Sobre el curso Aspectos básicos de la actividad investigadora que ahora termina me gustaría hacer tres brevísimas reflexiones:
- Me parece imprescindible que se fomente la formación científica de la sociedad en su conjunto. La del gremio de investigadores se debería dar por supuesta o, al menos, va implícita en los requisitos para poder ejercer la profesión (investigar, leer mucho, escribir, publicar, divulgar). Pero creo que nuestra sociedad, especialmente por nuestra historia y cultura dogmática, tiene un gran déficit en lo que de pensamiento crítico y honesto puede aportar la ciencia.
- Quiero insistir en que el perfil investigador y, en general, el enfrentamiento con cualquier reto, personal o profesional, exige más Actitud que cualquier otro recurso del que se disponga (conocimientos, experiencia, etc.). La actitud es el indicador de la calidad y del rigor de un investigador y de cualquier persona que en el siempre complejo camino de encontrar verdades debe, al menos, identificar y disipar falsedades.
- Cuestión ya más vinculada con la disciplina propia será dedicar más tiempo para determinar si la Contabilidad es ciencia o es un arte.
En todo caso, gracias a Joaquín Sevilla por su actitud para generar curiosidad y las claves para aumentarla más allá de los límites del propio curso.
P.D. Por cierto que, muy a tenor de lo aprendido en el curso, recomiendo la lectura de la novela que estos días estoy terminando, en homenaje al aniversario de la muerte de Benito Pérez Galdós: «La familia de León Roch«. Donde el enfrentamiento entre dogmatismo religioso y pensamiento científico está servido.