El niño, valor por excelencia

Tanto Platón como Aristóteles escribieron sobre la infancia. Sus puntos de vista siguen hoy vigentes en la idea de las diferencias individuales ante una misma educación.
Platón sostenía que los niños nacen dotados de habilidades específicas que su educación puede y debe potenciar. Aristóteles, por su parte, propuso métodos de observación del comportamiento infantil, que fueron precursores de los que hoy aplican los investigadores.
Durante muchos siglos, apenas hubo interés por el estudio del niño, al que se veía como un adulto en miniatura, hasta que en el siglo XVIII el filósofo suizo Jean- Jacques Rousseau hizo eco de las opiniones de Platón, postulando que los niños deberían ser libres para expresar sus energías y desarrollar así sus talentos especiales. Esta perspectiva sugiere que el desarrollo normal debe tener lugar en un ambiente de apoyo. Por ello es de suma importancia que el niño sea contemplado en sus primeros años en el hogar y la escuela.
A esos pequeños –hijos, alumnos– que oyen cosas, dicen cosas… hay que prestarles atención, cariño, comprensión y, ante todo, saber o recordar que la naturaleza dota a los seres humanos de momentos únicos, de etapas de especial receptividad y capacidad para determinados aprendizajes, sobre todo para el desarrollo psico-evolutivo, pasadas las cuales es sumamente difícil, por no decir imposible, dar marcha atrás para recuperarlos.
Dichos momentos vienen secuenciados, de forma que la pedagogía debería estar muy atenta, no sólo a su aparición, que suele ser espontánea, sino a su estimulación y total aprovechamiento.
Así, por ejemplo, si a ellos –los niños tan dados al movimiento, a la espontaneidad, a la creatividad– se les exige de forma dictatorial una férrea disciplina que los mantenga alejados de sus intereses naturales –entre ellos, y muy importante, el juego como expresión de su vida interior y de su vida en desarrollo– posiblemente los estemos mutilando e impidiendo su natural forma de entender el mundo y cuanto los rodea.
De igual forma, si no estamos atentos, si no propiciamos sus ingenuas pero lógicas manifestaciones, los estaremos condenando a una visión disparatada de las cosas, porque las perspectivas desde las que los pequeños dimensionan todo, pero muy especialmente el lenguaje, es, la mayoría de las veces, ignorada, o lo que es peor, mal interpretada por los mayores.
De ahí la importancia de dedicar un breve apartado al conocimiento del desarrollo del lenguaje en los niños.

SI UN NIÑO…
• Si un niño vive criticado… aprende a condenar.
• Si un niño vive en un ambiente de hostilidad… aprende a pelear
• Si un niño vive avergonzado… aprende a sentirse culpable.
• Si un niño vive con tolerancia… aprende a ser paciente.
• Si un niño vive estimulado… aprende a confiar en sí mismo.
• Si un niño vive apreciado… aprende a apreciar.
• Si un niño vive en un ambiente de equidad y justicia… aprende a ser justo.
• Si un niño vive sintiendo seguridad… aprende a tener fe.
• Si un niño vive con aprobación… aprende a quererse y a estimarse.
• Si un niño vive atemorizado y ridiculizado… aprende a ser tímido.
• Si un niño vive compadecido… aprende a tener lástima.
• Si un niño vive donde hay celos… aprende a sentirse culpable.
• Si un niño vive elogiado… aprende a apreciar.
• Si un niño vive con reconocimiento… aprende a tener buenas metas.
• Si un niño vive en un ambiente de honradez… aprende a ser honrado y a conocer la verdad.
• Si un niño vive amado… aprende a amar a los que lo rodean.
• Si un niño vive en un ambiente de amistad… aprende que el mundo es un lugar agradable para vivir… y lo más importante es que va a contribuir a hacer este ideal.
Y algo más:
• Enseñarás a volar pero no volarán tu vuelo.
• Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño.
• Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida.
• Pero sabrás que cada vez que ellos vuelen, piensen, sueñen, canten, vivan…
• Estará la semilla del camino enseñado y aprendido.
Beatriz Caro Sánchez 2º Educación Primaria A

La educación a juicio

En la actualidad se nos presentan cifras no muy alentadoras de la situación actual de abandono escolar actual en España. Si bien es cierto que hay jóvenes muy preparados que no encuentran trabajo, también hay otros que abandonan sus estudios a una edad temprana  
Según los datos recogidos por la Unesco en la edición 2012 del estudio anual Educación para todos, ” Uno de cada tres jóvenes españoles de entre 15 y 24 años dejó sus estudios antes de acabar la enseñanza secundaria.”

Como futura profesora, me preocupan estas cifras, y me pregunto algo que la mayoría de educadores que aman su profesión se hacen “¿Tantas reformas cambiarán está situación?”. Considero que la educación debe dejar de usarse como arma política, y con esto quiero decir que considero que el cambio de gobierno (sin importar el partido que esté al mando) debe dejar de implicar un cambio en las leyes de la educación.
Propongo mirar ” a los mejores” en Educación, y que los líderes políticos dejen de mirar por el beneficio de su partido “Como mando yo, ahora quiero dejarlo patente cambiando las leyes que se me antojen”. En el modelo finés (líderes en Educación y con una tasa de fracaso escolar con un 8% de abandono escolar) las leyes de educación no se cambian, y cuando se tiene que cambiar algo, sea cual sea el gobierno que esté al mando,  se consensúan las reformas de mejora con los propios profesores. Sí, se confía en el profesor ciegamente, de manera que su figura no se cuestiona y sí, FUNCIONA.
La importancia de la Educación en España está devaluada, sería muy utópico por mi parte pretender que en un par de años nos pongamos al nivel de Finlandia u otros países nórdicos. Pero no hacer nada, no es la solución. Un cambio de mentalidad, de leyes, y en definitiva de sociedad no se logra en un par de años. Pero, con constancia y con el paso del tiempo, introduciendo cambios como el que mencionaba anteriormente, SE PUEDE. Nuestros niños de hoy se merecen un futuro mejor, y ellos no son menos válidos que ningún niño del Norte de Europa.
Quiero concluir con una reflexión de Javier Melgarejo, psicólogo escolar y director del colegio Claret de Barcelona, que ha estudiado el sistema educativo finés durante más de una década, “El éxito finlandés se debe a que encajan tres estructuras: la familia, la escuela y los recursos socioculturales (bibliotecas, ludotecas, cines…)”. Los tres engranajes están ligados y funcionan de forma coordinada. “Los padres tienen la convicción de que son los primeros responsables de la educación de sus hijos, por delante de la escuela» y complementan el esfuerzo que se hace en el colegio”
Alba Mª Solórzano Pinilla (Alumna de 2º A de Magisterio de Educación Infantil)

EL VALOR DEL ESFUERZO

 Vivimos en una sociedad de bienestar y  de consumo que  ofrece a los niños/as  todo lo que necesitan y  quieren: me apetecen las cosas, las quiero y las tengo casi de inmediato.
Pensar que las cosas no cuesta trabajo conseguirlas tiene un coste personal muy grande,  porque los niños/as presentan una incapacidad para soportar esfuerzos, y esta incapacidad trae consigo una serie de consecuencias:
– Se tienen sentimientos de impotencia: “yo no puedo hacer las cosas”.
– De conformismo: cuando lo intento y a la primera no me sale ya no lo vuelvo  a intentar.
-No se valoran las cosas: hay una incapacidad de disfrutar de lo que se  consigue  y una falta de entusiasmo.
Todo en esta vida requiere un trabajo y un esfuerzo.
El esfuerzo es aquello que nos ayuda a conseguir las metas que nos proponemos, vencer y superar esos obstáculos que nos impiden conseguir esas metas. 
¿Cómo  empezar a  trabajar el esfuerzo en los niños/as?
El esfuerzo no viene de nacimiento, es algo que los padres/madres tienen que enseñar a sus hijos/as y que necesita un entrenamiento. Ese entrenamiento está basado en la creación de hábitos desde que son pequeños, a través de establecer un orden en la vida, una constancia desde los primeros momentos y  promover momentos con los hijos/as que les hagan sentir  que merece la pena el esfuerzo realizado.
 Se puede empezar con cosas muy sencillas, como  tener responsabilidades en casa: por ejemplo, poner la mesa, aunque yo te tenga que ayudar;  si hay que lavarse las manos,  no te las lavo yo, lo haces tú desde el  momento en que tú sabes. Son pequeñas cosas que poco a poco se van haciendo de forma automática y que evitan que papá o mamá tengan que estar  constantemente repitiendo: “pon la mesa” o “lávate las manos”.  Si adquieren estos hábitos desde pequeños, cuando llegue la hora de comer automáticamente van a poner la mesa o van a ir a lavarse las manos. El hábito es lo que hace que no te duela realizar un esfuerzo.
 Hacer las cosas puede gustarnos más o  menos, pero hay que enseñar a los niños/as que  hay  que hacerlas siempre y que  no se pueden dejar a medias. Los niños/as tienen que aprender que lo importante es hacer lo que se debe en algunos momentos y no lo que se  quiere, ya que cuando seamos adultos, habrá cosas que tendremos que hacer queramos o no queramos, nos guste o no nos guste.
Es importante, también, enseñarles a marcarse metas que sean realistas, que empiecen a decidir las cosas por sí mismos, cuando puedan. Y esto se hace a través de preguntas cuando tengan que resolver algo: ¿y tú qué harías?, ¿cómo lo harías?, ¿qué es lo que pretendes conseguir? A lo mejor hay que darles dos opciones, porque si no los niños/as divagan mucho, irles acotando el terreno hasta que sean ellos los que deciden.
¿Que aprenden  los niños/as con esto aunque parezcan pequeñas cosas? Aprenden a controlar los impulsos, a vencer estados de ánimo, a controlar la impaciencia. Son una serie de habilidades sociales que les van a ayudar a enfrentarse a las dificultades de la vida diaria, a  que tenga unas buenas relaciones sociales. Y si estas habilidades las aprendemos de pequeños nos va a costar mucho menos  esfuerzo  que aprenderlas cuando seamos mayores. Cualquier esfuerzo resulta ligero con el hábito.
Cuando  una persona se ha esforzado en algo y eso le sale bien, el bienestar que esto le genera  no se lo provoca ninguna otra cosa. Todo en esta vida requiere un esfuerzo y cuando al final lo consigues  te hace sentirte más capacitado, sentirte bien, encontrar cualidades que a lo mejor pensabas que  no tenías.
¿Qué me vas a dar si lo hago? Esa es la pregunta que los niños/as  aprenden rápidamente. Al principio los niños/as aprenden las cosas porque se les da algo a cambio, aunque este algo no tiene que ser siempre material, puede ser un beso, un abrazo, una sonrisa por parte de los padres. Esta es la manera que tienen  los niños/as para comprender que, aunque para conseguir algo hay que “sufrir”, al final este “sufrimiento” va a ser algo positivo.
Hasta ahora hemos tenido un buen nivel de vida, un confort, que ha caído repentinamente. En estos momentos que estamos viviendo en los que  todos estamos muy preocupados porque  las cosas materiales pueden desaparecer muy fácilmente, la mejor herencia que los padres/  madres podemos dejar a nuestros hijos/as es enseñarles a valerse por sí mismos. Lo más importante es tener herramientas  para
poder salir adelante, para enfrentarse a las dificultades de la vida diaria: tolerancia a la frustración, una buena autoestima y saber tomar decisiones de manera adecuada. Que los padres/madres podamos decir: He educado a una persona que sabe seguir adelante porque se va a  poder adaptar  a las circunstancias que hay en este momento.
Mª Pilar Martín Pérez 2ºB

Las TIC en la Educación Especial

Estaba leyendo los últimos artículos de esta revista y de repente uno ha captado especialmente mi  atención: “Las enfermedades raras” escrito por nuestra compañera Desirée Guerrero Orozco de Educación Infantil.

He empezado a pensar entonces en todas las personas y niños que tienen esas enfermedades raras (y que tienen otras no tan raras) y en como nosotros como profesores podríamos ayudarles en su desarrollo y en su aprendizaje. De ahí que en este artículo quiera hablaros sobre el uso de las TIC en la educación especial.


Mediante el uso de las TIC en nuestras aulas con los alumnos con necesidades educativas especiales estamos mejorando su calidad de vida, su aprendizaje, estamos promoviendo su integración, pero sobre todo  estamos garantizando uno de los principios básicos de la educación: una educación de calidad para todos.

Antes de nada, quiero mostraros una guía TIC creada por AUTISMO ESPAÑA que nos ofrece no solo la posibilidad de conocer los principales artilugios sino que también cuenta con una serie de vídeos didácticos en donde profesionales explican su funcionamiento con ejemplos claros, además, podremos ver una descripción más pedagógica de los mismos o incluso descargarnos un documento con sus prestaciones y sus características.
  La dirección: http://www.guiatictea.org/
A continuación os presento algunos de recursos TIC que podemos utilizar. Os pongo los que me han llamado más la atención porque si no se alargaría mucho. Si queréis más información os dejo las fuentes.
  • Pictoaplicaciones: es una página que desarrolla aplicaciones para facilitar la comunicación de esas personas que tienen dificultades de expresión con el lenguaje oral. http://www.pictoaplicaciones.com/
  •  Software para educación especial: pagina que ofrece software descargables y direcciones web para trabajar con alumnos con NNEE.   http://www.sectormatematica.cl/especial/softesp.htm
  • Contenidos educativos digitales: página de la junta de comunidades de Extremadura que nos ofrece diferentes recursos para trabajar una serie de contenidos con alumnos con necesidades educativas especiales. http://conteni2.educarex.es/?e=4
  • Informática para educación especial: esta página es un blog donde introducen algunos software adecuados para trabajar con estos niños, además de darnos breves y concisas explicaciones sobre cómo hacer un buen uso.http://informaticaparaeducacionespecial.blogspot.com.es/
 Por Paloma R. Talavera Jara (2ºB Primaria)
 
Fuentes:
http://comentame.webnode.es/bancos-de-recursos-tic-para-la-educacion-especial/
https://www.youtube.com/watch?v=S2jKwLBOvKk
https://www.youtube.com/watch?v=0opWD9dnGjI
http://www.slideshare.net/elcuadra2/tic-y-educacion-especialdoc-vale-5776062
http://www.lavirtu.com/noticia.asp?idnoticia=43919
http://www.lavirtu.com/noticia.asp?idnoticia=33466

La especificidad y la sociedad

Partamos definiendo la especificidad según el Diccionario Mosby: “La especificidad es la cualidad de ser distinto”. Ateniéndonos a esta definición, podemos clasificar como personas específicas a todas aquellas que no son iguales al resto, es decir, a las personas con discapacidad. Si revisamos la definición de discapacidad, encontramos que la Organización Mundial de la Salud lo define como “Cualquier restricción o impedimento de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para el ser humano.”. 
Tras leer ambas definiciones, podemos decir que una persona específica o discapacitada es aquella distinta y que no puede realizar una actividad dentro de lo que se considera normal para el ser humano. Pero me pregunto ¿Qué es ser distinto al resto? ¿Qué se considera normal para el ser humano? Interesantes preguntas que vamos a intentar dar solución.
En relación a la primera pregunta, ser distinto al resto significa no ser igual, pero ¿Quién es igual al resto? Si miramos a nuestro alrededor, no existen dos personas iguales, todos somos diferentes, todos tenemos la cualidad de ser distintos. Es decir, todos somos específicos.
Si nos centramos en la segunda pregunta, encontramos varios vacios a lo que se considera normal para el ser humano. Hace poco un hombre saltó desde la estratofera ¿Es eso normal para el ser humano? ¿Somos todos capaces de hacerlo dentro de un contexto normal? Vayamos a un ejemplo más cercano, tocarse la punta de la nariz con la lengua ¿Es eso normal para todas las personas? ¿Todo el mundo es capaz de hacerlo? Otros ejemplos que podemos citar (de forma rápida) es hacer formas con la lengua, o mover los ojos como Sara Montiel, etc. Entonces, si volvemos a revisar la definición, somos incapaces de realizar esa actividad por impedimentos (véase la genética personal de cada uno) en la forma o dentro del margen que se considera normal.
Como podemos comprobar, todos somos específicos y discapacitados. Ahora bien, la gran pregunta ¿Porqué clasificamos a ciertas personas de “Específicos” o “Discapacitados” si todos lo somos a nuestra medida? ¿Por qué etiquetamos a aquellas personas que no son como nosotros (a nuestros ojos prejuiciosos) con algo que no son?
Actualmente, vivimos en una sociedad que pone etiquetas y clasificaciones a todo, sin pararse un solo minuto a mirarse si está en lo cierto o no. ¿Qué conseguimos con eso? Tan solo incultura. Suscribiendo las palabras de Miguel Angel Pérez Lucas (Revista INFOMÉDULA): “El prejuicio es solo el desconocimiento […] Hay que trabajar en crear cultura para que la sociedad tome conciencia de su alrededor”.
A día de hoy, el 33% de la población es “discapacitada”. Muchos de nosotros miramos sonrientes y compasivos a estas personas cuando pasan por nuestro lado y, rápidamente, florece el sentimiento de pena. Pero, a la misma vez, intentamos no hablar (o, si lo hacemos, que sea mínimo) con estas personas. Y, ¿Por qué hacemos esto? ¿Qué tenemos? ¿Qué nos lo peguen?…
La sociedad del consumo nos llena de imágenes de chicos con Síndrome de Down trabajando en centro ocupaciones felices y de personas ciegas sonrientes vendiendo cupones en quioscos. Imágenes muy tiernas y con un trasfondo monetario para las empresas muy importante, pero ¿Una persona ciega es realmente feliz vendiendo cupones? ¿Una persona con Síndrome de Down es feliz en un centro ocupacional?
Solo nos importa nuestro propio bienestar y, muchas veces, aparcamos a un lado a aquellas personas “diferentes” (a nuestros ojos) para evitar hacernos el camino un poquito más difícil. Decidimos por ellos, firmamos por ellos, hablamos por ellos… Pero nunca les preguntamos a ellos, a esas personas que son como nosotros, que tienen una familia como nosotros, un nombre como nosotros y que viven en la misma sociedad que nosotros.
Isabel Salvador (Cadena SER CLM) dijo que “No hay nadie normal, todos somos presos de nuestras incapacidades e inseguridades. La madurez está en vencer, tratar de vencerlas”. Si nosotros somos capaces de vencerlas y ser dueños de nuestro destino ¿Por qué no dejamos que ellos sean dueños de su propio destino?
Al igual que las modas en textil, ahora está de moda la palabra “Inclusivo”. Si nos paramos a pensar en su significado, encontramos términos como “igualdad de oportunidades”, “acceso en mismas condiciones que el resto”, etc. Pero ¿Qué hacemos nosotros por la inclusión social?
Vivimos en la sociedad y el momento oportuno para empezar a predicar con el ejemplo. Es el momento de crear la comunidad inclusiva que de la que todo el mundo habla, pero no debemos de esperar a que se cree desde el tejado, sino desde los cimientos. Pequeñas acciones diarias son suficientes para crear el entorno normalizado e inclusivo que todos deseamos.
En nuestra mano está la eliminación de barreras. Los medios de comunicación (que mucha gente denominan como el cuarto poder) ya han empezado a predicar con el ejemplo con “Los Juegos Paralímpicos”, dándonos la visión de una persona poniendo su capacidad de esfuerzo y superación en una imagen tan icónica que ayuda a tirar barreras. Pero, nosotros somos los que debemos tirar y derribarlas.
En nuestra mano está el poder hacerlo. Las sociedades que se distinguen por la inteligencia colectiva, trabajan para todos. De nuevo, quiero hacer referencia a las palabras de Gema Bustarviejo: “No hay que visibilizar, hay que normalizar. Hay que hacer que sea normal. La sociedad no sabemos cómo mirarlos, cómo tratarlos… En definitiva, tenemos miedo. Todo lo que hay que hacer es darles una oportunidad.” “Lo que discapacita no es que alguien vaya en silla de ruedas, lo que discapacita es una escalera (Miguel Ángel Pérez Lucas, Hospital Nacional de Parapléjicos).
Por último, quiero terminar con las palabras del nadador paraolímpico brasileño, Daniel Dias: “Lo que no puedas hacer, que no te impida hacer lo que puedas hacer”.

Óscar Gómez Jiménez

Dirección de correo: osquitagomez@gmail.com

La Competencia Emocional en Educación Infantil

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“La  Educación Infantil es la Etapa de la máxima expresividad, de la expresión descontrolada y exagerada, de las emociones que duran segundos y cambian con rapidez, del encuentro afectivo entre personas donde es más importante sonreír que dar un discurso, donde es más importante jugar que escuchar una larga explicación”.[1](Ibarrola, B.)
Purificación Cruz y “manchitas”
Con esta emocionante y atractiva “radiografía” sobre Educación  Infantil y las emociones, repleta de significatividad y  afectividad,  partió la sesión que la profesora  Purificación Cruz Cruz impartió para los alumnos de la asignatura de Atención Educativa a las Dificultades del  Aprendizaje de 2º Infantil (Grupo A) de la Facultad de Educación de Toledo.

En líneas generales, la maestra de Educación Infantil y profesora de la Facultadde Educación,  puso el acento en: 
  1. La importancia de que los niños pudieran identificar y exteriorizar sus sentimientos (Autoconciencia).
  2. La tolerancia a la frustración (Autocontrol). En este punto, subrayó que en ocasiones  algunos niños cuando llegan al colegio es la primera vez que escuchan la palabra “NO”. 
  3.  La relevancia de la autoestima y una actitud positiva y optimista en estas primeras etapas (Auto-control). 
  4. El reconocimiento de las emociones ajenas (Empatía).
  5. El control de las relaciones, la solución de conflictos y la asertividad (Destreza social).

  

Al igual que en la etapa de Infantil las instrucciones deben ser cortas y claras, así nos sugirió Purificación algunas  ideas que deberíamos tener en cuenta  a la hora de  desarrollar habilidades afectivas, entre las que se podrían destacar las siguientes:
  • No hacer caso a conductas que  no deseemos que se repitan.
  • Reforzar, premiar y elogiar cualquier conducta que sea adecuada.
  • No perder la paciencia.
Esta charla se caracterizó por ser eminentemente práctica, pues al tiempo que la profesora iba exponiendo sus ideas sobre cómo trabajar la competencia emocional en Infantil, conjugaba con ejemplos donde participaban todas las alumnas. Este hecho,  dejó una evidencia clara de lo arduo que nos resultaba exteriorizar una emoción sencilla como por ejemplo: miedo, alegría, sorpresa, ira,… y sobre todo sin emitir sonidos onomatopéyicos que revelaran a qué tipo de sensación se estaba haciendo referencia. 

En esta línea, se mostraron  algunas actividades que reflejaban cómo se podrían alcanzar esas destrezas emocionales, entre las que cabe señalar:   

     La creación de un libro de las emociones,  realizado con el objeto de poder reconocer en otros aquellas sensaciones que los niños sentían pero que no eran capaces de ponerles nombre.
    ¿Cómo me siento?  Los niños intentan expresar cómo se sienten cuando por ejemplo papá o mamá me regañan.
   La música me hace sentir. A través de diferentes audiciones de música que sugieran distintas emociones. 
     El rincón de la paz. Sitio de la clase donde los niños que hayan iniciado una pelea, apoyados por la profesora, dirimen el posible malentendido. 
  El cubo de basura. Cuyo objetivo es detectar pensamientos negativos y el uso de: “siempre, nunca, nadie”. Se escribe o se habla ese pensamiento negativo en un papel, se envuelve rápidamente y se lanza a la papelera.
      El espanta-miedos. Se lee una poesía y se dramatiza con sus gestos y  repitiendo sus versos.
         Los títeres. Les permite a los niños una mejor comprensión de las emociones. Ej. la compasión, algún títere que esté enfermo, con una tirita, etc. 
     Los cuentos. Se nos ofrecieron algunas sugerencias para contar un <!–[if supportFields]> SHAPE  * MERGEFORMAT <![endif]–><!–[if supportFields]><![endif]–>cuento tales como: entonación, posturas, vivir el cuento, adaptar su contenido a la madurez del niño,… En definitiva, puso de manifiesto el propósito de que a través de los cuentos se pueden transmitir todo tipo de valores, tan alejados hoy de nuestra sociedad.

En conclusión, las últimas reflexiones que se presentaron para poder “llegar a buen puerto” en lo relacionado con la competencia emocional, estuvieron  enfocadas en  contar con todo tipo de lenguajes con los que el niño puede comunicarse: lenguaje corporal, musical, plástico, verbal y no verbal

Finalmente, aprovecho la ocasión para hacer transparente mi deseo de agradecimiento, tanto al profesor organizador de esta actividad como a la maestra que impartió la sesión por su buena disposición y por motivarnos y avivar nuestro espíritu mediante su ejemplo. 

Tras la ponencia mencionada me pareció  oportuno añadir esta información por si puede ayudarnos a trabajar esta Competencia Emocional exclusiva de la Comunidad de Castilla La-Mancha.

Información Adicional:
  1. http://www.xn--begoaibarrola-lkb.es/libros_y_cuentos.html
Página personal de B. Ibarrola con información sobre cuentos con variadas temáticas como por ejemplo: confianza en uno mismo, solidaridad, gratitud, culpabilidad, el miedo, valentía, enfado, vergüenza, tolerancia y rechazo, alegría y optimismo, orgullo, empatía, celos, ….
  1. http://centros6.pntic.mec.es/~eatcolme/webEAT/formacion/begona.htm
Se trata de una comunicación sobre emociones de la autora Begoña I. en la que podemos encontrar: los diferentes sistemas de respuesta emocional (cognitivo, motor y fisiológico), las emociones primarias (ira, tristeza, miedo, alegría, amor,…); las diferentes expresiones de las emociones; términos a diferenciar (estado de ánimo, sentimiento, temperamento, emoción); algunas definiciones de distintas emociones como: la tristeza y la depresión, el miedo, el enfado, los celos,…con algunas recomendaciones para su  ayuda.


[1]IBARROLA, B. (2009). Crecer con emoción: el desarrollo de la competencia emocional en Educación Infantil.  Ed. SM.

La educación de ayer y hoy

 
La educación en nuestro país ha pasado por muchas etapas de cambios, contextualizadas por los acontecimientos políticos que las acompañaron y acompañan.
Los sistemas educativos de Europa aparecieron a partir de la Revolución Francesa. En España ya se incluye en nuestra primera Constitución de 1812, con un apartado exclusivo para ello, la instrucción pública. Aunque en ese primer momento sólo se recogieran la enseñanza primaria y universitaria.
Durante el siglo XIX, los estudios se encaminaron a cumplir el objetivo de alfabetizar a la sociedad, únicamente enseñaban a leer y a escribir. Más tarde, solo los hijos varones de familia acomodada podrían continuar sus estudios, de los cuales se encargarían instituciones religiosas. El papel de las mujeres quedaba al margen de la enseñanza.
Con el paso del tiempo, después de todas las reformas, los cambios de sucesión, los regímenes absolutos, los cambios de poder entre partidos políticos de diferente ideología… a lo largo de los años, desde aquella primera Constitución, han provocado múltiples movimientos de la educación, transformando los puntos de vista e importancia de ésta.
Haciendo referencia a nuestro pasado más próximo, a través de la LGE (1970) se comenzó a tomar partido de forma más importante en la educación, por primera vez en este siglo, regulando todo el sistema educativo español. Pretendía solventar las contradicciones internas que se habían producido por las sucesivas reformas, insuficientes para responder a los rápidos cambios sociales y económicos que sufría España entonces. Estructurando cuatro niveles: Preescolar, Educación General Básica, Enseñanzas Medias y Enseñanza Universitaria.
Con el final del régimen autoritario (1975), se inició una transición democrática. En este periodo se han ido estableciendo largas sucesiones de reformas y contrarreformas. Con la última Constitución (1978) aún vigente, se estableció la LOECE, seguida de la LODE, LOGSE, LOPEG, LOCE (que no llegó a instaurarse), hasta llegar a la que nos rige actualmente, la LOE. A través de cada una de estas se han ido introduciendo cambios que han modulado y estructurado la educación hasta llegar a la que hoy conocemos. Una educación que busca la calidad y que está destinada a todos/as, globalizada, individualizada, libre y preocupada por el alumno/a.
Permitiendo que desde el principio de nuestras vidas, podamos formar parte de ella, con las escuelas infantiles y la educación infantil, que a través del cariño y de un clima cálido, puedan empezar a conocer y explorar su entorno, los valores de la vida, el respeto y comprensión hacia los demás, el amor y la empatía… Por fin valorado como un lugar de aprendizaje, un lugar valiosísimo donde aprenderán a convivir y a dar importancia a lo que realmente hay que dársela. Más tarde, con la educación primaria y secundaria, teniendo muy en cuenta las diferencias de cada alumno/a. Y más tarde bachillerato, FP… y el que lo desee, la universidad.
Como docentes tenemos que tener muy en cuenta que ellos son nuestro futuro, ayudándolos, transmitiéndoles que a través del esfuerzo y el trabajo serán capaces de conseguir lo que se propongan. Tenemos el privilegio de acompañarlos en lo que será el principio del camino de sus vidas.
Como hemos podido comprobar a lo largo de la historia, hoy día le damos un sentido muy diferente al que se daba entonces. Claro que el proceso de evolución y transición no se puede generalizar, ya que no es el mismo el que nosotros podemos disfrutar que el que disponen en otros países menos desarrollados, donde la redacción de este mismo artículo por una mujer sería inviable.
 
El camino no termina aquí, queda mucho por recorrer hasta llegar a un punto en el que la educación sea tan importante para toda la sociedad como lo es para todos los que dedicamos nuestra vida a ella.
 
WEBGRAFÍA UTILIZADA:
 
Ministerio de Educación Cultura y Deporte (2004). EVOLUCIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO ESPAÑOL. P.12. Obtenido el 8 de marzo de 2013, desde http://uom.uib.cat/digitalAssets/202/202199_6.pdf
 
José Grau (2012, 22 de septiembre). LAS SIETE LEYES ORGÁNICAS QUE HAN REGULADO LA ENSEÑANZA MEDIA EN DEMOCRACIA, UNA A UNA. ABC. P.1. Obtenido el 8 de marzo de 2013, desdehttp://www.abc.es/20120922/sociedad/abci-leyes-educacion-reforma-wert-201209212205.html
POPOR Isabel Soto Agudo. 2ºB Grado de Educación Infantil.

La educación en valores

Para poder avanzar hacia un mundo justo , es necesario que las personas nos demos cuenta de la importancia que tiene la educación en valores y la formación como personas, pues en esta vida no todo es saber el significado de todas las palabras que existen, sino también tener unos principios y valores ya que son vitales para una buena convivencia.
 
A todos se nos da muy bien quejarnos, pero ¿qué pasaría si nos paráramos a pensar en la opinión de los demás?
 
Esa es la base de una buena convivencia, pensar en los demás y no solo en ti mismo. Pero esto no solo consiste en decir, por ejemplo, que pueden contar con tu ayuda, sino en demostrar que realmente estás dispuesto a ayudar en lo que haga falta. De esta manera, ayudándonos unos a otros y dejando a un lado la envidia y el egoísmo, es como se puede construir una sociedad en la que vivamos agusto.
 
Pero una buena convivencia también consiste en saber respetar los derechos que todos tenemos, pues al igual que hay gente que se quiere manifestar, hay otros que prefieren ir a su puesto de trabajo, cada uno es libre de expresarse como quiera o como en ese momento le sea posible.  Otro ejemplo de respetar los derechos, es el trabajo de una mujer, pues tiene la misma capacidad que un hombre para realizar cualquier trabajo, pues gracias a la formación que hoy en día se puede recibir, todos somos capaces de realizar todo lo que nos propongamos.
 
Por todo esto, si de verdad queremos vivir en una sociedad con principios y personas con valores, creo que es necesario que esto se les enseñe desde pequeños, y no solo en la escuela, enseñándoles a compartir y no peleándose, sino en sus hogares, siendo sus padres ejemplos a seguir. De esta manera, podrá cambiarse el pensamiento actual y valorar más a las personas que a los bienes materiales. 
Marta Gálvez Heredia
2ºA Educación Infantil

Las enfermedades raras

Dada  la reciente celebración de “El día de las enfermedades raras” aprovecho para hacer una breve reflexión. 
 
El pasado viernes, 8 de Marzo de 2013, se celebró el Acto Oficial de “El día de las enfermedades raras” a manos de la FEDER (Federación Española de Enfermedades Raras). Hicieron acto de presencia caras muy conocidas como la Princesa de Asturias, el seleccionador nacional de fútbol Vicente del Bosque, o la periodista Isabel Gemio.
 
A través de dicho acto se hicieron conocer dos casos muy interesantes de enfermedades raras que expondré a continuación:

SUSANA DÍAZ: Tiene 40 años y hace 10 se le detectó una gastroparesia idiopática severa. Ésta enfermedad ha acabado con su estómago. Los primeros síntomas aparecieron en forma de dolores cada vez que Susana comía o bebía. Esto la ha llevado a una situación extrema en la que tan sólo pesa 36 kilos. 

 
De su discurso, podemos destacar las siguientes frases:
 
“Perdí casi todo: la salud, la calidad de vida, el trabajo, mi pareja, las perspectivas laborales, familiares, sociales, intelectuales, mis ilusiones, mis proyectos, aspiraciones, y por poco en varias ocasiones hasta la vida”.
“Me queda y nos queda mucho por conseguir, por luchar y por caminar. Percibo mi futuro con cierto optimismo, pero también como una verdadera incógnita”.
 
“No somos personas raras aunque tengamos una enfermedad rara”.



LUISA MESONERO: Luisa es la madre de Rubén, un niño con 9 años. A los 9 meses de edad Rubén fue diagnosticado de neurofibromatosis. Esta enfermedad le provoca una hinchazón en el rostro, por la que el niño ya ha pasado varias veces por el quirófano. Los médicos no encuentran una cura para dicha enfermedad y por eso, el futuro del pequeño es incierto. 
 
Aun así, Rubén cautivó a todos cuando, arrimado al micro del auditorio del Senado, hizo brotar las emociones con la siguiente frase: “Hola a todos, me alegro mucho de estar aquí y quiero pedir un favorcito: si pueden investigar para mi enfermedad, a ver si la pueden curar. Esto va para ti, princesita Letizia”
Su madre aseguró: “No le deseo a nadie que tenga que verse en la situación de decidir a ciegas sobre algo que puede jugarse la vida de su hijo”.  
 
A continuación les dejo un breve vídeo para la reflexión personal:
 

 
 
Desirée Guerrero Orozco
Magisterio Infantil
 

Autoridad y formación del profesor

De nuevo ha surgido la polémica. Aragón ha publicado la Ley de Autoridad del Profesor.  Que la autoridad, y mucho menos el carisma y el respeto, no se impone por ley, creo que no lo discutimos nadie: la cuestión es cómo se ha llegado a esta situación, a tal punto de degradación en las relaciones docentes/alumnos, que haya habido que plantearse y llevar a efecto la promulgación de esta norma, porque es evidente que aquí hay un problema.
 La falta de motivación, la crisis de valores como la responsabilidad , el esfuerzo y el respeto a los demás y las consecuencias de no ejercerlos, la heterogeneidad del alumnado, la dejadez de algunos padres, la cultura del éxito fácil, la incomunicación familias/comunidad educativa, la tendencia a responsabilizar a los docentes de las faltas de disciplina de los hijos, dar todos los caprichos sin exigir nada a cambio, la falta de sintonía entre lo que se estudia en las facultades de educación y lo que luego debe trasmitirse en el aula y, una vez ejerciendo la docencia, la falta de una verdadera política de formación permanente del profesorado enfocada a la realidad del día a día, son algunos de los factores que han influido en llegar al punto en el que estamos.
Pero quiero incidir aquí en la urgente necesidad de cambiar las condiciones (nivel de exigencia incluido) de acceso a la carrera docente. Últimamente hemos tenido oportunidad de conocer a través de los medios de comunicación el modelo finlandés: aunque no se trata de trasladar modelos de sociedades con idiosincrasias diferentes, lo que es evidente es que debemos imitar, dentro de las características de cada país, lo que funciona.
Y debemos decirlo de una vez por todas y sin tapujos: para ser profesor no sirve cualquiera, ni mucho menos. Aprobar una carrera (cuyo acceso es poco exigente y al que acuden en muchos casos quienes no tienen plaza en otra porque la nota de corte es mucho mayor), superar unas pruebas de oposición que sólo miden conocimientos,  la idea bastante extendida de que la plaza en propiedad otorga patente de corso para hacer lo que se cree que es su obligación, descuidar la formación permanente y carecer de una eficaz evaluación continua de la labor docente, echar la culpa a los demás de todo (incluido el fracaso escolar), el café para todos en derechos, pero no en deberes, tienen sin duda una clara influencia en lo que hablamos. Como en todas las profesiones, hay quienes valen (y mucho) y quienes no y la sociedad no puede permitirse considerarlos por  igual. Pasar de la oposición al aula sin haberse medido actitudes y haberse entrenado en la difícil tarea de enseñar, es un gran error.
 Porque aquí no se trata de buenos y de malos, de si la educación de antes era mucho mejor que la de ahora, de si la culpa es exclusivamente de la administración, de los medios, si es imposible conciliar la vida laboral y familiar, de si los alumnos son ingobernables o de si yo no hago más horas de las que me corresponden… O nos implicamos todos o esto seguirá sin funcionar y las consecuencias ya se saben (¿o no lo hemos pensado?).
Dejémonos también de demagogia: palabras como disciplina, autoridad, castigo… se han convertido en tabú porque parece que recuerdan a otros tiempos y eran sinónimo de represión, porque no hay nada más represivo y contrario a los derechos que mirar para otro lado en un tema de vital importancia para nuestro futuro. ¿Sabemos en realidad qué es disciplina, qué supone el principio de autoridad que ahora hemos introducido por ley y que exigir el cumplimiento de las obligaciones no es menoscabar derechos? Disciplina no es sino cumplimiento de unas normas de convivencia que nos atañen a todos: ¿qué pretenden las normas que rigen en cualquier institución, empresa, colectivo…? ¿De qué se trata cuando en cualquier organización debe observarse una estructura, un organigrama y una distribución de roles?, ¿No existen consecuencias por incumplimientos de normas establecidas? Pero no nos equivoquemos: la autoridad es efectiva cuando media el respeto y el respeto es muy difícil de imponer y de improvisar: el respeto no se adquiere ni chillando más, ni castigando más ni suspendiendo más y tampoco siendo más condescendiente, más colegas… el respeto empieza por uno mismo hacia  sí mismo, y se asienta en ser consciente de cuál es la labor del “docente” más que del profesor y todo lo que ello implica (eso sí que no lo mide ninguna oposición ni se impone mediante ninguna norma legal). Y lo que no pueden hacer los padres es trasladar al colegio lo que son sus responsabilidades. Si hay alumnos que no respetan las normas del colegio, a los profesores, a sus compañeros… ¿están siendo educados en estos y otros valores en su casa? Porque no deberemos exigir a los demás lo que nosotros somos incapaces de conseguir. Dejemos de una vez de echarnos la culpa unos a otros y conformemos una verdadera comunidad escolar donde todos cumplan su parte.
 ¡Responsabilidad!
Miguel Ángel Heredia García
 Presidente de la Fundación Piquer