Los pasados 3 y 4 de noviembre acogieron la celebración del Coloquio Internacional: La dimensión religiosa y el patrimonio cultural de las órdenes militares. Un mundo global en el Medievo, de Occidente a Tierra Santa. La reunión de expertos de España y Portugal se desarrolló en dos jornadas, la primera dedicada a las ponencias y que tuvo lugar en la Facultad de Letras de Ciudad Real; y la segunda a una visita-conferencia al Sacro Convento de Calatrava la Nueva. Ambas contaron con la participación de un importante número de investigadores y alumnos de la UCLM.
Los directores del Coloquio, a la vez investigadores principales de los proyectos de investigación que lo acogen, María Raquel Torres Jiménez y Jesús Manuel Molero García, hacen el siguiente balance del evento:
El Coloquio sobre La dimensión religiosa y el patrimonio cultural de las órdenes militares. Un mundo global en el Medievo, de Occidente a Tierra Santa, celebrado los días 3 y 4 de noviembre de 2022 en la Facultad de Letras de Ciudad Real, ha reunido a 14 ponentes, medievalistas dedicados a la historia y a la arqueología y a la historia del arte, de ocho universidades o centros de investigación españoles y foráneos: las universidades de Haifa (Israel), Porto y Algarve (Portugal), el Gabinete de Estudos da Ordem de Santiago (Portugal), y en España, la Universidad Nacional de Educación a Distancia, la Universidad de Navarra, la Rovira i Virgili de Tarragona, y la Universidad de Castilla-La Mancha. Las ponencias, organizadas en tres sesiones el jueves, 3, han ido seguidas de respectivos y enriquecedores debates. La sesión del viernes, 4, se dedicó íntegramente a la visita al Sacro Convento y Castillo de Calatrava La Nueva, cuya dimensión simbólica y monumental entre los siglos XII y XIII fue explicada in situ por el último ponente. El Coloquio ha querido abrirse a los estudiantes, y el alumnado presente en las sesiones y en la visita ha podido participar y observar la metodología investigadora patente en un encuentro científico especializado de estas características; además de enriquecer sus conocimientos sobre las órdenes militares y, en definitiva, sobre la sociedad medieval que las generó y a la que ellas contribuyeron a modelar.
La temática atendida en las sucesivas ponencias del Coloquio ha tenido dos ejes: la faceta religiosa de las órdenes militares y la atención a su cultura material y su patrimonio cultural. A su vez, aquella importante faceta de las milicias ha podido ser estudiada desde los dos grandes ángulos que vertebran todo análisis de la vida religiosa: de un lado, la religiosidad propiamente dicha; y de otro, la organización e instituciones eclesiásticas. En efecto, han sido tratadas diversas expresiones de esta religiosidad, tanto de los freires de las órdenes (caballeros y clérigos), como de los fieles cristianos vasallos suyos en sus señoríos. Y la organización eclesiástica dependiente de las órdenes militares ha estado presente en el análisis de sus conventos, sus oratorios o su red de parroquias.
Por otra parte, ha estado muy presente en el Coloquio la perspectiva de la cultura material, centrada en especial en el estudio de la muerte, sus espacios y sus símbolos, así como los procesos de memoria que generó; pero también se ha considerado en su evolución la fisonomía y arquitectura de las iglesias dependientes de las órdenes y, así mismo, ciertas expresiones de la religiosidad popular visibles en vestigios materiales.
y María Bonet Donato
Los espacios investigados han sido variados: Portugal, Tierra Santa, Navarra, Aragón y Castilla (y en el último ámbito, en especial, tres áreas de la actual Castilla-La Mancha: la zona de Montiel, el Campo de Calatrava y la Alcarria Baja). Las órdenes militares tratadas también han sido diversas: Calatrava, Santiago, San Juan, el Temple, Cristo. La cronología se ha extendido en un arco temporal amplio, entre los siglos XII y XVI, lo que ha permitido establecer modelos evolutivos en diversos niveles, y las fuentes que han dado pie a las diversas investigaciones también han sido diversificadas: la cultura material, la iconografía y la arquitectura, la epigrafía, las visitas de las órdenes a sus dominios, las bulas papales, los privilegios regios, diplomas de archivo…, sometida toda esta serie de fuentes a una metodología que a menudo ha combinado el análisis arqueológico e iconográfico con el documental.
En definitiva, las diferentes intervenciones han considerado, por una parte, el estudio de las órdenes en sí mismas: sus maestres, sus iglesias, sus conventos, las formas de vida de sus freires; y por otra parte, la proyección de estos institutos bélico-religiosos a la sociedad o su conexión con la sociedad, a través fundamentalmente de sus señoríos: sus intervenciones en la vida religiosa de los fieles de los dominios, su relación interreligiosa y social con los musulmanes, los templos de sus señoríos.
Interesantes reflexiones, sugerencias, hipótesis y claves interpretativas han visto la luz en las diferentes intervenciones: sirvan como algunos ejemplos las que siguen: las noticias sobre importantes hallazgos arqueológicos en Montiel y otras zonas; las reflexiones sobre la normalización de la convivencia con los musulmanes de los señoríos de órdenes; los resquicios desvelados por los cuales la Orden de Calatrava intervenía en asuntos religiosos en señoríos suyos bajo jurisdicción episcopal; la puesta al día de los modelos constructivos y la evolución de iglesias santiaguistas o calatravas; la exaltación de la memoria guerrera ligada a las sepulturas; y ciertas consideraciones como las construcciones de la memoria vinculadas a la muerte de los maestres, o el giro de regreso a los orígenes espirituales de las milicias en la primera mitad del siglo XVI, o bien las implicaciones que la fundación de iglesias de órdenes militares tuvo en la organización territorial y en la propia consolidación de los reinos, fenómeno ejemplificado en Navarra y Aragón en los tiempos de frontera de los siglos XII y XIII en pugna con los obispos diocesanos. Todo ello, sobre la trama de unos procesos sociales, políticos, bélicos y espirituales que se desarrollaron entre los siglos XII y XVI, de los cuales las órdenes militares fueron agentes en diversa medida y, a la vez, exponentes destacados. Por todo ello, cabe felicitarse por un Coloquio que ha resultado, sin duda, enriquecedor y fructífero, y que abre nuevas perspectivas de investigación.