Han pasado tan sólo 2 años desde que terminé mi etapa escolar, sin embargo parece un mundo; lo que yo recuerdo de mis años de primaria son la pizarra, las tizas y forrar libros con olor a nuevo, ahora todo lo que encuentras (o deberías encontrar según muchos) son pizarras digitales, ordenadores portátiles, tablets y libros electrónicos. Yo aprendí a estudiar subrayando, haciendo resúmenes y esquemas, pero todo esto no tiene por qué cambiar, sólo ha cambiado el formato.
Es innegable que nos encontramos en una nueva era, la era digital, una era que asusta a muchos de los actuales docentes que llevan años ejerciendo su profesión de la única manera que saben, la tradicional; los tiempos cambian y se hace evidente que las personas también tienen que evolucionar, para los llamados inmigrantes digitales será toda una aventura aprender a usar las nuevas tecnologías pero, ¿qué mejor forma de motivar a un niño que ha nacido inmerso en esta nueva vida, que aprender de forma divertida y mediante un objeto que maneja a la perfección desde hace años?
Bajo mi punto de vista el cambio de formato no ha reducido la comunicación escrita, sino que la ha aumentado considerablemente, lo único que se hace necesario por parte de todos es exigir a nuestros alumnos, hijos, primos, y todos los niños que tengamos alrededor, la buena escritura también en las nuevas tecnologías.
Volviendo a la educación creo que las nuevas tecnologías son un medio muy bueno para trabajar con niños y jóvenes ya que poseen mil funciones que facilitarán en gran medida el estudio y el trabajo: pueden consultar conceptos, subrayar apuntes, hacer esquemas, buscar imágenes y vídeos, e incluso tener libros enteros en un formato mucho más fácil de manejar y menos pesado que los ya antiguos libros de texto.
Pero las nuevas tecnologías no sólo facilitan el aprendizaje de los niños, sino que ayudan también considerablemente a los docentes, que podrán almacenar en un simple pen drive toda la información, conceptos, notas, exámenes, apuntes y todo lo demás que acumulan en un curso escolar.
Es innegable que nos encontramos en una nueva era, y aún podrán cambiar los medios, los formatos y la forma de trabajar, pero algo que nunca podrán sustituir las nuevas tecnologías es la labor de un buen MAESTRO.
2ºB de Magisterio en Educación Infantil
Sandra Gil Sanz