El 14 de abril de 1931 se proclamó la II República Española y se encontró con diversos obstáculos educativos como pudo ser la iglesia Católica que tenía prácticamente un monopolio en la educación. Además había unas altas tasas de analfabetismo, en 1900 el 56% de la población y en 1930 el 32.4 %. En el año 1930, en España había 34.000 maestros y 31.000 escuelas. Intelectuales liberales, como puede ser Francisco Giner de los Ríos crean la Institución Libre de Enseñanza (ILE) en 1876, y se redacta que es libre de cualquier otra institución, ya puede ser filosófica, religiosa o política.
Todos estos antecedentes crean un ambiente reformador de la escuela, en el que se arraigan principios como laica, pública y gratuita. Existe, además un confrontamiento entra educación anarquista y socialista, que cada uno crea escuelas diferentes enfocadas a su ideología: los socialistas se basan en colegios estatales, mientras que los anarquistas rechazan estos e imparten sus clases más liberales al margen.
Se intentó llevar a cabo un cambio rápido y en profundidad que cambiara los esquemas de la educación española; ya que creían que así sería más fácil de controlar la respuesta ciudadana. En primer lugar se abordó el bilingüismo, dejaba hablar desde párvulos el Catalán y los otros idiomas cooficiales. Se implantó la no obligatoriedad de la enseñanza religiosa, que hasta entonces había sido obligatoria, declarando de esta manera una libertad religiosa.
Durante la Segunda República se proyectó la construcción de 15.000 escuelas, con las que se triplicaron los institutos de secundaria, y esto llevó a que hubiera muchas más plazas para maestros. Tras un estudio realizado, se llegó a la conclusión de que harían falta 18.000 escuelas más, por lo que sacaron un plan quinquenal con el que se construirían 5.000 escuelas anuales, siendo en el primer año 7.000. Además el sueldo de los maestros subió de 3000 pesetas anuales, a 5.000.
En 1933 una nueva ley salió a la luz, la «Ley de confesiones congregaciones religiosas», por la que se decreta que la Iglesia no podrá impartir clases legalmente. Esta ley causó un gran revuelo en la derecha y la iglesia, que se manifestaron en contra de la República.
El 29 de Mayo de 1931, por decreto, fueron creadas las misiones pedagógicas con el objetivo de: «llevar a las gentes, con preferencia a las que habitaban en localidades rurales, el aliento del progreso y los medios de participación en él, en sus estímulos morales y en los ejemplos del avance universal, de modo que los pueblos todos de España, aun los apartados participen en las ventajas y gozos nobles reservados hoy a los centros urbanos». Para muchas personas, estas misiones significaron un primer contacto con la cultura. El ministerio de Instrucción pública creó un programa de bibliotecas circulantes, que estaban interconectadas entre sí, y en tres años llegó a crear casi 5.000 bibliotecas. Esto supuso que mucha gente pudiera alcanzar la cultura de forma más sencilla y fácil.
La universidad, antes y durante la Segunda República fue el escenario de importantes cambios. Primo de Rivera, tuvo muchos enfrentamientos con el sector universitario y esto pudo propulsar su caída. Se crearon diversas asociaciones, como la Unión Federal de Estudiantes Hispanos (UFEH) que manifestaba: «La misión educadora de la Universidad no acaba en el estudiante: debe difundirse al pueblo y es preciso que el mismo estudiante comprenda esta necesidad y extienda la cultura que de ella recibió».
En 1936, comenzó la Guerra Civil española, en la que la educación republicana seguía impartiéndose, incluso en las trincheras. En 1939 acaba la guerra, y el general Franco toma el poder, creando una dictadura y produciendo una represión a los republicanos, en la que muchos tuvieron que huir del país. Restaura la educación religiosa en el país, volviendo a ser la religión una materia obligatoria. En este tiempo no aumenta en absoluto el número de colegios ni institutos. Un tercio de los maestros españoles fue sancionado por el régimen franquista, los cuales eran sustituidos en su mayoría por militares que habían participado en la Guerra Civil en el bando golpista.
En definitiva, la educación española ha tenido diversos cambios a lo largo del tiempo, la mayoría de ellos por ideología; actualmente continuamos con estos cambios ideológicos, se puede observar en la cantidad de leyes educativas que se han decretado desde el fin del régimen franquista.
Sergio Arcos Jordán. 2º Educación Primaria B UCLM