La brecha digital se define como la imposibilidad de las personas, por distintas variables socioeconómicas, de acceder a los beneficios de la Sociedad del Conocimiento. La imposibilidad de muchas comunidades e incluso países de acceder a la red, a las nuevas tecnologías.
La brecha digital produce una desigualdad entre aquellas personas y/o comunidades que pueden acceder a estas nuevas herramientas de conocimiento e interacción y aquellas personas que carecen de tal posibilidad, produciéndose en muchos casos aislamiento y lo que es peor que lleguemos a una cultura homogeneizada donde el bagaje cultural y alguna de las tradiciones más importantes de pueblos y países queden olvidadas.
En España la brecha digital afecta sobre todo a personas mayores y a personas que carecen de estudios. Según estableció el INE en el 2012 de las personas sin estudios, sólo un 1.9% fue usuario de Internet. Personas con educación primaria y más de 65 años accedieron a Internet con un porcentaje del 6,3% y las personas con educación secundaria de entre 55 y 65 años hicieron uso de Internet un porcentaje de 10,5.
Aunque estas cifras estén cambiando y en los últimos años los usuarios de Internet en estas edades estén creciendo, estas cifras siguen siendo escandalosas y ponen de manifiesto la paradoja de la Sociedad del conocimiento.
Ante estas cifras no podemos quedarnos de manos cruzadas, y mucho menos desde los colegios, donde padres de alumnos/as y muchos de sus familiares quizá no sepan utilizar las TIC. Por eso, considero que una buena propuesta es idear clases extraescolares o cursos , donde los alumnos con la presencia del profesor o personal cualificado de informática pueda ayudar a sus familiares a introducirse en el mundo de las nuevas tecnologías y de esta manera contribuir a frenar la brecha digital y a la vez desarrollar un aprendizaje servicio.
Las personas somos las que utilizamos estamos nuevas formas de comunicación e información y las que las hemos creado. En mi opinión es nuestro deber que todas las personas tengan la posibilidad de conocerlas y saber usarlas, al menos de una forma básica