LA EDUCACIÓN AMBIENTAL EN LA SOCIEDAD DEL SIGLO XXI

Cada vez es más patente entre la sociedad, la necesidad de proteger y cuidar su patrimonio verde y el medio ambiente. La pieza esencial para construir una sociedad respetuosa y consecuente con el medio es la educación. Los niños son el mañana y su comportamiento en los distintos aspectos de la vida depende de la formación, y por qué no, también de la formación ambiental.
En la actualidad existen diferentes iniciativas al respecto: Día del Árbol, donde niños y mayores plantan árboles en un acto de carácter festivo; actividades de reciclaje de residuos, donde se plantea la necesidad de separar y depositar los materiales en cada contenedor adecuado para su tratamiento, campañas de ahorro de energía doméstica, etc…
La educación ambiental, independientemente de las campañas de divulgación convencionales, debe extrapolarse a otros comportamientos en el que los ciudadanos adultos debemos ser cautos a la hora de realizar nuestros hábitos de la vida diaria, pues nuestra forma de actuar es la lección que mejor aprenden los niños. Si los niños viven rodeados en su entorno social de acciones negativas como el despilfarro de energía, uso desmedido del automóvil o el maltrato de los animales, cualquier proyecto que se lleve a cabo quedará como una actividad lúdica de tantas.
En los países en desarrollo la contaminación ambiental afecta a la mortalidad, discapacidad, infertilidad, abortos y a enfermedades respiratorias que repercuten en los más vulnerables, los niños.
Debemos reflexionar y aportar nuestro pequeño granito de arena en la educación ambiental, que si hoy parece ser baladí, es la pieza de la que depende nuestro bienestar en el futuro.
“Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.” Mahatma Gandhi


Carmen Lucía Mora Hernández (3º educación primaria)
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DESDE MI RECREO: “Los sueños, no sólo sueños son”. LA RADIO EN LA ESCUELA.

Volver al sitio que me enseñó que los sueños no sólo “sueños son” significa poder mostrar cómo la ilusión, la motivación y la formación forman parte de una realidad axiomática que para nada son fruto de la teoría o de lo que un estudiante pueda creer que sólo le ocurre “a otras personas”. La Facultad de Magisterio (antigua –Escuela-) me propuso un gran reto durante mis años de estudiante; hacer felices a “los clientes” que iba a ir encontrándome en mi camino a través de experiencias que supusieran un tipo de enseñanza que aprendí en didáctica general y en pedagogía; la funcional, la motivadora, la que aprovechara los conocimientos previos, aquella en que el aprendizaje colaborativo y cooperativo diera como resultado final la sonrisa en un niño.

Por aquel entonces no se hablaba de competencias educativas como tal y las nuevas tecnologías estaban aún relegadas a la fotografía, el retroproyector y como mucho el tratamiento de textos. Pareciera que este planteamiento fuera una reflexión de algo obsoleto o “chapado a la antigua usanza” por lo cual he de puntualizar que la televisión y la radio como proyecto de trabajo y herramientas de aprendizaje en el aula también estaban en mis apuntes de estudiante de magisterio, algo que siempre es vanguardia. En aquellos tiempos no me habría parado nunca a pensar que precisamente uno de estos medios sería utilizado en mi centro para dar cabida a una nueva metodología en el proceso educativo pero sí supe desde siempre que todas estas herramientas iban a suponer una fuente de riqueza inmensa y motivadora para mis futuros alumnos y para mí misma.
Cuando terminé la carrera hice mis primeros pinitos con una radio escolar construída con aparatos bastante rudimentarios (en comparación con los actuales trasmisores, emisoras, micrófonos, ecualizadores y mesa de mezcla con las que contamos en la actualidad) y comencé a darme cuenta que además de ser una experiencia fascinante para cualquier maestro suponía un canal increíblemente atrayente para el alumnado. Desde entonces me ilusioné con la idea de que algún día este proyecto fuera una realidad en la vida del colegio en el que ejerzo mi profesión y hace dos años lancé mi propuesta al equipo directivo de mi centro aprovechando las ayudas que concede la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha a través de los proyectos de innovación educativa. Iniciamos la aventura no sin pocos contratiempos: espacio, economía, herramientas, formación, adquisición, montaje… Casualmente encontramos a un papá de un niño que se ofreció para el montaje técnico de todo el estudio de la emisora de radio gracias al cual hoy podemos emitir en el 104.0 de FM para la localidad de Seseña y el primer paso de todo el objetivo general del proyecto: la integración y participación de toda la comunidad educativa en el mismo, sistematizado como un reto de inclusividad, la equidad y la convivencia democrática, compartidos por todo el profesorado, el alumnado, familias y el resto de componentes de la comunidad educativa (AMPA “Comuneros de Castilla” y administración local así como Delegación Provincial). Puntualizar que el contexto del centro, las características sociales, poblacionales de Seseña fueron muy importantes para el trazado de estos objetivos. A partir de aquí hemos desarrollado una línea metodológica a través de las distintas actividades llevadas a cabo con un protagonismo absoluto a la voz y al diálogo donde todos y todas los participantes, internos o externos a la escuela han ido aumentando la capacidad de nuestro centro para propiciar una respuesta exitosa a la diversidad del alumnado y promover una forma de educar activa, abierta, democrática, crítica y solidaria. Algunas de las actividades y experiencias que hemos realizado hasta el momento las podéis escuchar en el blog de nuestro centro: http://gabrielitos00.blogspot.com/ (programas de radio).

– Para los programas de cada uno de los grupos, los alumnos preparan los programas de radio en la clase de Lengua fomentando aspectos de la lectura como la dicción, la entonación, la tonalidad y el aprendizaje de significados. Por otro lado organizan sus programas buscando publicidad creativa y una temática consensuada previamente en grupo para la cual investigan utilizando las nuevas tecnologías o la biblioteca de centro y en las cuáles y sin darse cuenta están trabajando las competencias en materia educativa que marca el currículo.- Aprovechamos el tiempo de recreo para que sean algunos alumnos los que organicen los programas haciendo protagonistas a los nuevos alumnos que se van incorporando a nuestro centro por primera vez a modo de presentación al resto del colegio, además de hablar de otros temas que les interesan: deportes, noticias…

– También existen emisiones en las que antiguos alumnos de nuestro centro, alumnos que ya están en el instituto y que aportan por una parte información y confianza a los alumnos que pronto darán el paso a la secundaria y por otra parte son partícipes de entrevistas a otros miembros de la comunidad educativa.

– Dependiendo de las actividades o de los eventos en relación con el colegio acuden a la emisora miembros de asociaciones, instituciones, administración o personas que van haciendo intervenciones en las que se pone de relevancia la gran importancia que tiene una escuela en a que se de cabida no sólo a maestros, alumnos y familias, si no que otros sectores de la sociedad, de la población pueden instruirnos a través de sus experiencias.

– Las intervenciones del alumnado del Programa de Acompañamiento que se lleva a cabo en nuestro centro con los niños y niñas que necesitan algún tipo de ayuda en su proceso de enseñanza-aprendizaje para lograr el éxito escolar son emisiones que tienen lugar por las tardes y precisamente la radio, el estudio, se convierte en un espacio-herramienta a través de la cual logran en muchos casos la motivación que les falta o incluso mejoran su nivel de lectura con la preparación de los programas.

– No podemos olvidar a otros centros de la localidad que a veces acuden también con sus alumnos para hacer sus propios programas de radio.

En definitiva, la escuela no es “una república independiente” de un edificio en concreto. Es mucho más que eso. Por una parte es contar en todo momento con la voz y el diálogo de los alumnos y por otra es dar cabida a todos los agentes externos e internos que participan en la educación de nuestro alumnado día a día y sin los cuáles la riqueza que van aportando con cada una de sus intervenciones se vería relegada a un esquema sistematizado que, aunque positivo estaría incompleto para lograr una verdadera ESCUELA. Así pues, “el mayor bien es pequeño porque toda la vida es sueño “y los sueños, sueños son”. HAZ REALIDAD TUS SUEÑOS y no te olvides ponerle banda sonora ( The Corrs “Toss the feathers”).

Dioni Estévez Carmena, maestra del C.E.I.P. Gabriel Uriarte en Seseña (Toledo)

· Proyecto de Innovación concedido por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha “GABRIONDAS, LA RADIO EN LA ESCUELA”

Reflexión sobre la sociedad de consumo

El ser humano es un ser social por naturaleza que tiende a vivir con los otros y a relacionarse con ellos. De esta manera, surge la necesidad de crear un sistema que regule esas relaciones colectivas y la economía es una de ellas. Así se establecen unas bases que rigen las relaciones mercantiles, mediante las que el ser humano intercambia y obtiene beneficios en función de sus intereses y necesidades. Si bien ese sistema, esa economía, es un elemento clave e importante para el mantenimiento y equilibrio de una sociedad; no podemos negar que el papel que hoy desempeña en la nuestra se aleja mucho del originario, empleado en sociedades muy antiguas, que tenía el mismo objetivo, pero consecuencias menos devastadoras: el trueque.

Hemos llegado a un punto en el que, muy lejos de utilizar el mercado como un elemento favorecedor del progreso y de la igualdad social, de la lucha por erradicar la pobreza, el capital, los beneficios, la riqueza…han conseguido aumentar más esas diferencias, cambiando valores como los de igualdad y justicia por otros en los que prima la ambición por poseer, por consumir, por tener cada vez más cosas materiales que nos diferencien de los demás, con los que compitamos con los demás y marquen nuestra diferencia con ellos: valores como la competitividad, el consumo… El consumo, y las enormes diferencias en la posibilidad de acceso a él, han dividido la sociedad en clases y sectores radicalmente opuestos en cuanto a riqueza y poder adquisitivo, en cuanto a acceso a bienes y servicios, y con ello, a los que denominamos calidad de vida. El dicho “se favorecen unos pocos a costa de muchos”, encaja totalmente en esta reflexión.

La inteligencia, la cultura…. esos elementos tan enriquecedores que nos diferencian del resto de los animales, han sido utilizados por unos pocos con objetivos beneficiosos únicamente para ellos, envolviendo al resto en un círculo vicioso en el que cada uno tiene su papel asignado y lo ejecuta con obediencia y sumisión, sin pararse un momento siquiera a plantearse y reflexionar sobre qué está pasando. Pero no creamos por esto que esos “pocos” están exentos de ser también víctimas (aunque en menor medida) de lo que ellos han contribuido a crear. También se han convertido en marionetas de un mismo títere y actúan por inercia y se dejan llevar por la sociedad, aunque ésta les haya colocado en una posición más favorable que la de otros tantos.

La economía de mercado (y la sociedad de consumo), pensada en un primer momento como un sistema de organización de la comunidad, ha tomado el control sobre la situación. Los roles han cambiado, y muy lejos de utilizarlo como un elemento igualador, hoy en día es él el que utiliza la sociedad para acentuar el sistema de clases.

La pérdida del control por nuestra parte ha permitido, además, que este sistema llegue a influir en ambientes inocentes y aún más importantes para nosotros y nuestra historia: la naturaleza y la cultura. Dañando y desgastando la primera, y convirtiendo a la segunda en un actor más de la función, el consumismo ha tomado totalmente el mando de las relaciones humanas y todo lo que ellas conllevan. Nos guste o no, lo reconozcamos o no, vivimos en una sociedad dominada en su totalidad por el consumo.

Llegados a este punto, es muy difícil, por no decir imposible, ver una solución clara y rápida para mejorar este estado de cosas. Sin embargo, eso no quiere decir que lo que debamos hacer sea desviar la mirada hacia otro sitio y seguir formando parte del juego. El primer paso para avanzar hacia una salida, y con ello conseguir una sociedad más justa, es concienciarnos de lo que pasa, y no tener miedo de expresar nuestra opinión al respecto.

Además, en este contexto, y desde el papel que nos corresponde como futuros maestros, no debemos tratar el tema como tabú ante nuestros alumnos. Nuestro rol consiste en educar, y educar a las futuras generaciones desde la base del conocimiento real de la sociedad en la que viven y lo que ello implica: puede ser un pequeño primer paso para que ellos sean más críticos y conscientes de lo que hasta ahora hemos sido nosotros.

Como decía antes, la inteligencia y la cultura nos diferencia de los animales. Teniendo en cuenta esto, es irónico pensar que somos nosotros los que nos vemos dominados por algo que nosotros mismos hemos creado. Por tanto, hagamos uso de ese don y utilicemos esa inteligencia para replantearnos cuáles son los valores que queremos que guíen nuestra vida en sociedad.

Irene Heredia Ariño
3º Educación Primaria/Zaragoza

PUBLICADO EL PRIMER LIBRO SOBRE RAPACES DIURNAS Y SU CONSERVACIÓN EN CASTILLA-LA MANCHA

Se ha publicado el libro “Las rapaces diurnas y su conservación en Castilla-La Mancha”, del que es autor el biólogo y profesor de la Universidad de Castilla La Mancha Juan Pablo Castaño. Su edición ha sido posible gracias a la colaboración económica del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, la empresa Aguas de Alcázar y la Diputación Provincial de Toledo.Esta obra revisa el estado actual de conservación de 22 especies de rapaces diurnas presentes en Castilla-La Mancha y es la primera obra de este tipo de carácter regional, que incluye a rapaces como el águila imperial ibérica, el águila perdicera, el alimoche, el cernícalo primilla o el buitre negro. El libro es sin duda una obra de referencia sobre el estado de las rapaces diurnas en Castilla-La Mancha en la actualidad, al mostrar datos genéricos de su biología y ecología, distribución, estimas poblacionales y problemas de conservación.

Índice:Capítulo 1. Las rapaces diurnas y su ecología.Capítulo 2. La conservación de las rapaces en Castilla-La Mancha.Capítulo 3. Las rapaces forestales.Capítulo 4. Las rapaces rupícolas.Capítulo 5. Las rapaces de las estepas y los campos cultivados.Capítulo 6. Las rapaces de nuestros humedales.Capítulo 7. Otras rapaces que pueden ser observadas ocasionalmente en Castilla-La Mancha.-Bibliografía.-Anexos.1. Estimas poblacionales de Falconiformes reproductores en Castilla-La Mancha.2. Recuperaciones en Castilla-La Mancha de Falconiformes anilladas.-Agradecimientos.-Autores de las ilustraciones y las fotografías.
El autor ha publicado también la monografía de ámbito regional sobre el águila imperial ibérica en Castilla-La Mancha. Más información en la web http://webs.ono.com/jpcastano/

Nuevo curso: a los padres

De nuevo ante un viejo reto: se abre un nuevo curso académico, han acabado las vacaciones y todos nos forjamos propósitos, metas, tampoco tan nuevos; me refiero a la Comunidad Educativa en general, pero acotaré el espectro: abordemos ahora el tema desde la familia. Como núcleo básico en la educación integral de sus hijos, debe involucrarse especialmente en ella y no mirar de reojo. Ya he insistido en otras ocasiones en la dificultad de conciliar vida laboral y relación padres/hijos, del maldito factor “tiempo” y de la importancia de la calidad del mismo frente a la cantidad. Son hechos evidentes, pero en ningún caso justifican determinadas actitudes o dejadeces y tampoco permisividades hacia los hijos, justificándonos a nosotros mismos (más que a ellos) con un “pobrecito, si es que casi no lo veo”. También debemos dejar de una vez de “comprarlos” a base de caprichos innecesarios: con ello, no sólo no los educamos correctamente sino que estamos consiguiendo el efecto contrario (quizá algún día nos digan que necesitaban más atención y menos dispendio). Porque no debemos olvidar que entre los factores que determinan el no éxito escolar están la carencia de valores como el esfuerzo, el sacrificio, la responsabilidad, la implicación, el compromiso… ausentes en muchos de nuestros hijos en edad escolar. La sociedad premia aparentemente conductas oportunistas y salidas fáciles que son modelos demoledores para nuestros jóvenes: contribuyamos a conjurar estos peligros.
Han sido muchos los padres que, al finalizar el Colegio de Verano que organiza nuestra Fundación, nos han solicitado pautas para continuar durante el curso las hábitos y técnicas de trabajo adquiridos en verano y nuestra respuesta ha girado sobre unas premisas básicas. En primer lugar, debemos tener en cuenta que los resultados escolares no dependen exclusivamente de las capacidades, sino más bien de los hábitos de estudio, del trabajo constante y ordenado, de la recuperación de la autoestima, de la adquisición de los conocimientos necesarios que posibiliten dar un paso más en el mundo del conocimiento. Por ello, quizá un buen principio pudiera ser elaborar conjuntamente un horario con nuestros hijos en el que queden debidamente delimitadas las horas académicas (incluidas tareas en las que también los padres deberán dedicar su tiempo, el que puedan, pero un tiempo) al igual que existe un horario laboral y las horas de ocio (planificando y delimitando ese ocio: utilización de ordenadores y juegos, televisión; salidas con los amigos…) ; deberemos buscar espacios para hablar con ellos (asumiendo cada parte su rol: no es necesario ser “amigos”, pero sí tener confianza y respeto mutuos): la lucha constante conduce a poco; fomentar la autoestima, huyendo del derrotismo ; valorar, motivar e incentivar los resultados, siempre que sean producto del esfuerzo y la responsabilidad ; asistir a las reuniones con profesores y tutores: estar en contacto con el colegio e instituto, evitando siempre el enfrentamiento con los educadores y en ningún caso desautorizarlos ante nuestros hijos ( todos estamos en el mismo barco); fomentar la lectura y la práctica del deporte…

Hay otro aspecto no menos importante sobre el que me parece imprescindible incidir y al que no prestamos excesiva atención: el de las actitudes y hábitos de comportamiento, métodos de organización: porque todos estamos de acuerdo en que el desorden genera más desorden, mayor negligencia, menor colaboración, menor compromiso, menor responsabilidad. Me refiero a la implicación de nuestros hijos en la vida diaria del hogar y en sus normas: respetar los espacios comunes de la casa, organizar sus estancias (habitación, lugar de estudio…), ordenar su material escolar; ajustarse a los horarios que se establecen… parecen temas menores que en ningún caso lo son. Difícilmente conseguiremos que alguien se responsabilice en su tarea si no parte del respeto a las normas que rigen la convivencia: tanto familiar, como escolar o social. ¿Cómo voy a conseguir que alguien sea competente en lo que hace si no es capaz de respetar a quienes integran los colectivos en los que se mueve, si no es capaz de distinguir los roles de los demás?
Creo que es momento de tomarnos esto muy en serio desde el ámbito fundamental que nos toca, porque aquí nos jugamos mucho.

¡Actuemos!
Miguel Ángel Heredia García
Presidente de la Fundación Piquer

Habilidades Sociales y Escuela

Habilidades sociales y comunicación son conceptos complementarios que se asocian a su vez a otros como saber escuchar, saber defender posturas propias, respetar al otro…y son muchos los escolares a los que la relación con los demás les resulta muy difícil- una tortura, en algunos casos-.
Pero, ¿por qué muchos de nuestros hijos adolecen en mayor o menor medida de unas habilidades sociales mínimas? Podríamos analizar múltiples factores; citemos algunos a modo de inventario: la reducción de hijos por familia, el aislamiento individualista al que acompañan importantes aliados: consolas, televisión, ordenadores, la cantidad de horas que pasan solos en casa, la aversión a asumir responsabilidades que conllevan contar con los demás, pensar en los demás, compartir con los demás.

Es evidente que gran parte de los jóvenes encuentra dificultad para establecer contacto con los otros y relacionarse de manera adecuada. Si nos damos una vuelta por las aulas, veremos que aquel sentimiento corporativo, de curso, de 4º A, de 6º B ha desaparecido; los grupos son más heterogéneos: abundantes repeticiones, cambios de colegio, multiculturalidad, diferencias de nivel académico; en las aulas se constituyen unidades de dos, tres, cuatro a lo sumo, “colegas”, y todas ellas funcionan como establecimientos estanco, sin relación entre ellas: son entes cerrados, sin intercomunicación y sin el menor interés por lograrlo.

En los recreos, en los espacios y tiempos de ocio se ve a alumnos solos con relativa frecuencia y, cuando les preguntas por qué no se relacionan con aquel otro u otros compañeros, no aciertan a dar una respuesta precisa, pero los educadores sí la tenemos: carecen de habilidades sociales. Y este fenómeno no sólo lo circunscriben a su colectivo de iguales, sino a la familia, al resto de la sociedad.

Las consecuencias de esta carencia son más importantes de lo que puede parecernos: repercuten directamente en su rendimiento académico y en su evolución psicológica.
Procuremos que los alumnos se ocupen de aprender en el más amplio sentido del término, que ya es bastante, y no de qué van a hacer cuando llegue la hora del recreo, el tiempo libre o la clase de gimnasia.

Y luego llegará la adolescencia y esta carencia de comunicación dificultará la relación con el sexo opuesto, pues quien no fue capaz de entablar una conversación agradable con un/a compañero/a a los 8 años, difícilmente podrá acercarse a un/a chica/o con quien quisiera entablar una conversación a los 13 años.
Hay aspectos de las relaciones humanas que ni se adquieren espontáneamente ni son innatos, requieren trabajarlos, ser objeto de educarse, de habituarse, tanto en la familia como en el centro escolar. Su importancia aconsejaría incluso que fuese una disciplina más, pero no es momento de agitar más a nuestro sistema educativo: no soportaría el envite.

Debemos prestar pues a las habilidades sociales la atención que se merecen, velando por ellas en toda la jornada escolar y ayudando a los estudiantes a que las conozcan primero y a que las practiquen después. Y volvemos a lo de siempre: a la Comunidad Escolar como una unidad, por lo que las familias también debemos aplicarnos en dicha tarea: hacer los deberes. Porque tenemos-si queremos-una posición privilegiada, porque podemos compartir horas de ocio con nuestros hijos: en cumpleaños con amigos, con los niños de esos amigos que han venido a pasar la tarde en casa… Este es nuestro campo de actuación: observando, incluso desde la distancia, preguntando discretamente a los otros padres…; si acostumbramos el ojo, veremos que el ejercicio no es difícil: ¿Mira mi hijo a la cara cuando habla? ¿Saluda correctamente? ¿Se integra en el grupo? ¿Se relaciona mucho más con los mayores que con los niños de su edad? ¿Participa de los juegos colectivos? ¿Sabe compartir? ¿Es capaz de alabarnos la comida especial que le hemos preparado?, etc.

¿Han reflexionado alguna vez sobre por qué las empresas, conscientes de la importancia que para un rendimiento adecuado en el puesto de trabajo tiene la comunicación – las habilidades sociales-, se preocupan cada vez más de propiciar la creación de un ambiente agradable y de fomentar el trabajo en equipo?

¡Atentos!
Miguel Ángel Heredia García
Presidente de la Fundación Piquer

Llegan los exámenes: consejos

Comienza la época de exámenes, con ella los nervios, las atracadas de última hora y, en algunos casos, la fe en los milagros. Creemos oportuno recordar algunos consejos útiles que deberán tener en cuenta los estudiantes, especialmente de enseñanzas medias y universidad, que se vayan a enfrentar en estos días a las pruebas.
Aunque parezca una evidencia, deberemos, en primer lugar, tener muy claro de qué nos examinamos, es decir, qué materia entra en el examen, teniendo claras las características de las pruebas (test, temas, preguntas cortas): Si es de test, habrá que estudiar los detalles en profundidad; si es de preguntas cortas, habrá que conocer muy bien las palabras clave y las definiciones; si es de temas, deberás tener muy claro el esquema lógico de los mismos. Los días anteriores deberás ejercitar la memoria.
Come frugalmente pero con los suficientes nutrientes: comida ligera pero nutritiva. Bebe, como mínimo, 2 litros de líquido diarios, desayuna normalmente con un aporte adecuado de proteínas e hidratos de carbono. Conviene que camines rápido los días de los exámenes, hazlo al menos 15 a 20 minutos, para desentumecerte y relajarte mentalmente. Nunca duermas menos de 6 horas. Si quitas horas de sueño para el estudio cometerás muchos errores en el examen. JAMÁS uses sustancias estimulantes o abuses del café: no se puede engañar al organismo.
El día D: Evita los nervios de las horas anteriores; no intentes repasar todo: te pondrás muy nervioso y te dará la sensación de que no sabes nada: repasa, resume, esquematiza. Si dispones de tiempo justo antes de examen (una clase libre, el transporte público…) no intentes repasarlo todo, céntrate en un apartado concreto. Lleva todo el material que vaya a ser necesario para el control: reloj, bolis, lápices, pinturas, regla, goma de borrar, material de dibujo, calculadora, líquido o cinta correctora. Incluso de repuesto. Olvídate del móvil. . No te sientes cerca de tus amigos/as. Mejor en las primeras filas. Así evitas distracciones y la tentación de acabar antes porque ya hayan acabado tus colegas. Ante un bloqueo mental, debes mantener la calma, relajarte, cerrar los ojos, mirar al vacío, respirar hondo varias veces.
En el examen, además de estar relajado, concéntrate y escucha siempre las indicaciones de los profesores: son vitales para organizarte el tiempo. Lee despacio y comprensivamente el ejercicio, reiterando la lectura de nuevo para comprobar que has interpretado adecuadamente lo que te preguntan. Puede que tengas que hacerlo varias veces. Fíjate en lo que te piden y contesta con precisión. Son cosas distintas: citar, explicar, comentar, enumerar, dibujar, comparar, resolver… Responde primero las preguntas más fáciles. Pon una marca en las dudosas para volver a verlas después. No dediques mucho tiempo a una pregunta que se resista, pasa a otra y ya la contestarás después.

Antes de comenzar a escribir, ponerte a solucionar un problema, realiza un esquema de lo que vas a desarrollar: establece un orden. En el Comentario de Texto, recuerda que debes LEER Y RELEER EL TEXTO; una vez comprendido, subraya las palabras clave, estructura las ideas fundamentales. Realiza un esfuerzo adicional de concentración a lo largo de todo el ejercicio: es el momento de demostrar al máximo los conocimientos que has adquirido.Contesta exactamente lo que se pide. Si tienes dudas sobre extenderte o no, contesta primero directamente lo que se pide y luego, si quieres, amplía la respuesta. Pregunta las dudas al profesorado. No dejes en blanco una pregunta; si te falta tiempo, esboza al menos un esquema o unas pinceladas de lo más importante del tema/ejercicio.

Procura que te sobre tiempo y antes de entregar revisa: La ortografía (sustituyendo las palabras dudosas), las operaciones, la redacción. ¿Quedan preguntas sin contestar? Mira el reverso del examen. ¿Diste “tipex” y luego se te olvidó escribir? ¿Pusiste el nombre? Relee el examen, prestando especial atención a los fallos habituales. Esmérate en la presentación y limpieza del ejercicio.

Por Miguel Ángel Heredia García, Presidente de la Fundación Piquer y Juan Antonio Planas Domingo, Presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía.

Bolonia: Un cambio de “chip”

Me ha animado a redactar este artículo la conferencia que, en el marco de la Feria de Formación y Empleo de Zaragoza, organizó nuestra Fundación e impartió magníficamente Amaya Gil, vicerrectora de ordenación académica de la Universidad San Jorge, sobre el nuevo espacio europeo de educación superior, lo que conocemos por el Plan Bolonia.

Ese cambio de “chip” atañe a toda la comunidad educativa, porque la nueva universidad altera aspectos fundamentales: en la relación profesor/alumno, en el cambio de roles entre uno y otro, en el cambio del protagonista; en el cambio de los planes universitarios y en los objetivos que estos persiguen; en la sustitución de los programas y los objetivos, en lo qué son las competencias (académicas, profesionales y personales); y en la transformación de la relación campus/sociedad.

Importa resaltar que El Espacio Europeo de Educación Superior pretende conseguir sistemas compatibles en todos los países de la Unión, no que éstos sean iguales; que la universidad tenga una apariencia más práctica y se convierta en una escuela de futuros profesionales con una investigación rentable; que se homologuen la forma de enseñar y sus contenidos; que los alumnos sean más participativos y los profesores se impliquen más con las actividades que se desarrollan fuera del aula.

Bolonia persigue que el estudiante pase a ser protagonista de su proceso de aprendizaje, trasladando el centraje en el profesor al centraje en el alumno, lo no que implica de ninguna manera que el profesor adquiera un segundo plano, sino que cambia su rol, pasando éste a ejercer una función mucho más tutorial, más estratégica (estratega del aprendizaje), tanto dentro de la universidad como fuera de ella.

Los planes de estudio, la formación se adaptará a la demanda de la sociedad, a la realidad socio-laboral y tendrá como objetivo la empleabilidad; aquí es donde el binomio universidad/puesto de trabajo adquiere su verdadero valor; se conjura la dicotomía entre teoría y práctica, entre conocer y hacer. Por ello, los objetivos son sustituidos por competencias profesionales, es decir, ya no se trata de conseguir un conjunto de conocimientos y prácticas sino de adquirir un conjunto de saberes, procedimientos, estrategias, métodos, actitudes, aptitudes y valores combinados en el sentido de que el alumno ha de saber hacer (y poder hacer, y querer hacer), saber estar (y saber ser) para el ejercicio profesional. Es este dominio lo que le hace capaz de actuar eficazmente en situaciones profesionales. La competencia abarca, pues, tanto el ámbito académico, como el profesional y personal. Esa dimensión personal cobra un importante protagonismo y como consecuencia, la incidencia en valores, como el compromiso, la responsabilidad, la implicación.

Que se evalúen competencias supone que en la nueva universidad no sirve el método tradicional de exámenes que miden adquisición de conocimientos, porque no se evaluarán sólo éstos, sino los resultados del aprendizaje en un sentido más global, con más variables.

Pero debemos ser muy conscientes de que el proceso será lento y las adaptaciones complicadas y no exentas de fricciones inherentes a un cambio de esta naturaleza: principalmente en el profesorado y en el alumnado, quienes pasan de meros espectadores del cambio a actores que deben interpretar personajes muy diferentes a los que venían desempeñando en la obra. Miralles dice que todo progreso comporta un retroceso, lo que denomina las consecuencias del “culatazo”. Y ahí es donde cavilo: debemos controlar el ritmo del cambio y las adaptaciones de los actores para que el “culatazo” sea controlable, asimilable.

Por otra parte, esta importante apuesta de futuro obliga a replantear y alterar todo el sistema educativo, desde primaria a bachillerato, no sea que hayamos conjurado el divorcio universidad/sociedad y lo sustituyamos por el de enseñanzas media/superior: ¿serán realmente conscientes nuestros políticos de este crucial reto al abordar el pacto educativo, en vez de distraerse en detalles que poco o muy poco tienen que ver con lo que aquí hablamos.

¡Pensemos!

Miguel Ángel Heredia García
Presidente de la Fundación Piquer

LA EDUCACIÓN COMPROMETIDA

LA EDUCACIÓN COMPROMETIDA
Por: Rafael González Jiménez

1. El fracaso educativo.

De vez en cuando salta con especial intensidad a los medios el tema de la educación. La mayoría de las veces para manifestar su fracaso, ante determinadas noticias como pueden ser los sucesivos informes PISA, la última gamberrada o el último botellón con batalla campal incluida, la brutal agresión a un mendigo, el maltrato continuado a unos padres acobardados e impotentes o la espeluznante violación y asesinato de alguna criatura. Se dice entonces que a dónde van nuestros jóvenes, que estas cosas no pasaban antes y que cuál es la educación que los chavales están recibiendo por parte de sus padres y maestros a la vista de conductas tan desviadas y asociales.

A mí, sin embargo, me resulta chocante que estas mismas quejas no se expresen a raíz de otros comportamientos, individuales y/o grupales, igual o más escandalosos. Por ejemplo las desigualdades indecentes que condenan a la exclusión y la pobreza a casi la mitad del género humano; el hecho de que seis millones de niños mueran cada año en el mundo de hambre o desnutrición; las guerras desatadas por nacionalismos, enfrentamientos étnicos o inconfesables intereses imperialistas y económicos; las descarnadas y sucias luchas entre las formaciones políticas y sus líderes, más preocupados de alcanzar o conservar el poder que de solucionar los problemas de los ciudadanos; el derroche energético y el consumo desaforado de recursos naturales, alimentos y productos manufacturados en una parte del mundo, capaz de comprometer la subsistencia de las generaciones futuras.., y tantas y tantas situaciones que, sobre el (mal) funcionamiento del mundo, podríamos traer a colación y ante las cuales tendríamos que preguntarnos: ¿Los adultos que, por acción u omisión, son responsables de estos desastres –y que, por cierto, fueron “educados” hace ya años, cuando había ese mayor respeto, control y autoridad que tantos añoran- no están demostrando también el fracaso de la (“su”) educación?

2. Aclarando algunas cuestiones.

Hay algo que tiene que orientar siempre nuestras reflexiones en este tema: tener claro cuál es el objetivo básico de la educación. Para mí resulta evidente: el desarrollo integral de la persona –en el plano ético, intelectual, afectivo-social, físico-saludable, de la sensibilidad artística..- y de la sociedad en que esas personas se insertan hacia los valores universales (justicia, libertad, igualdad, paz, fraternidad, respeto y sostenibilidad del medio ambiente…) y la promoción de los derechos humanos. Desde esta perspectiva es incuestionable que la educación viene fracasando desde los albores de la humanidad, por más que haya que reconocer los esfuerzos y sacrificios de tanta gente que, también a lo largo de la historia humana, ha puesto lo mejor de su trabajo y su vida en este empeño.

La siguiente cuestión que deberíamos aclarar es la de los agentes educativos: ¿Quién debe educar? Es obvio que los educadores más directos deben ser los padres y los profesionales docentes. Pero, como muy bien señala José Antonio Marina, “…la educación es cosa de toda la tribu”. Los políticos y otros agentes sociales, las instituciones públicas, los medios de comunicación, los ciudadanos de a pié.., y desde luego los propios educandos cuando alcanzan un cierto nivel de desarrollo, tienen que colaborar igualmente en la consecución o acercamiento a ese objetivo básico que se enunciaba en el párrafo anterior. Todo el mundo -en mayor o menor grado, en uno u otro ámbito- tiene determinadas responsabilidades educativas que debe aceptar y desempeñar antes de lamentarse de la situación.

Con estas cosas claras y suficientemente conocidas y aceptadas por todos, podemos abordar otras cuestiones prácticas: los recursos humanos, económicos y materiales que se van a dedicar a educación; el pacto político y social necesario para evitar los continuos cambios de leyes, criterios y programas según el partido político que ocupe el poder; el diseño de los currículos de cada etapa, los sistemas de evaluación y promoción, las formas organizativas de los centros docentes, las políticas de personal.., etcétera.

3. Un poco de coherencia.

El objetivo fundamental de la educación, tal como se ha definido en el punto anterior, es poco probable que pueda ser cuestionado por nadie; no, al menos, en su formulación teórica. Ahora bien, es seguro que el camino que debería conducirnos a esa meta se ha desdibujado hace tiempo por falta de tránsito. El sistema social de valores que preconizan las constituciones democráticas, los ordenamientos jurídicos de países que se consideran avanzados como el nuestro, los códigos deontológico de ciertas profesiones y, desde luego, las leyes educativas fundamentales, se han ido convirtiendo poco a poco en papel mojado. De ahí la enorme distancia que se viene dando entre lo que es y lo que debería ser, entre lo formulado y lo practicado, entre lo escrito y lo vivido…

Estas incoherencias no pueden dejar de causar desconexiones y desgarros, capaces, a su vez, de provocar daños más o menos importantes en los individuos menos formados y más débiles (o en los más sensibles), como pueden ser los niños, adolescentes y jóvenes, usuarios principales del sistema educativo que aún no han desarrollado esa capacidad de adaptación –tal vez deberíamos decir mejor: ese nivel de hipocresía y disimulo- que nos caracteriza a los adultos y que nos permite aceptar situaciones, prácticas y conductas completamente inaceptables desde la perspectiva de los principios éticos y los valores universales que decimos aceptar y defender.

Yo creo que el fracaso de la educación no está representado por los Informes PISA; ni por el abandono prematuro de los estudios reglados por parte de tantos alumnos; ni por las conductas socialmente reprobables de jóvenes y adolescentes… El fracaso educativo tiene que ver más, a mi juicio, con esa absoluta contradicción entre los principios y las realidades que todos hemos ido aceptando y permitiendo hasta niveles insoportables. ¿Qué fuerza moral puede tener una sociedad que deja campar a sus anchas a la economía más obscena y depredadora, la corrupción e indecencia política, el robo descarado que practican los grandes banqueros y los magos de las finanzas, el continuo atentado contra la naturaleza que pone en peligro la supervivencia humana.., para exigir a los más jóvenes responsabilidad, respeto y sometimiento a la autoridad de sus mayores? En definitiva, el fracaso no es sólo educativo; es un fracaso social, general, que pone rotundamente de manifiesto la inviabilidad de un modelo, de un sistema.

4. El reto de una educación para el futuro.

Quisiera dejar claro que lo dicho hasta ahora no exime de sus obligaciones a los actores involucrados en el proceso educativo –que, en mayor o menor medida, somos todos, como antes se apuntaba-. Por el contrario, exige de dichos actores un mayor esfuerzo y compromiso. Principalmente en el sentido de que la educación debe ser un proceso hacia fuera y, simultáneamente, también hacia dentro. Todos educamos, en mayor o menor medida y de forma más o menos consciente, pero también todos nos educamos. Y, naturalmente, no lo hacemos sólo con la palabra, con los enunciados que intentamos transmitir, sino, más que nada, con nuestros comportamientos y nuestra vida.., es decir, con lo que somos profunda y realmente.

Pero centrémonos ahora en los educadores por excelencia, padres y madres, maestros y maestras. ¿Qué condiciones serían necesarias en ellos, refrendadas a su vez por el sistema educativo, para g
arantizar un cierto éxito en su labor educadora? Las más importantes, a mi juicio, serían las siguientes:

· Consciencia clara de la importancia y trascendencia de esa labor, así como responsabilidad a la hora de ejercerla; una responsabilidad que incluye: dotarse permanentemente de la mejor formación personal y profesional (psicopedagógica, didáctica, cultural…); estar dispuesto a aceptar las exigencias que el trabajo educativo conlleva; ser consciente de la condición de “modelo” que representamos para los niños (y, por ello, hacer presentes en nuestro comportamiento y en nuestra vida aquellos valores y actitudes que nos esforzamos en transmitir).., etcétera.

· Saber qué tipo de personas queremos formar y en qué mundo queremos que vivan; lo que equivale a decir que el educador debe poseer una ideología, es decir, una idea sobre la construcción del mundo, los seres que lo habitan, las relaciones entre ellos…

· Tener el mayor control psicoafectivo personal: es decir, dominar las propias pulsiones, sentimientos y emociones de manera que no perturben la labor educativa. Junto a ello esforzarse en adquirir y consolidar aquellos rasgos de personalidad que pueden favorecer dicha labor: alegría y optimismo, confianza en el ser humano, empatía (capacidad de situarse en el lugar del otro), interés por el mundo de los niños y los jóvenes, sensibilidad, creatividad, autoridad personal (no la otorgada por ninguna instancia superior, sino la ganada desde la coherencia, el compromiso, la entrega y la perseverancia en el trabajo).., etcétera.

· Mantener un cierto nivel de compromiso y activismo social, ya que si tendemos a la construcción de una sociedad impregnada de determinados principios y valores, resultará lógico y coherente luchar por ella; compromiso que además influirá en niños y jóvenes más que cualquier discurso, habida cuenta de ese indiscutible modelaje que el educador, lo quiera o no, ejerce sobre sus educandos.

Creo que estas condiciones o cualidades resultan obvias a la hora de llevar a cabo un trabajo educativo de calidad. Pero también podemos constatar que cada vez son más difíciles de encontrar. Y no debemos extrañarnos de ello, ya que, de forma imparable, las personas y sus necesidades van siendo desplazadas del centro de las intenciones y preocupaciones de quienes gobiernan el mundo para ser sustituidas por los nuevos ídolos contemporáneos: el mercado, el crecimiento sin fin, el beneficio económico, el dinero… Interesa mucho más que la construcción de las personas y sus vínculos sociales –los objetivos prioritarios de la educación, como antes comentábamos- la construcción de oportunidades de negocio para unos cuantos privilegiados. Y así es ciertamente difícil plantear siquiera la cuestión educativa con un mínimo de profundidad y perspectiva.

Pero hay que seguir intentándolo.., por lo mucho que nos jugamos en ello.

Desde la Asociación Mundial de Educadores Infantiles

Desde la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) queremos compartir con todos los lectores de la Revista Digital El Recreo de una de las actividades que nos traemos entre manos. Desde hace ya algún tiempo se viene hablando del “Pacto de Estado por la Educación” que por el momento, y según publican los medios, va por buen camino.

Para nosotros es muy importante que se tenga en cuenta la voz de los que trabajamos “con o por” los más pequeños, por que en definitiva somos los que conocemos la realidad. Por eso, cada vez que hay alguna noticia o acontecimiento de interés, llevamos a cabo un sondeo de opinión y posteriormente, hacemos llegar estos datos a “los de arriba”. El último estudio que hicimos sobre el Estado de la Educación Infantil en España –que os invitamos a leer- fue publicado por la Revista del Consejo Escolar del Estado, el número 12 de Participación educativa, “Una mirada a la Educación Infantil”. Para acceder a la publicación on-line, hay que visitar este enlace: http://www.mec.es/cesces/revista/revista12.pdf

En esta ocasión, desde la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) estamos haciendo un sondeo de opinión sobre El Pacto de Estado por la Educación. Queremos saber, según la opinión de los maestros de educación infantil (actuales y futuros), qué aspectos debería recoger el pacto. Para participar en este estudio, hay que visitar este enlace http://www.waece.org/pactoeducativo/ (en la sección de de Encuestas e Informes).

Sobre la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE): Nacimos en el 91 y desde entonces somos un Movimiento de Renovación Pedagógica de la Educación Infantil, de ámbito mundial y totalmente independiente de cualquier grupo social, si bien somos Compañeros de Primera Infancia de UNESCO, con quienes realizamos frecuentes trabajos, Miembros de la Sociedad Civil de la Organización de Estados Americanos (OEA) y ONG Asociada al DPI/NGO de las Naciones Unidas (ONU), entre otros. Nuestra oficina central está en España y contamos con delegaciones en México y Nigeria. Recibimos en Toronto, Canadá, el prestigioso Premio WANGO EDUCATION, MEDIA & THE ARTS AWARD por la labor desempeñada en la educación de valores entre los niños mas pequeños.

Elvira Sánchez Igual
Responsable de ComunicaciónAsociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE)
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