolares utilizados eran prácticamente los mismos que en la época de nuestras abuelas, las aulas seguían siendo iguales, los contenidos enseñados también,…prácticamente todo era exactamente igual por lo que observamos que de la educación de nuestros abuelos a la de nuestros padres no existen tantas diferencias pero, sin embargo, entre la educación de nuestros padres y la nuestra podemos encontrar gran número de diferencias.
Las diferencias más significativas son: para empezar, que las leyes educativas no eran las mismas, pues la gran mayoría de los estudiantes actuales hemos estudiado con la LOGSE y la LOE (salvo algunas excepciones); la formación escolar actual de los niños y niñas suele comenzar a los 3 años y finaliza a los 16 años (Educación Obligatoria) por lo que los años de formación han aumentado y gran parte de esos alumnos continúan su formación con estudios superiores; las materias impartidas son mucho más variadas y para cada una de ellas se suele usar un libro determinado para dicha materia; los profesores llevan a cabo sus sesiones de manera mucho más dinámica, realizan salidas fuera del aula con los alumnos, elaboran y realizan actividades creativas,… por ejemplo, recuerdo que en Primaria realizábamos talleres, en Navidad actuábamos para nuestros familiares en el Teatro del municipio y nos disfrazábamos de pastorcitas y pastorcitos, venía “Papá Noel” a traernos los regalos de Navidad al aula, íbamos de excursión por ejemplo a la granja escuela,…; referente al material utilizado, la mayoría de las escuelas cuenta con herramientas tecnológicas, ordenadores, proyectores,…
Para concluir, podemos observar, a través de la información recopilada, que la educación ha evolucionado y cambiado mucho en pocos años, y que el nivel económico es un factor, desgraciadamente, muy importante para poder estudiar. Como en todo, hay personas que consideran que se han dado progresos y otros que no tanto, pero personalmente considero que la escuela de hoy en día es mucho mejor y más completa que la anterior, pero algo que me gustaría destacar y que me ha llamado la atención es por qué antes se enseñaba costura y en la actualidad no, quiero decir que hay cosas importantes que vamos abandonando porque son sustituidas por otras que consideramos más importantes. Por ejemplo, para mí igual de importante es tener muchos conocimientos teóricos como saber manejarse en el día a día en nuestro hogar o en la vida cotidiana. En la actualidad, pocas personas jóvenes saben cocinar, coser,… por lo que considero que se están perdiendo grandes tradiciones como, a mi parecer, lo maravilloso que es leer un libro en mano, escribir una carta o recibirla por correo ordinario,… Quiero decir que a través de este informe me podido dar cuenta de que cada sistema escolar de cada época tiene sus cosas positivas y negativas, y que no hay que olvidarse de algunas tradiciones, para evitar que desaparezcan para siempre.
Virginia Díaz-Rullo Aranda.
2ºB Grado en Educación Primaria.