El II Foro ‘Mujer y Discapacidad’ quiso poner en valor el papel de las mujeres y niñas con discapacidad en la ciencia y junto con mi compañera María José Gómez-Escalonilla realizamos un taller especialmente diseñado para atender las necesidades de los niños y niñas con discapacidad, porque uno de los objetivos de Ciencia a la Carta es hacer llegar la ciencia a los colectivos con más dificultades de acceso.
En esta ocasión desde DISFAM me invitan a cruzar el charco para ir hasta Palma de Mallorca y ofrecer un taller de método científico a niños con dificultades de aprendizaje. Y allá me voy con mis bártulos, porque para mi la atención a la diversidad es primordial, y si a través de la lectura y la escritura no llegan a comprender, a través de los experimentos lo pillan enseguida.
Otra vez nos ponemos en ruta con «Magia o ciencia», esta vez invitadas a Villanueva de la Torre, en Guadalajara, para enseñar los principios del método científico a niños y niñas con dificultades de aprendizaje, porque si la lectura y la escritura son un problema, los experimentos son la solución.
Dentro del ciclo de charlas organizadas del 17 al 21 de septiembre en cinco patios de Toledo y que dimos en llamar El patio de los alquimistas, a mi compañera Arantxa Castaño y a mi nos tocó ofrecer al alimón la charla-taller «Alquimistas y alcahuetas» en la que, tomando como hilo conductor a las mujeres, tratamos de eliminar todo misticismo para explicar que la alquimia es la madre de la química y que sin ella no sería posible el mundo que conocemos.
Así descubrimos que la primera persona en ser nombrada química, en una tableta cuneiforme de la Mesopotamia babilónica 1200 años a.C, fue una mujer, Tapputi, y que laboratorios como los que se describen en la Celestina no tenían nada que envidiar a los de los alquimistas de la época. Y así vamos avanzando de siglo en siglo y de mujer en mujer hasta llegar a Maríe Paulze Lavoisier, esposa de Antoine de Lavoisier y madre de la química moderna.
En esta ocasión tuve el placer de compartir taller y charlas con mis compañeros de Ciencia a la Carta Susana Seseña y Enrique Gómez, y con el cocinero Iván Cerdeño, titular de una estrella Michelín y persona curiosa por naturaleza. Lo pasamos genial desnaturalizando, glicosidando y esferificando, pero voy a aprovecharme de la pluma de Arantxa Castaño que lo cuenta mejor que yo aquí.
No sé si aprendió más la bruja o los niños pero disfrutar, disfrutamos todos. El Ayuntamiento de Cobisa nos invitó a celebrar el Día de la Mujer y el Día de la Enseñanza (dos en uno) con el taller «Magia o Ciencia» y allí estuvimos con un grupo de 20 niños y niñas de entre 6 y 8 años desvelando los trucos de la bruja y enseñándole algunos nuevos.
Mi amiga Marisa encargó un plato especial para los niños de las asociaciones ACUAPRENDE y ASPAS, así que ni cortos ni perezosos nos fuimos a Cuenca para servirles Magia o Ciencia. Fue un día precioso, por los niños, por la ciudad y por la cálida acogida de Marisa. Arantxa Castaño lo cuenta genial en esta entrada de Ciencia a la Carta.