Tras leer el artículo de “El país”, sobre la discusión de si deberían mandarse deberes o si deberían eliminarse, entramos a una reflexión profunda. Según el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, Enric Roca, afirma que el sistema educativo español es el que tiene más horas lectivas de Europa, no es lógico y carece de sentido meterles a los niños otras tres horas más de trabajo en casa. En contraposición a sus ideas y opiniones encontramos a la Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA) que argumentan que esta carga extraescolar ayuda a crear hábitos de trabajo, a estimular el aprendizaje y responsabilidad y que la familia debe implicarse al 100% en esta tarea.
Este debate se ha tenido desde siempre, desde mi perspectiva y de acuerdo con la de la pedagoga Maite Rodríguez Estévez, creo que los deberes deben mandarse a casa porque son una ampliación y consolidan el aprendizaje realizado en clase, nunca deberían mandarse con el fin de acabar eso que no ha dado tiempo a realizar en clase por parte del maestro. También deberían racionalizarse los tiempos, no es el mismo tiempo el que un niño de 1º de primaria puede pasar sentado haciendo sus tareas que un niño de 6º que está a punto de pasar a la E.S.O, el número de horas cambia aunque nunca hay que sobrecargarlos.
En otro aspecto y relacionado con la implicación de los padres, sí los padres deben implicarse dando confianza y ayudando a sus hijos siempre que les sea posible, pero nunca deben adoptar el papel del profesor debido a que podemos confundir al niño y conseguir que no le guste ir al colegio o por el contrario volver a casa, porque para él nunca sale del ámbito escolar.
Para terminar la reflexión sobre este tema, creo desde mi opinión que se debería realizar una personalización de los trabajos, tanto en la escuela como en los trabajos llevados a casa, trabajar con metodologías innovadoras y que sean motivadoras para los alumnos es fundamental para ellos y para su desarrollo. Las competencias no solamente se adquieren memorizando los temas de un libro, sino en el día a día, realizando tareas cotidianas que den solución a nuestros problemas diarios.
Cristina Escribano Romero
2º Primaria B