Arturo González de la Aleja Molina
Graduado en Bioquímica (2015)
Estudiante de doctorado
¿Por qué decidiste estudiar Bioquímica? Desde pequeño me apasionaba la ciencia (estaba enganchado a las series de ciencia ficción y policiacas) y siempre tuve interés en entender por qué y cómo ocurren los procesos biológicos. De tal forma, consideré que estudiar Bioquímica era la mejor manera de convertirme en científico y, en el futuro, poder aportar mi granito de arena al conocimiento.
¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional? Durante el grado siempre me interesó la neurobiología, y por eso hice el trabajo fin de grado en el grupo de Neurobiología del Desarrollo (actualmente, el grupo de Neuroinmuno-Reparación) del Hospital Nacional de Parapléjicos sobre la fisiopatología de las lesiones características de los pacientes de esclerosis múltiple. Tras acabar el grado, me incorporé como estudiante de prácticas en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares con una beca Cicerone de verano, en el grupo de Imagen de la Inflamación Cardiovascular y la Respuesta Inmune. Sin embargo, el CNIC me concedió una beca máster, propia del centro, con lo que pude seguir con mis estudios realizando el máster en Bioquímica, Biología Molecular y Biomedicina de la Universidad Complutense de Madrid y continuar mi investigación científica en el CNIC. En el CNIC empecé a trabajar en la biología de las células mieloides, especialmente de macrófagos y su implicación en la homeostasis celular y molecular y en determinadas patologías de componente inflamatorio. A pesar de que la neurobiología siempre me había gustado, trabajar con macrófagos me hizo cambiar de idea y es actualmente sobre lo que quiero seguir investigando.
¿Qué funciones desempeñas en tu trabajo actual? Actualmente estoy a la espera de resolución de becas para realizar el doctorado en el Centro de Investigaciones Biológicas, sobre la implicación de los receptores nucleares LXR en la polarización de los macrófagos humanos.
¿Qué te ha aportado ser titulado por la UCLM? La formación que se da en este grado y, sobre todo, la relación que se tiene con los profesores a lo largo del grado creo que sí ha sido increíblemente valiosa, puesto que algunas de las decisiones que he tomado han sido gracias a la opinión de algunos de mis profesores.
Otros comentarios: Si tuviera que dar un consejo sería muy claro: no desanimarse nunca, darlo todo y ser muy constante con lo que haces. En mi experiencia, entrar en el CNIC fue algo complicado por la implicación que actualmente tiene el centro en la investigación de excelencia de España, pero, me encontré con unos supervisores estupendos que me enseñaron multitud de cosas (a nivel personal, no solo a nivel de técnicas de laboratorio) y a apreciar las oportunidades. Y ser constante me valió para sacar adelante una pequeña parte de un proyecto que al final ha dado lugar a mi primera publicación científica. Decidir terminar mi estancia allí también fue complicado, pero, tras ser rechazado en varias ocasiones, conseguí contactar con también grandes profesionales con los que pretendo desarrollar mi tesis.