La lectura es muy importante que se fomente desde que los niños son pequeños ya que es una herramienta para el desarrollo de la personalidad y de la socialización. Además leer y comprender bien será fundamental para asentar la base de posteriores aprendizajes.
Actualmente la lectura no está entre la actividad diaria de los niños. Los resultados los tenemos en muchos de los estudios e informes que hacen a la educación española. La comprensión lectora es cada vez más pésima y también esto está repercutiendo en las matemáticas, por ejemplo a la hora de entender los problemas. El motivo por el cual no se da la lectura como actividad diaria en los niños es por una falta de interés ya bien sea por falta de tiempo debido a la vida tan agitada que llevan los niños (colegio, clases extraescolares, etc), o bien, por no haber despertado en la infancia el interés por la lectura. Quizás sea el último motivo el más acertado a la hora de explicar la razón de la falta de interés hacia la lectura.
Bajo mi punto de vista quizás sea un cúmulo de aspectos por los cuales no se desarrolla esta actividad. En la actualidad infinidad de padres no pueden dedicar el tiempo que quisieran a sus hijos debido a que trabaja tanto el padre como la madre, otros padres no dedican el tiempo suficiente a sus hijos e incluso hay padres que no dedican tiempo a sus hijos por comodidad. Considero que el tiempo hay que sacarlo hasta de “debajo de las piedras” porque los niños son el futuro y hay que prepararles para ello para que sean competentes.
Si es verdad que todos los niños tienen diferentes modos de aprender y diferentes capacidades. Estas distinciones vienen dadas según el grado de madurez que tengan pero esto no es ningún impedimento para la lectura porque como bien he dicho hay que fomentar la lectura desde que los niños son pequeños.
Fomentar la lectura no es solo el leer cuentos, sino que también se fomenta escuchando al propio niño leyendo, comentando posteriormente el cuento e incluso trabajando el vocabulario. Además los libros tienen que estar al alcance de los niños (en el hogar, biblioteca, etc), de este modo ellos verán que un libro es una herramienta que está a su alcance.
A pesar de todo el esfuerzo puede haber niños que no les guste leer pero lo que nunca debemos hacer es obligar puesto que acabarán odiando la lectura y como consecuencia relacionarán la lectura con un castigo. Para ello debemos hacer que la lectura se convierta en una diversión y que cada día el niño espere el momento de coger el libro para seguir adentrándose en la historia que está leyendo. Por eso es fundamental el papel de la familia y la escuela, deben de trabajar unidos en este proyecto tan importante como es la lectura.
La lectura se debe de trabajar tanto en la escuela como en el hogar. Para motivar a los niños debemos seguir unas pautas:
– Énfasis en las voces de los distintos personajes (simulando el papel de cada uno).
– Hacer preguntas abiertas acerca de la lectura una vez leída.
– Comentar las lecturas.
– Trabajar el vocabulario.
– Realizar actividades como la creación de sus propias historias a través de historias escritas, orales o dibujadas.
– Leer para que los niños observen que los adultos también lo hacen como un hábito.
Además de estas pautas sería estupendo que se creara un taller de lectura en el colegio donde además del trabajo del profesor, cada semana un padre de un alumno fuera al taller de lectura y realizara la lectura de algún cuento o historia y siguiera las pautas anteriormente indicadas. Esto resultaría de mayor interés para los niños y les motivaría aún más ya que la familia forma parte de ese aprendizaje.
En definitiva y teniéndolo en cuenta para todos (tanto niños como adultos) los libros educan, enseñan, despiertan sentimientos, sensaciones, reacciones y estimulan la imaginación, la creatividad y la diversión.
Opinión y reflexión de Natalia Serrano Almenara (alumna de 2º Infantil A)