¿SE PUEDE MODIFICAR EL COMPORTAMIENTO?

Cuando un niño nace, no sabe jugar, estudiar, pensar, querer a los demás, prestar atención, hablar…Todas estas habilidades y conductas y la inmensa mayoría de las que un niño manifiesta las va aprendiendo a lo largo de los días y los años. Los padres, maestros y otras personas de la comunidad intervenimos de manera decisiva en ese largo y complejo aprendizaje.

Las rabietas, agresiones, peleas, miedos, timidez, desobediencia, problemas con las comidas… y la mayoría de los problemas de conducta que los niños presentan durante el desarrollo de su personalidad también los aprenden, no nacen con ellos. Y también en ese aprendizaje intervenimos activamente nosotros.

Por lo tanto los profesores y padres son los encargados de modificar ese mal comportamiento en el niño.

Las pautas que podríamos seguir para modificar este mal comportamiento podrían ser las siguientes.

Pautas concretas de actuación:

1. Retirar la atención: ignorarlos, eliminar las consecuencias que hasta ahora su conducta inadecuada había provocado. Para el adulto esto supondrá paciencia y autocontrol.

2. Prestar atención a conductas positivas y contrarias a las deseadas: Debemos estar atentos en pillar y reforzar a nuestros hijos y alumnos cuando muestren conductas positivas o contrarias a aquellas que queremos eliminar.

3. Retirar otras recompensas: En ocasiones será conveniente el suprimir ciertos acontecimientos agradables (ver la TV, tener la puerta abierta a la hora de acostarse, etc.) si el niño manifiesta conductas inadecuadas.

4. Tiempo-fuera o aislamiento. Hay muchas situaciones en las que es difícil ignorar la conducta del niño, bien porque “el prestar” o “no prestar atención” no depende de nosotros (atención de otros niños, hermanos o adultos) o bien porque existe la necesidad de su interrupción inmediata (por ejemplo: agresión a otro niño). En estos casos puede ser muy útil el sacar al niño de la situación donde muestra su conducta inadecuada y trasladarle a un lugar donde no exista la posibilidad de obtener reforzamiento. Para que este procedimiento sea eficaz es necesario seguir una serie de reglas:
 

El lugar al que se traslade al niño no debe ser amenazante para él, pero si aislado y aburrido.
El traslado debe hacerse inmediatamente después de que ocurra la conducta inadecuada. No se trata de descargar un momento de enfado nuestro, no es una venganza. Por esta razón debe hacerse con calma y firmeza, pero sin gritos ni agresión y anunciando el objetivo y el tiempo que durará. ¿Cuánto tiempo debe durar ese tiempo fuera? Hay una regla: tres minutos por año que tenga el niño. A este procedimiento también se le llama “período de reflexión

5. El castigo. Puede tener inconvenientes:

  • Puede ocasionar al niño daños físicos y morales. El niño puede sacar la conclusión de que no le quieren, de que no es válido, de que es un desastre. Puede aprender a tener miedo.
  • – El niño aprende a castigar del mismo modo que lo hace un adulto, pues éste le proporciona un ejemplo de castigo. Aprende a agredir.
  • – El niño tenderá a distanciarse de la situación en que es castigado y de la persona que le castiga, con lo cual, las relaciones con ella se deterioran.
  • – el castigo puede actuar como un reforzador positivo de la conducta que se quiere eliminar, en la medida en que el niño a través del castigo, recibe atención del adulto y del medio social.
  • – el efecto de algunos castigos sobre la conducta inadecuada es pasajero. La suprime de momento, pero el niño la vuelve a repetir una y otra vez. Esto ocasiona una mayor frecuencia y dureza de castigo y un “acostumbramiento” del niño y del adulto al mismo, pero sin modificar de modo permanente su conducta.
  • – el castigo puede suprimir conductas inadecuadas, pero por sí solo no sirve para construir un repertorio de conductas adecuadas


Otra forma de cambiar la conducta en los niños puede ser:

.- Cambiar de escenario.

.- Empezar por lo más fácil e ir poco a poco

.- Enseñarle nuevas habilidades.

.-Dar ejemplo.

.-Acuerdos entre el padre y el niño.

Ana Núñez Hidalgo

ESCUELA INFANTIL DE CALIDAD

La escuela infantil es el primer nivel educativo en el sistema español. Precede a la educación primaria (educación básica) y no tiene carácter obligatorio.
Cuando hablamos de educación infantil nos referimos a la etapa de 0-6 años de edad. La novedad con respecto a otras épocas, es que las leyes educativas reconocen el derecho a la educación desde el nacimiento, porque los niños y niñas siempre se deben educar.



v  Una etapa muy importante
Los primeros años de vida son muy importantes para el desarrollo y la personalidad del niño. Los niños y niñas mantienen una inteligencia suprema desde el nacimiento. Son personas dispuestas a aprender todo lo que les rodea, de ahí el termino de esponjas (absorben todo lo que les rodea).
El objetivo fundamental de la educación infantil es contribuir al desarrollo de los niños y niñas autónomas, seguros de sí mismo, alegres…etc. Pero lo más importante es convivir con otros niños/as.
v  La buena educación infantil
La educación infantil de calidad, es posible. Una escuela infantil no es un lugar de vigilancia, ni custodia mientras los padres y madres trabajan, ni tampoco es un centro de instrucción para que aprendan cuanto antes conocimientos. La escuela infantil, es un centro adecuado para ellos, su diversión y aprendizaje. En este sentido, hay que añadir que una buena escuela infantil deberá contar con los apoyos especializados que necesite el niño o niña en cuestión.
v El papel de los niños y niñas en la escuela infantil.
Los niños y niñas son los protagonistas en una escuela infantil y en un colegio, porque el centro está al servicio de sus necesidades, de sus derechos y sólo tiene sentido por ellos y para ellos.
 v  Los profesionales
El profesional es la persona que desde un conocimiento teórico, desde un estudio y desde una reflexión sabe mirar a los niños, y desde lo que descubre y lo que ve es capaz de conducir y positivizar todos los recursos y las capacidades que hay en los pequeños, quiere decir que su función es una función conductora y creativa, sobre todo creativa porque al ser tan distinto cada niño, él responde a la singularidad de cada uno.
Los profesionales deben de ser personas muy preparadas, muy bien formadas, con grandes conocimientos y dispuestos a comprender que es lo que se juega ahí,  con mucha iniciativa.
Es preciso conocer las capacidades infantiles, observarlas y reconocerlas cuando se producen, sin forzarlas pero apoyándolas para que se desarrollen.
v  Los espacios, el tiempo y el número de niños en la educación infantil.
Algo que diferencia a una buena escuela infantil de otra, es aquella que no distingue unos tiempos educativos de otros.
La vida en la escuela infantil y en el colegio se reparte según tiempos establecidos: el tiempo de llegada y el de despedida, el tiempo de la comida, de la siesta y de la higiene, el tiempo de juego, el tiempo al aire libre
Para los niños y niñas, todo es educativo y todo es susceptible de ser aprendido. Los aprendizajes de estas edades son aprendizajes de vida, importantes para construir su personalidad.
El entorno debe complementar a los maestros y padres. Y todo tiene que estar adaptado a los niños. Tienen que ser unos espacios interiores y exteriores adecuados, no masificados, amplios, seguros, luminosos, salubres, sin barreras arquitectónicas ni obstáculos, llenos de estímulos organizados y adecuados a las edades que acogen; los niños y niñas deben aprender a conocerse, a conocer el mundo que les rodea y a relacionarse con las personas y con los objetos en situaciones diferentes.
En cuanto a los niños que debe haber por clase,   oscilan entre 8 bebés de un año, 14 niños y niñas de 1 a 2 años y 20 niños y niñas de 2 a 3 años. En los colegios, el número máximo de niños por aula, es de veinticinco.
v  Materiales y recursos
Los elementos básicos que no pueden faltar en una escuela infantil: son las mesas y sillas, las cunas, los cambiadores, los muebles, los armarios, los espejos, las tazas y los lavabos, las cortinas, las colchonetas para la siesta, los toboganes y elementos de movimiento del patio… etc.
Los objetos o los juguetes más importantes para el niño son los que son menos didácticos desde el punto de vista comercial, y por lo tanto, el tipo de juguetes y materiales son aquellos que tienen la menor estructuración posible y que son menos de plástico.
v  El proyecto educativo
El proyecto educativo es una propuesta de la educación que se quiere llevar a cabo en el centro y como se quiere llevar a cabo.
El proyecto educativo ha de integrar también la evaluación y la documentación que se expone y que sirve para que todos los profesionales, las familias y la sociedad en general, sepan lo que sucede de puertas adentro y puede ser consultado por cualquier miembro de la comunidad educativa, incluidos los progenitores.
v  La participación de las familias
La educación de los pequeños requiere una cooperación con las familias. Participar es sobre todo entender en lo más profundo el proyecto educativo, compartirlo con los responsables de la escuela y ver como este proyecto se va realizando y materializando en los propios hijos y en los demás compañeros. Las familias deben participar para ver como tienen que educar a sus hijos.
 
LAURA RULLO FERNÁNDEZ
MAGISTERIO DE EDUCACIÓN INFANTIL

¿Qué son los valores y por qué son tan importantes en la educación?

Los niños al nacer no son ni buenos ni malos, desconocen las normas que rigen su familia o su sociedad. Su conciencia ética se va desarrollando con el paso de los años. Pero necesitan nuestra ayuda ya que no llevan ningún chip incorporado que les diga si sus actos son correctos o incorrectos, lo que está bien o lo que está mal. Por eso es tan importante enseñarles los valores cívicos necesarios para desarrollarse y convivir en sociedad.

Tradicionalmente la escuela se había centrado fundamentalmente en transmitir una serie de contenidos conceptuales, pero actualmente se considera necesario enseñar también una serie de valores personales y sociales que permitan a nuestro alumnado desenvolverse en una sociedad como la nuestra, que está en constante cambio. Es decir, es necesario abordar una educación en valores en la escuela debido a las características de la sociedad actual en la que nos encontramos.

Por ello, es necesario que desde las edades que comprenden la Educación Infantil, eduquemos en unos valores básicos para la convivencia, que contribuyan a fomentar el respeto, el diálogo y la sensibilización ante los problemas, tanto en el aula como en la sociedad. Si nosotros como maestros no educamos estos valores, nuestros alumnos y alumnas podrían llegar a sentirse inadaptados, presentar una desarmonía, escolar, afectiva y laboral.

La familia también juega un papel muy importante, sería perjudicial que no tuviesen una implicación con los niños y la escuela, porque la efectividad educativa sería menor. Es necesario que ambos agentes educadores; familia y escuela, colaboren y se comuniquen la información relevante de los niños, ya que esto favorece una educación integral.

En Educación Infantil debemos ser las maestras las encargadas de llevar a cabo el proceso de orientación del alumnado y apoyo de su proceso educativo en colaboración con las familias.

Los valores que debemos enseñar son:

  • – La autoestima, aceptación y confianza en sí mismo/a.
  • – Discriminación de comportamientos adecuados.
  • – Autocrítica: reconocimiento de errores, valoración de su propia actuación.
  • – Responsabilidad, compromiso personal.
  • – Autonomía e iniciativa, planificación y secuencia de la propia acción.
  • – Participación en el grupo y en el establecimiento de las normas.
  • – Pautas de convivencia en la escuela y en la familia.
  • – Ayuda y colaboración con sus iguales y los adultos.
Desde la escuela debemos ayudar y orientar a los alumnos en el conocimiento y vivencia de los verdaderos valores, para ayudar a construir seres críticos y reflexivos con la realidad. Como docentes, nuestro papel ha de ser punto de referencia y los valores que debemos transmitir serán aquellos que desarrollen la personalidad del alumno y le capaciten para vivir feliz en la sociedad.

Haciendo referencia a la Educación Infantil, algunos de los ejemplos de las actividades que podemos realizar para la consecución de los valores pueden ser la dramatización, las lecturas, o diversas actividades sobre el consumo, que sirvan para fomentar en nuestros alumnos/as la responsabilidad, tolerancia, etc.

Personalmente considero la educación en valores la educación más importante, puesto que va a condicionar la personalidad de los niños, y por tanto su manera de enfrentar la sociedad, de enfrentar los problemas diarios que puedan presentarse y la realidad en sí. Las maestras y futuras maestras debemos concienciarnos de la importancia de ésta y sobre todo, debemos predicar con el ejemplo.

Noemí Cornejo García
2. A Educación Infantil

LA INFLUENCIA DE LA TELEVISIÓN EN LOS ALUMNOS DE EDUCACIÓN INFANTIL

La etapa de Educación Infantil es una de las más importantes porque en ella se produce o comienza el desarrollo motor, intelectual, psicológico… Lo que los niños aprendan o vean en estos momentos será muy relevante para ellos.
La televisión puede ser un medio muy bueno para transmitir a los niños una serie de valores o conocimientos de una forma divertida. Existen multitud de series infantiles muy buenas con las que los niños pueden aprender divirtiéndose y ampliar los diferentes conocimientos que están viendo en el aula.
El problema principal es que la televisión contiene muchas series o contenidos que no son adecuados para estas edades y, sin embargo, los niños ven esta serie de programas con contenidos agresivos. Los niños en estos momentos no diferencian entre realidad y ficción y suelen llevar a la realidad los comportamientos agresivos que han visto en la televisión.
En esta etapa, actúan por imitación y suelen imitar a sus héroes o personajes favoritos. Por ello, es importante que sus héroes muestren una serie de valores y conductas que queremos que tengan nuestros alumnos.
Es  de vital importancia que nos cercioremos de que los contenidos que posee cualquier serie, película o programa que vayan a ver nuestros alumnos o hijos antes de que ellos lo vean. De esta manera, podemos asegurarnos de que la televisión ayuda a su desarrollo psicológico e intelectual y no influye de manera negativa en ellos. Como todos los recursos hay que saber seleccionar los contenidos que son adecuados para cada momento y obviar aquellos que no favorecen el aprendizaje.

CLARA GÓMEZ CASTILLO
2º A Infantil