Llegar a la universidad…todo un privilegio

Estamos viviendo una época donde todo resulta muy complicado. Cada vez todo es más difícil y para muchas familias, llegar a fin de mes es casi un milagro.
Es triste pensar que hay familias, y cada vez el número va en aumento, que necesitan ayuda  de centros  para poder comer, ya que sus recursos  son mínimos o casi inexistentes.

Estamos viendo en televisión continuamente cantidad de personas que están viviendo en las calles, sin un techo donde cobijarse y simplemente sobreviviendo, si es que podemos llamar a esto supervivencia, gracias a la ayuda de personas que están dispuestas a ayudar a otras, sin recibir nada a cambio. Podemos dar las gracias porque en nuestro país todavía existe una gran mayoría de gente con un buen corazón.

Es muy triste que en el mundo donde vivimos haya gente que esté pasando por esta situación y que realmente estén pasando estas calamidades para poder dar a sus hijos lo mejor. Pero si algo tan primordial como la comida, la higiene y una buena salud se está convirtiendo en algo que es cada vez más difícil de conseguir por la gran mayoría de la gente, ¿Qué cara se nos pone, cuando hablamos de educación?
Para muchas personas  estudiar  una carrera universitaria es algo francamente imposible, y es muy triste que no todos podamos tener las mismas oportunidades a la hora de estudiar. Muy a nuestro pesar, esta situación va a peor: estudiar una carrera universitaria está volviendo a ser cosa de «Ricos», ya que no todo el mundo puede permitirse pagar unas matriculas de tan elevado coste y mucho menos tener que salir de sus casas y pagar un alquiler. Muchas personas se quedarán sin poder estudiar lo que alguna vez desearon y por lo que realmente tienen vocación. Pero desgraciadamente, esto está ocurriendo y muchas personas donde en sus casas la situación económica es muy mala, no tendrán la oportunidad de salir de ellas y poder aprender y poder dedicarse algún día a lo que siempre soñaron.
Hay padres indignados con la idea de que por mucho que se esfuercen no podrán mandar a sus hijos a la universidad. Para ellos es impensable la idea de pagar una matrícula de 1000 euros, pues en esas casas sólo entra un dinero que viene del subsidio del paro, que no llega ni a 500 euros, y con el que tienen que hacer maravillas, para comer, pagar luz, agua, etc.
Por todo ello, los que afortunadamente tenemos ésta oportunidad en nuestras manos, no debemos desaprovecharla y empaparnos de todo lo que nuestros profesores nos enseñan y sacar de ellos lo mejor de cada uno, porque gracias a esto, algún día seremos personas más formadas, y podremos dar a nuestros hijos  la oportunidad de que forjen su  futuro a través de una educación de calidad.
Ojalá esto algún día cambie y todos tengamos las mismas oportunidades, y no sólo unos pocos tengamos estos privilegios, porque es así como me siento, una privilegiada.


Anónimo.

 Enseñar a niños a contar es bueno, pero enseñarles lo que realmente cuenta es mejor». Bob Talbert.