Me gustaría realizar mi primera aportación a nuestra revista, haciéndome eco de un artículo publicado en el periódico “La Tribuna” por Jorge Fraguas, en la página 22, el pasado jueves 22 de Marzo; ya que el día 21 fue el Día Internacional del Síndrome de Down.
El artículo se publicaba bajo el título “Tengo síndrome de Down y no soy tan distinto a ti”
Me gustaría reflexionar sobre algunas afirmaciones que lanzaron personas con dicha enfermedad, como son:
“Tómate tiempo para conocerme”, “Detrás de mis rasgos hay una persona llena de emociones y experiencias”, “Si quieres saber algo de mí habla conmigo”……
Desde aquí me gustaría invitar a toda la gente a pensar porque cuando vemos a una persona con síndrome de Down inevitablemente la sonreímos, cuando queremos saber algo sobre ella automáticamente preguntamos a su familia…. ¿Cómo nos sentiríamos nosotros si siendo adultos nos tratasen siempre como a niños? Creo que la alteración cromosomática que caracteriza dicha enfermedad no es tan “diferente” a la nuestra; pienso que vivimos en una sociedad llena de prejuicios que siempre tacha al diferente, simplemente por el hecho de serlo, sin darnos cuenta que todos los somos, que cada persona responde de manera diferente ante la misma situación. Pienso que estas personas deben sentir gran impotencia, ya que ellos quieren poder demostrar al mundo que son tan válidos como cualquier otra persona pero la mayoría de las veces la sociedad en general no les deja hacerlo, mostrarse tal como son, más parecidos a nosotros de lo que pensamos.
Desde mi punto de vista creo que en vez de fijarnos en las limitaciones que tienen estas personas (y que todos podemos tener), deberíamos centrarnos en sus capacidades, que son muchas; y trabajar codo con codo junto a ellos, ya que podríamos aprender infinidad de cosas.
A través de este artículo los chicos se muestran firmes ante su libertad de contestar, de sentir, de vivir como personas que son; y nos dan una lección mostrándonos sus infinitas capacidades y manifestando su gran deseo de seguir luchando hasta conseguir la igualdad.
Me gustaría cerrar mi reflexión, con otras de las frases dichas por ellos como son “ Tener síndrome de Down no hace que esté siempre de buen humor ni sea simpático con todo el mundo”,” si soy un adulto no me trates como un niño”,” Tengo síndrome de Down y no soy tan distinto a ti”…
1ºA DE INFANTIL
Hermoso soy de Venezuela y tenemos en casa una princesa con sindrome de Down,podriamos decir ohhh ardua tarea pero les aseguro que está llena de grandes satisfacciones….saludos desde VenezuelaHeidy D.
El Sindrome de Down…NO es una ENFERMEDAD es um conjinto DE CARA CTERISTICAS