El implante coclear
No hace mucho llegó a mis manos una revista de la confederación española de familias de personas sordas (FIAPAS). En ese momento me puse a echarla un vistazo y me entró mucha curiosidad por conocer más sobre la sordera en general y sobre el implante coclear.
El implante coclear es un traductor que transforma las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo. Estas señales eléctricas son procesadas a través de los distintos elementos que forman el Implante Coclear.
Las partes que forman el implante se dividen en externas e internas.
– (1)El micrófono que recoge los sonidos y los manda al procesador.
– (3)El procesador que selecciona y codifica los sonidos útiles para comprender el lenguaje.
– (4)El transmisor que envía los sonidos codificados al receptor.
- Internas:
– (5)El receptor o implante que se coloca en el hueso mastoides, detrás del pabellón auricular y se encarga de enviar las señales eléctricas a los electrodos.
– (6)Los electrodos se introducen dentro de la cóclea (8) en el oido interno y estimulan las células nerviosas que aun funcionan. Estos estímulos pasan a través del nervio auditivo (7) al cerebro, que los reconoce como sonidos.
Ambas partes se unen a través de un cable (2) y de un imán (4).
Otra curiosidad que tenía es conocer qué personas pueden tener el implante coclear. Tras la lectura de distintos medios he podido conocer que en principio pueden llevar implante coclear todas aquellas personas que padecen sordera profunda neurosensorial bilateral y en algunos casos también aquellas personas que padezcan sordera severa y que no obtienen un beneficio auditivo con los audífonos convencionales.
Según he podido conocer existe un riguroso protocolo para seleccionar aquellas personas adecuadas para llevar un implante coclear. Será el equipo de médicos quienes valorarán el caso individualmente y después de una serie de pruebas comunicarán a la persona o a sus familiares si es un apto para llevar el implante.
También son aptos para el implante los niños con hipoacusia grave o sordos menores de 5 años por su plasticidad neural. También se aplica a adultos con lenguaje oral funcional o que tengan memoria auditiva por haber oído antes con audífonos.
Por otro lado es importante conocer el aspecto concreto, es decir, en qué casos no está indicado el implante. Por un lado está contraindicado en niños sordos que convivan con padres sordos signantes (excepto en contadas excepciones médicas), en personas enfermas y que no puedan someterse a intervenciones con anestesia general y en personas que no estén vacunados contra la meningitis.
En algunos países, el coste del implante se financia a través de la Seguridad Social, como es el caso de España que cubre gratuitamente la colocación del implante y el primer procesador, pero no financia los sucesivos gastos de mantenimiento y sustitución del procesador por uno nuevo.
Por último creo que es importante conocer que el implante
no es una cura para la pérdida de audición ya que el implante no restaura totalmente la audición. Por desgracia no todas aquellas personas que poseen un implante logran las mismas habilidades auditivas, de habla y de lenguaje, pero sí es cierto que muchas personas pueden llegar a mantener largas conversaciones incluso por teléfono.
no es una cura para la pérdida de audición ya que el implante no restaura totalmente la audición. Por desgracia no todas aquellas personas que poseen un implante logran las mismas habilidades auditivas, de habla y de lenguaje, pero sí es cierto que muchas personas pueden llegar a mantener largas conversaciones incluso por teléfono.
Virginia Gallego Pérez
Educación y Sociedad
Adaptación al grado en educación infantil