Es interesante lo que está sucediendo con algunas escuelas y los castigos que algunos profesores llevan a cabo.
Antiguamente un bofetón no se veía como un maltrato, hemos oído muchas veces a nuestros abuelos contar anécdotas de cómo sus profesores les pegaban con la regla, o incluso decir con una sonrisilla “mi madre, mi madre me perseguía con la zapatilla cuando me portaba mal” o “pues no me he llevado yo tortazos por llegar tarde” algo complicado de valorar porque realmente ¿La letra con sangre entra?
La evolución de la psicología y de la sociedad ha dado lugar a que la educación cambie, y en última instancia se recurra a la violencia. Todavía entre algunos profesores existe esa creencia de que “un bofetón a tiempo quita mucha tontería” pero no es así, ya que la violencia engendra violencia y hay otros recursos para evitar estas situaciones. Un ejemplo contrario, es la actitud que adquiere ” Hermano Mayor” un programa que trata de corregir los errores del aprendizaje, se encarga de analizar la situación en la que está la familia del adolescente y el comportamiento que éste adquiere. En alguna ocasiones es el propio protagonista el que realiza un acto que le perjudica y que realmente son situaciones rutinarias que él mismo provoca, aclaro esto con un ejemplo: en uno de los capítulos, una chica reacciona ante los problemas rompiendo las cosas que hay en su casa, Hermano Mayor le propone golpear un saco de boxeo para expulsar esa violencia, tras esto le enseña un video en el que dentro del saco de boxeo están sus pertenecías más queridas ( móvil, ordenador, planchas del pelo…). Con esto, lo que Hermano Mayor quiere conseguir es que los adolescentes se pongan en el lugar del otro para que nos demos cuenta de las consecuencias que tienen nuestros actos. Creo que existen muchas alternativas antes que un bofetón.
Este ejemplo debería estar presente en aquellos maestros que piensan que la violencia puede solucionar un problema de comportamiento, éstos deben hacer uso de la pedagogía y la psicología para resolver los problemas, haciéndole ver a los alumnos el mal que pueden causar, y que ellos mismos sean conscientes de que lo que están haciendo no es lo adecuado.
Me gustaría destacar dos vídeos totalmente contrarios, para ver qué postura es la adecuada ante el aprendizaje y cuál es la incorrecta: