LA EDUCACIÓN AMBIENTAL EN LA SOCIEDAD DEL SIGLO XXI

Cada vez es más patente entre la sociedad, la necesidad de proteger y cuidar su patrimonio verde y el medio ambiente. La pieza esencial para construir una sociedad respetuosa y consecuente con el medio es la educación. Los niños son el mañana y su comportamiento en los distintos aspectos de la vida depende de la formación, y por qué no, también de la formación ambiental.
En la actualidad existen diferentes iniciativas al respecto: Día del Árbol, donde niños y mayores plantan árboles en un acto de carácter festivo; actividades de reciclaje de residuos, donde se plantea la necesidad de separar y depositar los materiales en cada contenedor adecuado para su tratamiento, campañas de ahorro de energía doméstica, etc…
La educación ambiental, independientemente de las campañas de divulgación convencionales, debe extrapolarse a otros comportamientos en el que los ciudadanos adultos debemos ser cautos a la hora de realizar nuestros hábitos de la vida diaria, pues nuestra forma de actuar es la lección que mejor aprenden los niños. Si los niños viven rodeados en su entorno social de acciones negativas como el despilfarro de energía, uso desmedido del automóvil o el maltrato de los animales, cualquier proyecto que se lleve a cabo quedará como una actividad lúdica de tantas.
En los países en desarrollo la contaminación ambiental afecta a la mortalidad, discapacidad, infertilidad, abortos y a enfermedades respiratorias que repercuten en los más vulnerables, los niños.
Debemos reflexionar y aportar nuestro pequeño granito de arena en la educación ambiental, que si hoy parece ser baladí, es la pieza de la que depende nuestro bienestar en el futuro.
“Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.” Mahatma Gandhi


Carmen Lucía Mora Hernández (3º educación primaria)
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