Aspectos básicos de la actividad investigadora. Tareas 5 y 6. El sistema de publicaciones.

A este respecto quiero hacer un comentario personal a partir de mi experiencia.

Ahora mismo tengo dos artículos en fase de espera en una revista con un elevado índice de calidad. La espera, cómo no, se hace larga. En todo caso, me llama la atención el contraste entre la calidad solicitada y la pérdida de oportunidad en algunos casos. Sobre todo en determinadas disciplinas normativas, en las que publicar en un plazo oportuno, vinculado con el vigor o actualidad de un norma, puede ser un valor más importante que otros que se consideran en el procedimiento habitual de publicación. Me pregunto si llegar a publicar un artículo un año o más después de su redacción no es un demérito para el propio artículo, autor y revista. En algunos casos, como digo, según la disciplina puede ser así.

Otro inconveniente es el propio de quienes no tenemos el inglés como lengua materna. Esto supone, no sólo un esfuerzo adicional en un competencia impropia (por muy valioso que sea conocer y hablar otros idiomas), como es el dominio suficiente de una lengua para que la traducción conserve el mensaje e idea originales. A veces difícil de comunicar si, como en mi caso, se externaliza la traducción a profesionales competentes en su matareia pero poco o no lo suficiente en las ideas de la disciplina sobre la que se investiga y redacta. Aparte del obstáculo económico que supone la traducción cuando hay pocos recursos para ello.

Un aspecto que me llama la ateción especialmente es cómo, en el fondo, los investigadores trabajan de manera gratuita para generar valor y rendimientos económicos a las corporaciones empresariales, a veces verdaderos monopolios editoriales. Se les cede gratuitamente un trabajo ingente que luego las editoras venden a su público objetivo, entre el que se encuentran la mismas entidades universitarias públicas para las que el investigador trabaja. Todo a cambio del valor simbólico o reputacional que el investigador busca, ya que la publicación se convierte en una búsqueda de méritos para obtener acreditaciones con las que poder consolidar o estabilizar un puesto de trabajo. De qué manera la estabilización laboral en el ámbito público depende de los criterios de corporaciones privadas.

Finalmente, como reflexión, no quiero dejar de mencionar otra cuestión que me causa sorpresa. En el caso, como el mío, en el que me encuentro en la fase final de elaboración de mi tesis doctoral, se contempla como indicio de calidad que existan publicaciones previas, extraídas de la tesis o como partes de su composición, en revistas de calidad. Esto es, la tesis tiene más valor y mérito si existen publicaciones en revistas de referencia. O sea, uno manda un artículo a una revista. Este artículo es una parte de la propia tesis en proceso. El artículo será analizado por redactor y por revisor. Profesionales vinculados a una empresa privada. Y según acepten o no el artículo, así la tesis tendrá algún mérito o demérito añadido. Sin embargo, parece que lo lógico debería ser lo inverso. Para que una investigador pueda defender su tesis doctoral, este trabajo ha debido pasar por las siguientes revisiones críticas: tutores/directores (en mi caso dos), dos evaluadores externos, y tres miembros de tribunal con una trayectoria investigadora comprobada. En mi caso, para que yo pueda obtener el título de doctor, mi trabajo de investigación habrá pasado por el filtro crítico de siete investigadores reputados de universidades públicas. Algo que debería ser de por sí un indicador de calidad para que cualquier revista demandara la publicación directa de partes de la tesis en modo artículo. En vez de defender este proceso de revisión por parte de profesionales avalados, acreditados y de universidades públicas, el criterio de calidad lo otorga una empresa privada a través de editores/revisores que incluso podría darse el caso que fueran parte en ese proceso de filtro y seguimiento de una tesis doctoral.

Creo que todo este proceso de publicación y peer review debería se repensando para implicar en él a profesionales y entidades públicas, sin intereses corporativos o mercantiles directos, en procesos más ágiles e independientes.