LA NATACIÓN EN ESPAÑA


Tradicionalmente la natación en la cultura española es un deporte bastante “olvidado” en detrimento de otros como puede ser el fútbol, el baloncesto o incluso la fórmula 1 gracias a Fernando Alonso.

El motivo de este olvido puede ser la falta de deportistas que brillen en esta faceta, y no es culpa de su competitividad sino porque en esta especialidad destacan nadadores que parecen “inalcanzables”.

Sin embargo, en los últimos días en todos los espacios deportivos se está hablando de Mireia Belmonte por sus grandes resultados, lo cual hace que muchos deportistas dedicados a la natación se sientan motivados y vean a esta nadadora como un referente.
Ya que he mencionado a Mireia voy a comentar su gesta deportiva:


Tres oros y una plata en cinco pruebas. Ese es el balance de su actuación en los mundiales de piscina corta. Además, la nadadora del CN Sabadell, de 20 años, ha batido el récord de España. Con este nuevo oro, Belmonte reafirma su condición de nadadora versátil ya que se ha impuesto en los 400 estilos, los 200 mariposa y los 200 estilos, además de obtener una plata en su debut internacional en la larga distancia.

Por todo esto se considera a Mireia una de las nadadoras que permite vislumbrar el futuro como algo grandioso y lleno de éxito, estas razones nos invitan a poder decir que la natación española pasa el mejor momento de su historia. Jamás hemos tenidos tantos nadadores que destaquen en Natación, Saltos, Sincronizada, Waterpolo y Aguas Abiertas.

Relacionándolo con el entorno escolar se puede motivar a los alumnos mediante la natación escolar, aunque ese es otro tema que se debería tratar muy a fondo por los especialistas.

JAVIER ROJAS CORRAL (3º de Educación Física)

Juego limpio

La operación Galgo realizada recientemente ha vuelto a traer la sombra del dopaje al deporte español. Algunos atletas de gran prestigio como la palentina Marta Rodríguez han visto manchado su nombre y están pendientes de las investigaciones que revelarán su culpabilidad o no. Llueve sobre mojado, por los recientes casos de positivo del ciclista pinteño Alberto Contador y otros más antiguos como la Operación Puerto contra el dopaje en el ciclismo. Es, por tanto, una trágica noticia para el deporte español, que queda irremediablemente bajo la sombra de la duda independientemente de los resultados. Y, además, es especialmente nefasta para el atletismo, que andaba en horas bajas de popularidad y resultados en nuestro país tras los Europeos de Barcelona de este verano.
Por tanto, el atletismo español queda en entredicho y parece que necesitará un largo periodo de recuperación. Un camino arduo que recorrer en nuestro país donde no abundan las instalaciones, las infraestructuras, ni las becas y ayudas. Los jóvenes hoy prefieren el deporte mayoritario, el fútbol, y es difícil en este panorama entrenar grandes deportistas que lleguen a la cima. El dopaje y las trampas deben ser erradicados desde hoy mismo. Los deportistas de élite son referentes para los niños y deben ofrecer un ejemplo con su imagen de honestidad y limpieza. Todos aquellos que rechazan las trampas y atajos deben ser el espejo en el que mirarse, el modelo para los jóvenes que empiezan en este deporte. Situaciones como la actual son negativas porque irremediablemente pueden conducir a la desconfianza y a la desmotivación por parte de los niños. Es difícil enseñar a los jóvenes el camino que hay que recorrer para llegar a lo más alto. Es mediante la educación como deben aprender los valores del deporte, honestidad, valor, juego limpio, respeto, trabajo en equipo. Compromiso, etc. Los entrenadores y educadores deben transmitir estos valores y enseñar que el dopaje es un atajo equivocado, que reduce los tiempos de entrenamiento y ayuda a superar lesiones pero que pone en riesgo la salud y la carrera del deportista. Se debe educar desde pequeños en una cultura de superación y capacidad de sufrimiento.
La limpieza debe empezar desde abajo. A los entrenadores, padres y educadores, corresponde ahora la tarea de motivar a los niños e inculcarles los valores correctos, con la dificultad que ello supondrá, para luchar por un deporte limpio. No hay excusas para el dopaje. Hay que borrarle del vocabulario y de la competición. Y sobretodo padres y entrenadores no deben presionar a los jóvenes. El deporte es mucho más que simplemente ganar, es afán de superación y cooperación. El esfuerzo siempre será recompensado. No hay que olvidar que juzgamos no solo por el resultado sino por cómo se compite.
LUCÍA VÁZQUEZ SÁNCHEZ (3º EDUCACIÓN FISICA)
Foto realizada con cámara propia, en las instalaciones del campus de Toledo

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