«El buen uso de Internet y las nuevas tecnologías para los niños»

Los adolescentes de hoy en día, han nacido en el mundo de las tecnologías de la información y la comunicación. Una tecnología nueva para un contenido eterno, ya que la información y la comunicación están en la base misma de cualquier aprendizaje.
Si hay un sector de la población donde más ha influido la llegada de las nuevas tecnologías, lo constituyen los niños y los adolescentes. Los chicos de hoy en día no se imaginan la vida sin el móvil, y utilizan las conocidas redes sociales diariamente para chatear con los amigos o ligotear entre ellos. Estas actividades se han hecho siempre,  lo que ocurre es que las nuevas tecnologías han cambiado el contexto y ahora resulta mucho más fácil comunicarse con los demás. Pero tras facilitarse la comunicación, también es mucho más factible recibir ataques a la intimidad, y en el caso de los niños, Internet se ha mostrado, por desgracia, como uno de los instrumentos favoritos de los pederastas y la mala gente que busca satisfacer sus deseos más ocultos.
Por otro lado, considero que los consejos para el buen uso de Internet por parte de los niños, desafortunadamente son muy pocos. El primer consejo que se podría dar de todos ellos quizá puede parecer obvio, pero resulta fundamental: los padres deben comunicarse con sus hijos. Este «truco» funciona no sólo por los problemas generados por el uso de la red, sino en todos los demás conceptos de la vida. No es normal que los padres para entretener a los niños les dejen delante de la televisión, la consola o el ordenador para que puedan navegar a su gusto.
Así pues, estas actividades son buenas y necesarias para el crecimiento y el desarrollo de la persona, de ahí la importancia de los juegos educativos, pero no deben constituir el cien por cien del tiempo de ocio de los niños. Hablar con los hijos, darles una confianza, que se sientan protagonistas del funcionamiento de la casa y la vida familiar sin fundamentalismos de ninguna clase, imposiciones absurdas y saber hacerse respetar sin el uso de la violencia son normas para que la vida familiar funcione sin problemas. Igualmente, los niños no tendrán que «buscar» la falta de cariño o de atención en Internet por parte de otros niños con sus mismos problemas o de desaprensivos sin escrúpulos.
Finalmente, desde mi punto de vista pienso que el mejor consejo que se puede dar es no permitir que un ordenador con conexión a Internet se sitúe en los dormitorios de los niños. Ellos pensarán que es totalmente «suyo» y abrirán su espacio íntimo a desconocidos con todos los peligros que esto puede conllevar.
Lo mejor en el caso de tener niños y adolescentes en casa es que el ordenador se coloque en el salón o en cualquier habitación con una vigilancia continua por parte de los adultos puesto que ocurre que muchas veces los niños se quedan solos en casa. En ese caso, lo mejor es crear contraseñas de acceso a Internet o perfiles de uso para ellos donde no puedan acceder a la red.
Con todo esto, he podido comprobar también que la tecnología, sólo por ella misma, pocos cambios metodológicos será capaz de producir y que para que se produzcan estos cambios habrá que acompañar la innovación pedagógica tecnológica con alguna serie de cambios más profundos. 
Gema Piñeiro Fernández-Puebla 2ºB Ed. Infantil

TIC, FAMILIA Y EDUCACIÓN ¿SON COMPATIBLES?

TIC, FAMILIA Y EDUCACIÓN ¿SON COMPATIBLES?

Ante esta pregunta podemos obtener tres respuestas: sí, no y depende. No obstante, cada una de esas respuestas puede tener millones de porqués.

La sociedad, familias y colegios se están digitalizando. Esto es un hecho. Pero también tenemos que tener en cuenta que no todas las familias apoyan las TIC. Hay familias que utilizan ordenadores en el trabajo, otras que los utilizan en casa por puro entretenimiento, otras que la única persona que utiliza el ordenador dentro de su casa puede que sea su hijo/a, o incluso se puede dar el caso de que nadie en su casa utilice un ordenador. Pero, ¿qué problema trae tanta variedad en el uso de las TIC? La brecha digital.

En la actualidad, existen muchos colegios e institutos en los cuáles utilizan las nuevas tecnologías de la información para comunicarse con las familias. Uno de los ejemplos que más se dan en los institutos es que si el adolescente no asiste algún día a clase, el centro envía un SMS a sus padres.  Algunos pueden estar a favor de este método y otros en contra, pero siempre queda la misma cuestión: ¿qué ocurre con aquellos padres que no saben abrir un mensaje en su móvil?

Además, en Educación Infantil se intenta que la familia y la escuela se comuniquen de forma electrónica. Una de las ventajas que tiene esto es que no es necesario que el tutor o la tutora se reúnan con los padres cada vez que estos tienen alguna duda. Pero seguimos con el hecho de que no todas las familias tienen un correo electrónico, red social o saben conectarse a Internet.

¿Qué podemos hacer entonces? Existen numerosas soluciones. Algunas de las que se me ocurren son:
  1. Intentar utilizar tanto las TIC como la vía tradicional de comunicación con los padres, para que no exista esa desigualdad.
  2. En la reunión inicial de curso podemos pasar una hoja en la que los padres indiquen si saben utilizar un correo electrónico o si no saben utilizarlo. Esto nos ayudará a hacernos una idea sobre cuántos de los padres de nuestros hijos tienen nociones básicas sobre las TIC y cuántos no.
  3. Podremos utilizar una tarde de un día a la semana para enseñar cómo utilizar un ordenador, cómo leer y mandar correos, y cómo pueden entrar en la página web del colegio. Esta actividad será de carácter voluntario y únicamente para los padres que no sepan cómo se utiliza. Si son muchos padres quizá pueda venir alguno que sí lo domina para ayudarnos.
  4. Intentaremos fomentar el uso de las TIC con los padres puesto que éste será el medio con el cual los niños realizarán muchas de las actividades.

Lo más importante es intentar eliminar poco a poco esa brecha digital que existe entre las familias. No consiste en intentar convencerlas de que las tecnologías son buenas, consiste en que se empiece a utilizar como un recurso para la comunicación entre éstas y la escuela. Pero lo que está claro es que sin nuestra ayuda y nuestra dedicación, no será posible.

Y ahora os pregunto a vosotros: familias, maestros o futuros maestros ¿intentaríais eliminar la brecha digital? ¿Qué ideas o soluciones pasan por vuestras cabezas?

Fotografía sacada de: http://www.doslourdes.net/

Sandra Díaz Pérez.
2ºB Educación Infantil 


“Una nueva vía en educación: los smartphones y las tabletas”

            En una nueva era tecnológica, los smartphones y las tabletas están cambiando el modo de vivir y convivir: nos facilitan la comunicación y nos llevan a una sociedad donde todos estamos conectados a través de la red.

Si pensamos en el uso de un smartphone o una tableta una de las primeras ideas que nos vienen a la cabeza es el uso de éstos como herramientas de comunicación a través del acceso a las redes sociales más populares, como pueden ser Twitter, Tuenti, Facebook o la famosa aplicación de comunicación instantánea Whatsapp. Debemos ir más allá, tenemos a nuestra mano herramientas que pueden ser útiles en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana: laboral, personal y también educativa.
En este progreso educativo los profesores están comenzando a utilizar dichas herramientas, conocen que existen múltiples aplicaciones para la labor educativa y que pueden ser utilizadas tanto en la formación del alumnado como en su evaluación. Entre estas aplicaciones podemos encontrar cuentos, audiobooks, juegos lingüísticos y otras muchas sobre las matemáticas y los razonamientos lógicos. Concretamente en Educación Infantil, podríamos usar la aplicación «Mis Animales de Granja Mini», donde los niños podrán acercarse al mundo animal de una manera más atractiva y motivadora. En lo referido a la Educación Primaria, una buena herramienta sería «Narrator», un gran narrador de cuentos multimedia. Por otro lado, en la Educación Secundaria y Bachillerato encontramos miles de aplicaciones, que van desde visitas online por los museos más importantes del mundo a todo tipo de actividades de repaso y refuerzo.
Debemos señalar que el uso de estas herramientas no ha sustituido el material didáctico tradicional: libros de lectura, pizarras, los ejercicios escritos y el uso de los lápices y colores, pero es importante mencionar que el uso compartido de estos materiales favorece la aparición de miles beneficios en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos: mejoran aspectos de razonamiento, de autoestima, mejora la coordinación óculo-manual…
Por ello, es de gran importancia que estos nuevos materiales sean utilizados en las aulas y que el uso de las pizarras y pantallas digitales formen parte de nuestro día a día educativo. 


Cristina Azaña Fernández
Segundo Magisterio Infantil A

METODOLOGÍA TRADICIONAL /METODOLOGÍA ACTIVA- PARTICIPATIVA

  Actualmente, son muchos los profesores que intentan implantar en sus clases una metodología activa y participativa con sus alumnos frente a la tradicional que se ha estado llevando a cabo hasta nuestros días. 
     Todo parece apuntar que esta nueva metodología no trae más que ventajas ya que hace que los alumnos estén más motivados e involucrados en las clases. Además, los alumnos se van de clase con el temario bastante claro puesto que han estado atentos ya que ellos eran los protagonistas de la clase (no el profesor)  ellos son los que participan con preguntas y debates, así como dando sus puntos de vista sobre un tema concreto. 
            Por otro lado, muchos profesores no ponen esta nueva metodología en práctica, se basan en dar el temario sin más, es decir, llegan a clase se sientan en su asiento y comienzan a hablar hasta que la clase termine. 
            Con esta forma de dar clase lo único que se consigue es que los alumnos pierdan el interés por la asignatura, se aburran, se distraigan y se encuentren totalmente desmotivados.
            Entiendo que para un profesor es mucho más fácil llegar a clase y ponerse a hablar hasta que termine la misma sin preguntar dudas, ni explicar de forma más interactiva como puede ser utilizando las nuevas tecnologías, etc. 
            Lo mismo ocurre con los maestros de Primaria, llegan a clase mandan callar a los alumnos, empiezan a leer el tema que tengan preparado para ese día y, les mandan numerosas actividades a sus alumnos para que empiecen a hacerlas en clase y las terminen en sus casas. 
            En mi opinión, todo aquel profesor o maestro que emplea esta metodología en sus clases, para mí, no es un buen maestro y, por lo tanto, creo que no debería dedicarse a esta profesión. Un maestro debe involucrarse en sus clases, hacerlas amenas, novedosas, participativas y debe intentar que todos los alumnos se vayan a sus clases con los contenidos claros, es decir, sin dudas y en caso de que las haya debe ser el profesor el que lo vuelva a repetir y explicárselo a ese alumno las veces que hagan falta; no creo que esté bien decirles a los alumnos «buscarlo en casa» o «lo dejamos para mañana», etc. Me parece que este tipo de respuestas no son dignas de un profesor porque parece que éste no quiere enseñar, que no le gusta su profesión, y lo único que hacemos con este tipo de acciones es perjudicar a nuestros alumnos. Si a un profesor no le gusta lo que hace, se lo va a transmitir al alumno y por tanto, le va a desmotivar; es mejor que escoja otro camino que no sea el de la enseñanza.
            Por tanto, no emplear una buena metodología en las clases puede tener desagradables  consecuencias para nuestros alumnos. Lo que empieza con una mera desmotivación y falta de interés puede acabar con ausentismo en las escuelas y consecuentemente con un nuevo caso de fracaso y abandono escolar.
Noemí Bautista

Amor incondicional a las nuevas tecnologías

Aunque soy una chica joven las nuevas tecnologías no son mi fuerte, es más, me considero bastante torpe con respecto a este tema. Se supone que estamos en una «era tecnológica» y que sobretodo la gente joven es quién más debería saber sobre estas nuevas tecnologías que como dice muchísima gente «sirven para facilitarnos la vida», mi opinión es completamente diferente.
Nadie puede negar, ni siquiera yo, que las nuevas tecnologías son una manera sencilla de proyectar nuestras ideas y de buscar cualquier información con sólo hacer un click con el ratón del ordenador. En educación infantil las nuevas tecnologías son muy importantes, y aunque no sepa defenderme en este aspecto, ¿qué otra opción me queda? ¿Quién soy yo para debatir el uso de las nuevas tecnologías en el aula? Aunque… todo lo que hacemos con las nuevas tecnologías ¿no lo podemos hacer manualmente con nuestro ingenio y creatividad como hasta ahora se ha venido haciendo?
En mi opinión las nuevas tecnologías están muy sobrevaloradas, sí creo que puedan ser importantes para los niños, y cuánto antes aprendan a utilizarlas mejor, ya que éstas serán su futuro, pero también pienso que las nuevas tecnologías están matando nuestra concentración. Mi manera de pensar supone que si un niño empieza desde muy pequeño a utilizar las nuevas tecnologías, con todo tan llamativo que le incita a leerlo, sin necesidad de esforzarse para buscar cualquier información o para chatear con cualquier persona por el ordenador, ¿qué necesidad tendrá este niño en un futuro?  si no necesita coger un libro para buscar información, no necesita salir para poder hablar con amigos,  o no va a coger un libro por voluntad propia sin dibujos que le llamen la atención para leerlo, y si lo coge se cansaría al instante.
Por esto no me gustan las nuevas tecnologías, sinceramente, mi abuela tiene más redes sociales que yo. Para mí lo que las nuevas tecnologías están haciendo es pensar por los niños, normal que éstos se puedan pasar horas y horas delante del ordenador, ya que teniendo esto no le hace falta tener otra cosa, ni siquiera amigos.
Todos pensamos que las nuevas tecnologías son importantes, incluida yo, que aunque no sean de mi gratitud también pienso que nos ayudan bastante a realizar cualquier tipo de trabajo, aunque sigo manteniendo mis ideales.
Muchos padres no están acostumbrados a las nuevas tecnologías y muchos admiten que sus hijos les dan cien vueltas con respecto a ese tema, por pequeños que sean estos niños, además, su preocupación aumenta con la edad de los niños, por saber que hacen o dejan de hacer en esa «caja tonta» como la denominan algunos.  Por experiencia propia, yo perdí a un primo con 15 años que desde muy pequeño aprendió por sí mismo a utilizar las nuevas tecnologías a su antojo, hasta que llegó a saber más que su profesor de informática. A los 14 años le contrataron para trabajar en una tienda de ordenadores, ya que  era experto en el tema. Todo esto le trajo bastantes problemas, porque se metía en páginas prohibidas, averiguando cualquier clave de acceso, hablaba con personas mucho más mayores que él, hasta tal punto de meterse en serios problemas, de los que no tuvo escapatoria, o al menos él no la vio. Mis tíos no sabían nada de lo que mi primo hacia en el ordenador, ya que le consideraban un niño inteligente con respecto a los ordenadores, y ellos pensaban ¿Qué mal puede hacer un ordenador a niño de 15 años? Cuando mi primo murió, mis tíos se quedaron atónitos, nunca se hubiesen imaginado ese desenlace. Tras este incidente mi padre no me dejaba tener ordenador en casa, por esto yo estaba acostumbrada a buscar información en las enciclopedias, revolviendo todos los estantes de libros para buscar cualquier cosa, y leyendo libros del tirón por voluntad propia, sin que nadie me obligase a hacerlo. Todo esto yo lo he perdido con las nuevas tecnologías, ahora la cantidad de libros que leo es bastante más reducida de lo que podía llegar a leer antes, y no he vuelto a coger esas enciclopedias, ahora colocadas en el último estante de la librería de mi casa, para buscar información, y es que las nuevas tecnologías, como tanto estoy criticando en este artículo, me han matado la concentración.
En definitiva, las nuevas tecnologías no son para que las quiera, son para todos, ya que sin ellas el futuro que te espera será muy complicado, además éstas irán avanzando y avanzando y todos, hasta el más torpe del mundo, debemos a aprender a utilizarlas, ¿qué otro remedio nos queda si no?
Nerea Delgado Sánchez
Grado: magisterio infantil 2º B

UN GIRO DE 360º EN LA RELACIÓN FAMILIA-ESCUELA

Antiguamente la relación de los padres y  madres con el tutor/a de sus hijos se basaba en el respeto y la confianza. Dejaban a sus hijos en manos de los maestros/as, depositando en ellos toda la libertad de educar a sus niños, despreocupándose ellos mismos de participar también en ella.
La causa de todo esto era la falta de conocimientos y cultura por parte de los padres, viendo en los maestros aquellas personas capaces de ayudar a sus hijos en ser algo en la vida. Esta falta de conocimiento, hacía que el maestro tuviera toda la autoridad, teniendo los niños un papel insignificante en cuanto a sus decisiones, intereses, preocupaciones…
Todo el mundo piensa en dejar un planeta mejor para sus hijos… Cuando lo que se debería pensar es en dejar Mejores Hijos para el Planeta.»
Un hijo aprende del respeto dentro de su hogar, donde recibe el ejemplo de su familia, así aprende a vivir en su país, a convivir en sociedad y se vuelve un adulto comprometido en todos los aspectos. Todo esto con la ayuda de los maestros/as en las escuelas hace posible un desarrollo integro de los niños, pero para ello es necesario la cooperación de los padres y los maestros.
En cuanto a la relación familia-escuela, aunque parece que no progresa a lo largo de los años, poco a poco gracias a los maestros/as y a su labor en las escuelas han ido mentalizando a las familias de la importancia que tiene su colaboración, de tal forma, que cada vez es más la participación y la colaboración de las familias en la escuela.
Para finalizar, tengo la certeza de podremos observar otro giro de 360º en la relación familia-escuela, consiguiendo una relación íntegra y globalizada para nuestros alumnos/as.

SARA NÚÑEZ PAJUELO.

Cuidado con sobrecargar el día a día de nuestros hijos

                                                                                                                                        
 
 ¿Clases extraescolares sí o clases extraescolares no? Esta es la gran duda a la que se enfrentan miles de padres y sus hijos. Muchos son los niños que al inicio de curso reciben circulares para ser apuntados en determinadas actividades extraescolares (bailes, clases de apoyo, clases de música, etcétera). Pero qué deben hacer los padres, ¿deben permitir que sus hijos vayan a tantas actividades extraescolares como deseen?
Las actividades extraescolares se suelen encontrar casi siempre fuera de los periodos lectivos, es decir, suelen tener horarios de tarde y esto puede causar que evadan a los niños de realizar otras actividades que son más importantes para ellos como los deberes mandados en clase esa misma mañana.
Muchos niños utilizan la excusa de las actividades extraescolares para llegar a casa, soltar la mochila, comer y salir corriendo a la calle sin ni siquiera pararse a hablar con sus padres o a estudiar un rato, uno de los motivos por lo que ocurre esto es que la sociedad a evolucionado mucho y con ella nosotros también, cada vez es menor el porcentaje de familias estructuradas según la antigua división del trabajo y cada vez son más las familias donde trabajan ambos padres durante la mayor parte del día
 Por este motivo a a veces  los padres no disponen de tiempo para ayudar a hacer los deberes a sus hijos porque no están en casa durante toda la tarde, ni siquiera a la hora de la comida
 Los padres se sienten consolados porque piensan que el que sus hijos pasen la mayoría de la tarde de actividad en actividad fuera de casa es bueno para los niños porque se sienten acompañados, tienen esa compañía que no tienen cuando llegan a casa cada día. Pero, ¿realmente así ayudamos a nuestros hijos? Puede que los niños se sientan más arropados con la presencia de otros niños en comparación con la soledad que pueden sufrir por las tardes en casa debido a la ausencia de los padres pero ¿Qué ocurre cuando un día nos llama la maestra/o de nuestro hijo para solicitarnos una entrevista para hablar del niño?.
Efectivamente la mayoría de los niños españoles gastan mucho tiempo en determinadas actividades extraescolares, los niños se inclinan más por actividades del tipo de fútbol o el atletismo; sin embargo las niñas son más propicias para asistir a clases del tipo de ballet, aeróbic, etcétera. Muchos de ellos descuidan seguramente sus hábitos de estudios diarios porque consideran más importante asistir a dichas actividades a diario que llevar sus estudios al día.
Por lo tanto, debemos buscar un equilibrio entre ambas caras de la moneda, ya que muchas veces las clases extraescolares por llegar a convertirse en la solución, terminan convirtiéndose en grandes problemas que repercuten negativamente en la trayectoria escolar  en los niños.
●Datos personales:
– Nombre: Mª Rocío Castellanos Cid.
– Estudiante del grado en magisterio infantil en UCLM (Toledo).
● Correo de contacto: rocio_sanpablo@yahoo.es

EL VALOR DEL ESFUERZO

 Vivimos en una sociedad de bienestar y  de consumo que  ofrece a los niños/as  todo lo que necesitan y  quieren: me apetecen las cosas, las quiero y las tengo casi de inmediato.
Pensar que las cosas no cuesta trabajo conseguirlas tiene un coste personal muy grande,  porque los niños/as presentan una incapacidad para soportar esfuerzos, y esta incapacidad trae consigo una serie de consecuencias:
– Se tienen sentimientos de impotencia: «yo no puedo hacer las cosas».
– De conformismo: cuando lo intento y a la primera no me sale ya no lo vuelvo  a intentar.
-No se valoran las cosas: hay una incapacidad de disfrutar de lo que se  consigue  y una falta de entusiasmo.
Todo en esta vida requiere un trabajo y un esfuerzo.
El esfuerzo es aquello que nos ayuda a conseguir las metas que nos proponemos, vencer y superar esos obstáculos que nos impiden conseguir esas metas. 
¿Cómo  empezar a  trabajar el esfuerzo en los niños/as?
El esfuerzo no viene de nacimiento, es algo que los padres/madres tienen que enseñar a sus hijos/as y que necesita un entrenamiento. Ese entrenamiento está basado en la creación de hábitos desde que son pequeños, a través de establecer un orden en la vida, una constancia desde los primeros momentos y  promover momentos con los hijos/as que les hagan sentir  que merece la pena el esfuerzo realizado.
 Se puede empezar con cosas muy sencillas, como  tener responsabilidades en casa: por ejemplo, poner la mesa, aunque yo te tenga que ayudar;  si hay que lavarse las manos,  no te las lavo yo, lo haces tú desde el  momento en que tú sabes. Son pequeñas cosas que poco a poco se van haciendo de forma automática y que evitan que papá o mamá tengan que estar  constantemente repitiendo: «pon la mesa» o «lávate las manos».  Si adquieren estos hábitos desde pequeños, cuando llegue la hora de comer automáticamente van a poner la mesa o van a ir a lavarse las manos. El hábito es lo que hace que no te duela realizar un esfuerzo.
 Hacer las cosas puede gustarnos más o  menos, pero hay que enseñar a los niños/as que  hay  que hacerlas siempre y que  no se pueden dejar a medias. Los niños/as tienen que aprender que lo importante es hacer lo que se debe en algunos momentos y no lo que se  quiere, ya que cuando seamos adultos, habrá cosas que tendremos que hacer queramos o no queramos, nos guste o no nos guste.
Es importante, también, enseñarles a marcarse metas que sean realistas, que empiecen a decidir las cosas por sí mismos, cuando puedan. Y esto se hace a través de preguntas cuando tengan que resolver algo: ¿y tú qué harías?, ¿cómo lo harías?, ¿qué es lo que pretendes conseguir? A lo mejor hay que darles dos opciones, porque si no los niños/as divagan mucho, irles acotando el terreno hasta que sean ellos los que deciden.
¿Que aprenden  los niños/as con esto aunque parezcan pequeñas cosas? Aprenden a controlar los impulsos, a vencer estados de ánimo, a controlar la impaciencia. Son una serie de habilidades sociales que les van a ayudar a enfrentarse a las dificultades de la vida diaria, a  que tenga unas buenas relaciones sociales. Y si estas habilidades las aprendemos de pequeños nos va a costar mucho menos  esfuerzo  que aprenderlas cuando seamos mayores. Cualquier esfuerzo resulta ligero con el hábito.
Cuando  una persona se ha esforzado en algo y eso le sale bien, el bienestar que esto le genera  no se lo provoca ninguna otra cosa. Todo en esta vida requiere un esfuerzo y cuando al final lo consigues  te hace sentirte más capacitado, sentirte bien, encontrar cualidades que a lo mejor pensabas que  no tenías.
¿Qué me vas a dar si lo hago? Esa es la pregunta que los niños/as  aprenden rápidamente. Al principio los niños/as aprenden las cosas porque se les da algo a cambio, aunque este algo no tiene que ser siempre material, puede ser un beso, un abrazo, una sonrisa por parte de los padres. Esta es la manera que tienen  los niños/as para comprender que, aunque para conseguir algo hay que «sufrir», al final este «sufrimiento» va a ser algo positivo.
Hasta ahora hemos tenido un buen nivel de vida, un confort, que ha caído repentinamente. En estos momentos que estamos viviendo en los que  todos estamos muy preocupados porque  las cosas materiales pueden desaparecer muy fácilmente, la mejor herencia que los padres/  madres podemos dejar a nuestros hijos/as es enseñarles a valerse por sí mismos. Lo más importante es tener herramientas  para
poder salir adelante, para enfrentarse a las dificultades de la vida diaria: tolerancia a la frustración, una buena autoestima y saber tomar decisiones de manera adecuada. Que los padres/madres podamos decir: He educado a una persona que sabe seguir adelante porque se va a  poder adaptar  a las circunstancias que hay en este momento.
Mª Pilar Martín Pérez 2ºB

LEER vs. VIDEOJUEGOS

LEER vs. VIDEOJUEGOS

Leer significa interactuar con un texto, comprenderlo e interpretarlo. Cada libro puede significar cosas diferentes para cada persona en función de su estado de ánimo, su predisposición a la lectura, sus características psicológicas, etc. Se ha demostrado que los hábitos lectores no solo mejoran las áreas del cerebro dedicadas a la lingüística, sino también enriquecen las áreas de la competencia matemática, las habilidades verbales, sociales, creativas y emocionales.
Leer es una actividad beneficiosa para el ser humano, no solo para ampliar tu vocabulario sino porque gracias a la lectura te transportas a nuevos mundos imaginarios dónde puedes desconectar de realidad social.

Para los niños, leer es una tarea que les resulta aburrida, por ello hay que diseñar estrategias que les ayuden a familizarizarse con los libros desde las edades más tempranas y que, de este modo, despierten gusto y placer por la lectura. El entorno sociocultural del niño es muy importante para la creación de buenos hábitos lectores puesto que los niños aprenden casi todo por imitación.
A los más pequeños les gustan las marionetas, los peluches y los muñecos por eso, una buena forma de acercarles a la lectura es realizar dramatizaciones con los personajes del cuento que han leído.

Actualmente muchos niños y adolescentes pasan la mayor parte de su tiempo libre jugando a videojuegos, viendo la televisión o chateando en redes sociales. El propio Francisco Ibañez, creador de «Mortaldelo y Filemón» pone de manifiesto esta nueva realidad social dónde predominan las nuevas teconologías con esta frase: «El día que un ordenador sea capaz de crear una historieta y desarrollarla, yo seré el primero en hacer cola en la tienda para comprarlo»

A modo de conclusión puedo resumir que los jóvenes de hoy en día leen menos que los jóvenes de hace diez años, pero se ha demostrado que se ha producido un aumento del número de jóvenes lectores desde hace dos años. Sin embargo una de las causas de que los jóvenes no lean demasiado son los videojuegos y su uso masivo. Por ello los padres tienen que ser conscientes del tiempo que emplean sus hijos jugando a videojuegos pudiendo establecer horarios de uso para evitar crear adicción a ellos.

Desirée Bel Rodríguez
2º Infantil A

¿Deben entrar las TIC en el aula?

Las TIC son un gran recurso de formación continua y tremendamente útiles en la sociedad que tenemos. ¿Podríamos vivir sin ellas? Yo creo que sí, pero… ¿por qué vivir sin ellas? Por qué tienen que ser blanco o negro, pueden ser grises, porque tienen peligros pero bien utilizadas también tienen cosas buenas, por eso lo fundamental de esta pregunta es la palabra educación, ya que lo importante es educar en su uso.

Hace unos días una compañera en clase lanzó una pregunta, ¿realmente tenemos otra opción? La respuesta es no.

Aquí comienza toda mi reflexión, da igual que estemos de acuerdo o en desacuerdo con las nuevas tecnologías, porque vivimos en la sociedad de las TIC, de hecho hace unos años no existía la electricidad y hoy en día nadie se plantea vivir sin ella. Porque no es solo que las tengamos que utilizar sino también enseñar, ya que son parte de sus vidas y de las nuestras, además de una parte importante del currículo.

El objetivo de las maestras es hacer de las TIC una ayuda, una herramienta a la que recurrir que nos complemente en nuestro trabajo, pero por supuesto nunca lo sustituya, porque lo más importante es que no nos nieguen la capacidad de pensar.

Y ahora hablando como futura docente, yo no quiero una futura maestra que fundamente la base de su trabajo en un ordenador, sino que lo complemente con él. Que en una facultad de educación nos enseñen y aprendamos el gran valor y el recurso que pueden ser las TIC en nuestra aula. Por lo tanto, que no se permita que existan «maestras de corta y pega», que fundamenten su trabajo en un mal uso de las TIC, personas que sean tan dependientes de ellas, que no sepan crear, algo fundamental para mí en una maestra. Y que pretendan educar a niños en su uso, sin saber utilizarlo para ellas mismas.

Además otro de los motivos es que las nuevas tecnologías no son perfectas y por lo tanto fallan y a veces demasiado. Una clase llena de alumnos no se puede permitir estar esperando a que funcione un ordenador para poder trabajar porque las TIC tienen que ser una herramienta de trabajo, no una dificultad en nuestro trabajo.

Las TIC bien utilizadas nos pueden servir de gran ayuda, como elemento de refuerzo, de motivación, incluso de vínculo entre padres e hijos, propiciando diversas actividades. Además a nosotras como docentes nos facilita la comunicación tanto con los padres, algo fundamental para que la educación funcione, como la comunicación entre nosotras mismas, para compartir información, recursos, materiales, etc.

 Y por último es necesario que los padres estén bien informados, ya que la falta de información de los padres, provoca que algunos priven a sus hijos del derecho a la información, y a otros que les permitan entrar de lleno en un mundo tan peligroso como puede ser internet si no sabemos utilizarlo.

Por todo esto me quedo con una palabra, que para mí responde todo lo anterior, educar.

Ruth Suárez Fernández
Magisterio Infantil
2ºB