El avance de las nuevas tecnologías es algo que cada vez es más complejo. Las investigaciones de los ingenieros cada vez se complica más. Como es caso de unos chicos de Alicante.
Su objetivo es fabricar robótica social para todas. Por lo que han creado un robot con un nuevo sistema de aprendizaje. Este tiene la capacidad de percibir, transmitir emociones y aprender mediante sensores de sonido e imagen, por lo que podría incluso mantener una conversación con sentido común, reconocer quien les habla o incluso enfadarse, todo esto debido a su inteligencia artificial. Estos robots pueden llegar a experimentar hasta catorce estados de ánimos. Dicen que está resultando una herramienta muy útil en experiencias educativas, terapéutica o en domótica.
Sin embargo, esto no significa que un robot «sienta emociones» en el estricto sentido de la palabra, puesto que esto sería imposible, y de –sentirlas- serían muy diferentes a la de los hombres, por lo que sería muy complicado entenderse.
El sistema tendría que ser capaz de modificar su comportamiento si capta que su interlocutor se siente contento o triste, emocionado o aburrido, relajado o tenso, alegre o enfadado. (Es típico el caso del perro que, aunque no hable ni se exprese con la riqueza característica del ser humano, puede comunicarse emocionalmente con éste).
En mi opinión este invento me parece complicado de creer teniendo en cuenta que ni nosotros mismos como humanos sabemos en muchas ocasiones lo que sentimos, puesto que el cerebro es muy complejo.
Esther Castellanos Novillo
2º Primaria B