En estos 30 años de actividad académica han sido varias las temáticas en las que he centrado mi actividad como investigador. Sintetizando, podría hablar de dos líneas metodológicas, y cuatro aplicadas.
Dentro de las líneas metodológicas, a la que he dedicado más esfuerzos y tiempo ha sido al análisis input-output, que creo firmemente que es una de las mejores alternativas para el análisis del comportamiento de los sectores productivos de un ámbito territorial, ya que integra el análisis desagregado de la estructura de insumos de los sectores productivos en un marco coherente en el que se detallan sus relaciones entre sí (directas e indirectas). Yo me centré, principalmente, en la localización de coeficientes importantes, definidos como aquellas transacciones entre sectores que son claves para comprender y caracterizar la estructura productiva de un sistema económico. Para ello, utilizamos tanto álgebra matricial como programación matemática.
La aplicación al sector del transporte del análisis input-output, principalmente en el seno del proyecto ECONOMETRIST, me llevó a concluir mi tesis doctoral en 2.002.
Posteriormente, de la mano de mi compañero y amigo Pablo del Río, aplicamos este tipo de análisis al ámbito de la economía ambiental (responsabilidad de sectores productivos en las emisiones de CO2 a la atmósfera). Es en este ámbito donde conseguimos las publicaciones en las que más he sido citado, en las revistas Energy Economics y Energy Policy.
Paralelamente, de la mano del profesor Dino Martellato, aplicamos la metodología de la identificación de coeficientes input-output importantes al campo de la eficiencia productiva, de donde se desarrolló la tesis doctoral que dirigí a mi compañera María Jesús Gutiérrez Pedrero.
El estudio de las emisiones de CO2 desde la óptica sectorial y el análisis input-output me llevó, de nuevo de la mano de Pablo del Río, a profundizar en un campo muy relacionado; pero distinto: economía de la energía. En concreto, la difusión de las energías renovables. Y, más particularmente, en el sector eléctrico y mediante la tecnología eólica. Esto nos llevó a aplicar otro plano metodológico en el que me había formado en mi faceta como docente: el análisis econométrico. En este aspecto, destacan las dos tesis doctorales que codirigí, de Consolación Quintana Rojo y Eugenio Dueñas respectivamente, en las que trabajamos en el ámbito de los modelos multiecuacionales de ecuaciones simultáneas y, en el primer caso, en su integración en un modelo de análisis de sensibilidad de coeficientes basado en programación matemática.
Actualmente, mis esfuerzos investigadores se dirigen a la evaluación de la viabilidad del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima de España (PNIEC), y al tema de la aceptación social de las energías renovables.